ASCENSO Y CAÍDA. En el año 2010, Carlos Cacho parecía estar pasando el mejor momento de su carrera. Conducía su propio programa, llamado ‘Mil disculpas’, había sido jurado del ‘Bailando por un sueño’ de Gisela Valcárcel y era sin duda el maquillador más famoso del país. Hasta que en octubre de ese año, se vio envuelto en un accidente que terminó con él en la cárcel, alejado del mundo del espectáculo.
El 24 de octubre de 2010, quizás mareado por la fama, el estilista decidió una noche que estaba por encima de la ley y, tras beber unas copas en una discoteca, tomó su automóvil y, en la avenida Javier Prado, atropelló al humilde vigilante Humberto Enrique Yzarra Álvarez, dejándolo gravemente herido.
Para complicar su situación, al momento del atropello, Cacho no tenía licencia de conducir, SOAT ni permiso de lunas polarizadas y, en evidente estado de ebriedad, se negó a pasar la prueba del dosaje etílico. Encima, las cámaras lo poncharon riéndose en la comisaría, mientras se daba besos con un chibolo.
La Jueza del 34º Juzgado Penal de Lima, doctora María Elena Morocho Mori, abrió entonces instrucción por los delitos de lesiones culposas graves, conducción de vehículo en estado de ebriedad y resistencia y desobediencia a la autoridad contra Carlos Antonio Cacho Livora.
Sin embargo, recién en 2011, Cacho fue detenido por la Policía aproximadamente cuarenta minutos después de que saliera de Panamericana Televisión conduce el programa de TV ‘Mil disculpas’.
Tras ser detenido, Cacho fue llevado a la sede de la Policía Judicial en Paseo Colón, en el centro de Lima, para luego ser trasladado a Requisitorias, y a primera hora ser internado en una carceleta del Palacio de Justicia. Luego sería trasladado al penal de San Jorge.
Finalmente, el 15 de junio del 2011, en un ambiente del penal de San Jorge, Cacho fue condenado por la jueza Nancy Choquehuanca a dos años de prisión efectiva y al pago de cien mil soles de reparación civil al hallarlo culpable del delito de lesiones culposas graves y desobediencia a la autoridad.
La Fiscalía pidió 7 años de prisión, pero la magistrada archivó el delito de conducir su vehículo en estado de ebriedad que se le atribuía en este proceso, al no hallar pruebas fehacientes porque el procesado no se sometió al dosaje etílico el día del accidente.
Tras pasar 10 meses encarcelado, el maquillador fue liberado en diciembre de 2011 y pasó un mes más en prisión domiciliaria, hasta que también se le liberó.
Carlos Cacho ya se había visto involucrado en un accidente con el alcohol como ingrediente principal. En 2001, en Cuba, en un confuso incidente de carretera, el auto donde se encontraba con un alcalde, un concejal y dos personas más, volcó aparatosamente. El concejal murió y la policía cubana lo metió preso y acusó de manejar en estado de ebriedad.
Cacho había viajado con el exalcalde de San Juan de Lurigancho, Ricardo Chiroque, y el regidor Julio Medina Matos, quien falleció producto de las heridas y al que finalmente se responsabilizó de ir al volante.
“Carlos tiene un frío (un muerto) en Cuba y otro tibio en Perú (Humberto Yzarra) por manejar totalmente alcoholizado y drogado, además de evadir y burlar la justicia aduciendo vacíos legales y victimizándose con su peor cara histriónica”, aseguró Rodrigo González ‘Peluchín’, tras el segundo accidente.
En 2019, y después de cinco años de proceso, Carlos Cacho fue condenado a tres años de prisión suspendida por el delito contra la intimidad y uso indebido de archivos en agravio a Ezio Oliva, así como el pago solidario de 60 mil soles.
El cantante interpuso una demanda contra el maquillador y el productor Dany Tsukamoto en 2014, por el delito de violación a la intimidad y uso indebido de archivos, luego de que se difundiera su video íntimo en Internet. Cabe destacar que el video no fue propalado en ‘Mil disculpas’, pero sí se difundieron detalles del mismo.
Contenido GEC