La llegada de la madurez no implica caminar con el rostro excesivamente serio y olvidarse de sus raíces. La mejor manera de entender que los años trajeron sabiduría es teniendo días de paz y felices. , periodista de América Televisión, es una muestra de que su crecimiento personal lo refleja en su avance profesional. La señorita de ayer es la dama de hoy y la destacada conductora del momento.

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La señora sale del canal, sube a su auto y emprende la ruta. Tiene muchas responsabilidades que cumplir. Ir a recoger a su hijo, llamar al esposo en el camino y llegar, por fin, a su hogar y organizar todo. Carla Tello, conductora de televisión, encarna a la dama que crece y avanza. Trabaja, está casada y ya es madre. Esta es la vida, emociones, cansancios y otras cosas más de una chica de estos días.

Carla, ¿primera pregunta que le hiciste a tu actual esposo cuando lo conociste?

Le hice la siguiente: ¿Qué tal tu fin de semana con tu esposa e hijos?’.

¿En un momento fueron ‘salientes’?

Eso no va conmigo. Desde el día uno sabíamos que nos interesábamos.

O sea, contigo no funciona eso.

No, porque nunca fue mi ‘pata’.

¿Tiene mejor amiga?

Solo amigos hombres.

¿Celosa?

¡Qué flojera!

¿Revisas el celular?

Cuando una mujer hace eso es porque ya no quiere nada contigo y está buscando encontrar algo para terminar.

¿Se perdona una infidelidad?

Jamás.

Tu marido es marino y dicen que en cada puerto hay un amor...

Puede ser en algunos marineros, pero él no.

¿Almorzarías con un ex?

No.

¿Ni para cerrar la etapa?

Desde que se acabó, se cerró.

En tus redes elogian tu belleza...

Pero también estuvo el tiempo en que me criticaron.

¿Qué te dijeron?

Cuando salí embarazada, uno escribió: ‘Estás muy fea, ya fue’.

Un dolido.

Cuando me casé y tuve mi hijo perdí muchos seguidores.

¿En serio?

Claro, y gané otros, que en su mayoría son mujeres.

¿Han ‘rebautizado’ a tu pareja?

Lo llaman ‘hermosito’.

¿O ‘cosito’?

¡Por favor! No hay punto de comparación.

Tienes un divorcio y un matrimonio bien formado. ¿Un consejo a las chicas?

Muchas se casan porque creen que ya les toca o por presión familiar.

¿Pasó eso contigo?

Algunos llegaron a pensar que era lesbiana.

¿Cuál es la recomendación?

Hay que conocer a la persona, en sus buenos momentos y también sus lados oscuros.

No eres la que dice: ‘Yo lo haré cambiar’.

Eso que lo haga su mamá. Nadie hace madurar a nadie.

¿Te han tocado ‘tóxicos’?

Claro, y seguro yo también lo fui.

¿Avisaste de esta entrevista?

Sí, porque conversamos lo que haremos durante el día.

¿Cocinas?

No me gusta.

¿No preparas ni un plato?

Una nana una vez me preguntó: ‘Señora, ¿por qué su esposo está tan enamorado de usted si no le cocina?

¿Extrañas salir?

Criar a mi hijito es una ‘chambaza’ y él se duerme a las 8 de la noche, y cuando acabo estoy cansada.

¿Entonces?

Mis amigas que me visiten o al frente de mi casa, en un café, conversamos mientras veo a mi niño jugar.

¿Qué personaje te decepcionó?

Hay políticos que llegan al set y no saben saludar.

FOTO: ALLENGINO QUINTANA
FOTO: ALLENGINO QUINTANA

¿Qué piensas?

Seguramente sus mamás no los querían.

¿Con quién te confunden?

En el canal dicen que me parezco a Amy Gutiérrez y otros a Daniela Darcourt.

De repente es porque bailas la salsa muy bien...

Me defiendo.

Incursionaste en una película llamada ‘Banda presidencial’. ¿Está en tus planes actuar?

Quisiera hacer de una espía.

¿Y darte besos con un galán?

Eso no es lo mío.

¿Cómo son los gastos en tu hogar?

Mitad–mitad con mi esposo.

Después de estas fotos seguro te llenarán de piropos en tus redes.

Está bien. Lo agradezco y en mi matrimonio lo recibimos bien.

¿Hay reclamos?

Estamos muy seguros de lo que siente cada uno por el otro y confiamos, que es lo más importante.

Muchas gracias por tu gentileza.

Dile a todos los del Trome que los quiero mucho, siempre han estado en toda mi etapa profesional y personal.

Sonrió, como en gran parte de la nota, y se despidió. De la chica que un día entrevistamos hace algunos años queda la amabilidad, la buena onda, pero hoy le suma seriedad y muchas responsabilidades personales y profesionales. El tiempo no pasó en vano. Como diría el escritor estadounidense Joshua Liebman: ‘La madurez se logra cuando una persona pospone placeres inmediatos por valores a largo plazo’.

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