Hace unos días, el querido cómico ambulante falleció tras una penosa enfermedad. Aunque sea un momento doloroso, es mejor recordarlo con una sonrisa. Y así lo cree, Yersson Espinoza, su hijo, y uno de los valores de la nueva generación de cómicos ambulantes, que también tiene la chispa y la gracia para arrancar carcajadas como lo hacía su padre.

TROME - ‘Chanchito Jr’

Y aunque, al principio, ‘Care Chancho’ no quería que su hijo sea comediante, el talento artístico pudo más. Apunto cada chiste que le decía, siguió atento la manera cómo moverse en el escenario, y cuando callar y escuchar a los mayores. Hoy, el buen Yersson, quiere hacerse un espacio en la comedia nacional, sabe que el camino será difícil, pero de algo esta seguro: tiene confianza en él.

Trome visitó al joven en su emprendimiento, el ‘Point de las Alitas’, ubicado en Ate-Vitarte, donde está dedicado a tiempo completo para sacar adelante a su familia y dejar en alto el nombre de papá. “Mi pareja y yo, siempre nos ha gustado las alitas. Solíamos comer cada uno 20 alitas, pero eran pequeñas, y el sabor no nos terminaba de convencer, así que un día, entre broma y broma, ella me dice para preparar alitas, y cómo jugando llegamos a vender 20 platitos entre mis seguidores”, contó.

Hijo de Care Chancho habla de su padre y su emprendimiento FOTO: JOEL ALONZO
Hijo de Care Chancho habla de su padre y su emprendimiento FOTO: JOEL ALONZO

De esto y más pudimos hablar con Yersson, conocido también como ‘Chanchito Jr’, quien recordó algunas anécdotas con su papá, las veces que llenaba techo y trabajando como soldador y también sobre si se lleva con los hijos de los antiguos cómicos ambulantes.

Yersson, cuéntanos acerca de este emprendimiento, ‘El point de las alitas’.

Sí, ‘El point de las alitas’ es un emprendimiento junto con mi pareja. La idea surge porque a nosotros nos gusta comer alitas, acevichada, barbecue; hemos ido a comer a diferentes lugares y gastábamos regular. Con decirte, que comíamos 20 alitas cada uno y no nos llenábamos porque eran alitas pequeñas y el sabor no era tan bueno. Y así que un día, mi pareja me dice: “Ay, tanto gastamos, mejor yo preparo”. Me preparo, lindo, hermoso, riquísimo, ¿para qué? Y un día hicimos una prueba. Oye, ¿qué tal si podemos vender?, me pregunta ella. Vamos a hacer la prueba, respondí. Y ahí, pagaron pato a mis seguidores porque les ofrecí las alitas.

Digamos que ahí fue el inicio del emprendimiento.

Sí, mis seguidores me apoyaron y salió 20 platitos. ¿Cuándo vuelves a hacer otro día más?, me preguntaban. Así que decidimos vender, pero solo hacíamos alitas una vez a la semana, pero a la gente le gustaban las alas así que tuvimos que buscar y aquí estamos en nuestro pequeño local.

Cuéntanos, ¿tú prepararas las salsas o eres el mozo?

Claro, yo soy el que entretiene acá a los clientes. Pero también ayudo a cocinar un poco, pero mi pareja es la que cocina, ella es la que tiene la magia. Y bueno, yo tengo a mis seguidores, que me quieren y vienen acá a consumir sus alitas.

¿Cuántos tipos de salsas tienen estas famosas alitas, que son las más pedidas en todo Ate-Vitarte?

Tenemos la maracumango, que es riquísima, la cevichada, la búfalo, la crisqui, la crema de mostaza y la salsa de olivo, y pronto vamos a crear unas cremas de la casa.

¿Cuánto cuestan los platitos?

En ‘El point de las alitas’ de Chanchito Jr encuentras hamburguesas crispy, filete, broster a 12 soles. La ruleta de alitas de 8 trozos, que son alas grandazas, a 30 soles, salchipollo a 20 soles y la salchipapa a la barbecue que también está 20 soles.

Yersson, es inevitable preguntarte por tu papá. En principio, expresarte nuestras más sinceras condolencias. Ahora tú vas a continuar su legado en la comedia, cuéntanos un poquito acerca de tu papá, que fue uno de los cómicos más queridos que ha tenido el país.

Sí, la partida de mi padre para mí fue muy fuerte, ya que no sólo lo traté como hijo a padre, sino también como compañero de trabajo, como alumno. Y nada, lo extraño mucho, lo extraño. ¿Quién me va a dar los chistes? Ya que siempre me daba los chistes, que me ayudaban. Pero sé que él me bendice desde el cielo. Sabe, lo mucho que lo amé, y lo mucho que luchamos con mis hermanos hasta el final.

¿Tu papá tenía un problema médico o fue algo repentino?

Mi padre estuvo delicado de salud más de cuatro años, tenía un problema en la cervical, de ahí le encontraron un problema en el cerebro, lo operaron de la cervical, con el tiempo nos dijeron que iba a perder poco a poco la visión, lo cual ya lo estaba perdiendo. De ahí nos comentaron, que el tema del cerebro le iba a hacer olvidar algunas cosas, pero así igual como nos decían, estaba pasando su enfermedad. Perdió el movimiento de brazos, de piernas, y se recuperó un poco. Tuvo un infarto cerebral, lo cual se quedó en cama dos días, no reaccionaba; lo internamos en el Hospital 12 de Canto Grande, en San Juan de Lurigancho, donde lo atendieron muy bien y lo recuperaron a mi papito, luego regresó a casa, se durmió, después de unas semanas estuvo tranquilo y luego un día, un domingo por la noche se durmió y lunes por la madrugada ya no se levantó.

Pero bueno, al menos, guardas lo mejor de recuerdos de tu papá porque, de cierta forma, tu padre te impulsó en este mundo de la comedia.

Como era el último de sus hijos, siempre estaba a su lado. Lo acompañaba en todas las giras que realizaba en provincias. Son las experiencias que he vivido, los viajes, la gira con los demás cómicos ambulantes, el cariño del pueblo que tenía hacia mi padre era inmenso. Siempre seguí su camino: hacer reír, eso teníamos en común los dos.

¿Cómo surge la oportunidad de empezar en la comedia? ¿Tu papá estaba de acuerdo?

No, no estaba de acuerdo, me dijo: “Dedícate a estudiar”. Él nunca quiso que sea cómico, pero, yo terco, terco lo guerreé hasta el final.

¿Y cómo lo convenciste?

Un día me vio presentándome en el circo, renegó con el dueño del circo. ¿Qué le estás haciendo a mi hijo? ¿Estás haciéndolo pintar?, le decía al dueño del circo. “Pero papá yo quiero”, le respondía. Mi papá hizo la finta que se fue del circo, y yo salí a trabajar como payasito de circo, y mi viejo me había visto encapuchado. Después conversó conmigo, me dijo: “Tienes el ángel para hacer reír”. Desde entonces, me apoyó.

Digamos que tu papá vio que tenías talento para la comedia

Sí, me explicaba, me enseñaba, me daba los tips para hacer reír. Él me dijo: “Yo quiero que seas un cómico, si vas a ser un cómico de la calle, quiero que no seas un cómico del montón. Dedícate a eso, dale el 100%, ama, quiere, no trabajes, diviértete”, me aconsejó mi papá. Y eso es lo que hago en todas mis presentaciones, divertirme, pasarla bien e irme contento cuando el público se mata de la risa.

Antes de dedicarte a la comedia, ¿trabajaste en otra actividad?

Sí, con mi tío en construcción, pero no era lo mío; me salían ampollas en las manos, me estresaba. Era trabajo para hombres (risas). Trabajábamos llenando los techos, chancando las piedras y cargando los sacos de hormigón. Un día nada más fui, y nunca más volví (risas), mi tío buscándome en mi casa. “Dile que no estoy”, decía. Iba a trabajar, una que otra vez, pero la verdad, mi respeto, para la gente de construcción. Es una chamba dura.

Y aparte de esos cachuelos, ¿trabajaste en otra cosa?

Claro, he sido soldador industrial. Trabajé en un local en la avenida Wiesse, donde se hacían cocinas, ahí aprendí, primero, a pintar y después a soldar. De ahí, un amigo me llevó a trabajar con su papá en el Centro de Lima. Tenía su puesto de soldadura, haciendo los techos parabólicos en las galerías de Grau. Al inicio, llegué para ayudar a cargar cosas, y luego aprendí a romper los fierros, a usar el esmeril y agarrar la máquina para soldar, rompiendo fierros con la soldadura.

¿Cuánto tiempo trabajaste como soldador industrial?

Estuve un año, pero me salí porque me quemé la mano cuando estaba haciendo un trabajo en el segundo piso. Mi pata, que trabajaba conmigo, me dice: “Ven, ayúdame acá”. Y tenías que agarrarte de los fierros, y uno de esos fierros estaba rojito y no me doy cuenta, casi me tambaleo y ¡pum! me agarro del fierro y mi mano quedó con el pellejo rojito. El tío me dio 150 lucas para la crema, y el ardor no me pasaba, así que llamo a mi mamá, y ella me dice: “Échate Vick VapoRub” y santo remedio. Decidí, dejar el oficio de soldador, pero ahí se me dio la oportunidad de trabajar en el Parque Universitario.

¿Cómo te fue en el Parque Universitario?

Yo ingreso al parque gracias a la ‘Chola Cachucha’, los cómicos ambulantes ya sabían que estaba trabajando porque yo antes me presentaba como payasito en un circo de barrio, y hay veces en los circos iban los cómicos, ¡ay se presenta tal cómico!

¿Y no te molestaba que no te llamarán por tu nombre, sino hijo de ‘Car’e Chancho’?

No, pero lugar que iba nunca decía que era el hijo de ‘Car’e Chancho’ ya que mi padre me dijo: “Gánate el nombre tú solo”. Aunque, algunos que sí sabían, decían: “Él es hijo de ‘Car’e Chancho’”. Pero yo siempre orgulloso y con la frente en alto cine. Los cómicos se enteraron que estaba haciendo comedia y me dijeron: “¿Qué haces pintándote en los circos?” Porque me pagan con pancho, me pagan con manzanas cuando no había gente.

¿De verdad, te pagaban así?

Mira, me pagaban diario S/ 3,00 soles y valor de S/ 5,00 soles en panchitos. Claro, eso pasaba cuando no había gente pues en el circo.

¿Qué circo?

Era circo de mi amigo ‘Palabrita’, su circo quedaba en Bayóvar, en Arriba Perú. Se pagaba así cuando no había gente, y 10 solcitos cuando la carpa se llenaba. Ya te imaginarás, con ese dinero, me sentía millonario.

Con esa experiencia en el circo, es que llegas al Parque Universitario. ¿No hubo problemas con los comediantes antiguos?

Siempre hay algunos que otros, que decían: “No, que no”. Exactamente, cara a cara, nunca me dijeron nada.

¿Pero escuchabas rumores?

Sí, claro, pero no me decían nada por respeto hacia mi padre.

¿Y cómo te fue en el Parque Universitario?

Me fue bien, fue una bonita experiencia. Trabajaba todos los días, desde la 1 de la tarde hasta las 7 de la noche, me pagaban una propinita de 15 soles. Era duro, pero yo lo hacía más que todo por aprender.

¿Pensaste tirar la toalla?

Era complicado, pero mi papá decía: “Sigue, así es. No te enfoques en el dinero. El dinero después va a llegar solo, hijo. No te enfoques en el dinero, enfócate en aprender”, me decía mi papá. De ahí, hubo un casting para trabajar en la alameda Chabuca Granda y postulé.

¿Cómo te fue en la alameda Chabuca Granda?

Mi tío Edwin Aurora y Puchito estaban organizando el casting. Entonces, ya estaban bajando varios hijos de los cómicos, estaban los hijos de Petete, los hijos de Mono Pavel. Cuando llegué, ellos ya estaban formados; ellos ya eran comediantes.

Hijo de Care Chancho habla de su padre y su emprendimiento FOTO: JOEL ALONZO
Hijo de Care Chancho habla de su padre y su emprendimiento FOTO: JOEL ALONZO

¿Y tuviste problemas con los nuevos comediantes?

Sí, con algunos. Hubo un cómico, que me dijo: “¿Y tú qué haces acá, si tú eres payasito?”, me dijo. Yo lo tomé por el lado bueno, le dije: “tranquilo, no te nervioses”. “Dios amanece para todos”, le dije. Yo no iba a hacer un cómico más de un montón, yo iba a matar porque yo ya había aprendido en la calle, en el circo, en los mercados.

A todo esto, ¿qué hay de cierto con esos temas polémicos que surgen alrededor de la alameda Chabuca Granda?

En Chabuca, creo que, más que todo, con el respeto que se merece la asociación, más que todo se volvió un tema monetario. Hay algunos cómicos que no hacen nada, pero quieren todo. Entonces ese es lo malo, el dinero.

¿Cuánto uno puede llegar a ganar en Chabuca? Porque veo que muchos comediantes se pelean por estar en Chabuca.

No, más que todo por el dinero lo hacen porque Chabuca es una ventana muy grande. Me refiero a la nueva generación, a todos los cómicos que quieren estar ahí, es una ventana grande. El tema de dinero, a lo que me referí, con el tema económico, ahí vienen los problemas, porque se pierde dinero. Entonces, ese es el problema, no hay una confianza. Entonces, creo yo que ese es el problema.

¿Quién administra el dinero? ¿Es la asociación o es solamente una persona?

Sí, hay una asociación, hay una directiva ahí de por medio, que son los antiguos, hay una directiva ahí de por medio, y, raras veces se pierde dinero y nunca se aparece, nunca se dice nada, nunca se reclama con el tiempo nos damos cuenta, algunos que otros, pero no decimos nada, solamente nos alejamos y trabajamos por nuestras partes

Te preguntaba esto porque en las redes sociales se decía que un cómico ambulante trabajando en Chabuca puede superar los 5 mil soles. En realidad, ¿cuánto gana un cómico?

Yo te voy a contar la verdad sobre ese tema, porque yo estuve presente cuando se dio la información de todo eso. Estábamos en una reunión de compañeros de la asociación, estábamos en nuestra oficina y estaban transmitiendo en vivo, y entonces hay un cómico que hace chiste de que cómo van a reclamar por 50 soles, si nosotros ganamos 800 diarios, ahí la gente lo tomó y decían: “Ellos ganan 800 diario, no hay que pagarle”.

Y en realidad, ¿cuánto se puede ganar en la alameda Chabuca Granda?

El tema de ganar dinero en la Chabuca Granda, eso solamente lo decide el público. Si al público le gusta tu show, te pagan. Yo tengo videos en mis redes sociales, donde la gente toma 10 soles y puedes llegar a una cierta cantidad.

En un buen momento ¿cuánto dinero pudiste llegar?

Bueno, una vez que me regalaban de a 10 soles al público le gustó mi trabajo, hay gente que te da de corazón, no si llegamos a una buena cantidad de dinero, pero son dos veces que hago.

¿De tres cifras?

Si, un poquito más también, un poquito más, pero eso fue por el cariño del pueblo. Sí, está en mis redes sociales en Chanchito Jr. en mi página de Facebook. Ahí está el video, donde la gente me da: toma diez, diez, diez. Yo digo, ¿quién da veinte para que lo frieguen todos? El otro va a sacar veinte, el otro cincuenta. La gente del Callao, de la Perla, sacó un fajito así. Toma. Uy, Dios Padre, bendito, santísima Trinidad, Rosecopa, Cabana, Señor de Cachuy. Ese día fue muy hermoso, muy bonito. El cariño del pueblo, como digo, se saca lo recaudado. Es depende del público.

¿Tienes que darle un porcentaje de lo ganado a la asociación?

No, no un porcentaje. Todos trabajamos. Una sola bolsa al final se reparte. Claro que hubo un momento que repartían mal. Los antiguos, por ser antiguos, nos daban un poco menos, toma tú 50%, a otro le daban el 70%; había clases ¿no? ABC, si tenías buen trabajo, podías producir ganabas tú 100% y si no 50% propina. Ha habido cómicos, por ejemplo, el hijo de ‘Lonchera’ que participaba también en la Chauca Grande, sino que, por temas de dinero, que no les resultaba lo que nos daban en ese tiempo, se tuvo que salir y dedicarse a otras cosas. El hijo de Joffrey, Peter, también trabajó conmigo, entró conmigo también, pero él ya tenía familia en ese tiempo, se salió y ahora ha vuelto nuevamente.

¿Es cierto que cuando tú ingresas tienes que pagar una comisión para formar parte de la alameda Chabuca Granda?

No, no. Bueno, yo nunca he pagado nada. Yo he entrado por mi talento, por mi casting que pasé. Por dinero, creo que ni un cómico ha entrado, eso es una gran mentira que dicen que pagan para entrar.

¿Te molesta que se cuestione que los hijos de los cómicos ambulantes se dediquen a la comicidad y no trabajen en otra cosa?

Algunos tienen toda la razón, ya que cada uno es dueño de su propio destino. Hay cómicos que, de la nueva generación, de mi parte, como yo estoy estudiando Stan Comedy, hay otros cómicos compañeros que también lo están haciendo, y hay algunos que solo se dedican a la calle. Yo creo que cada uno se forja su destino.

¿Por qué ya no sigues en la Casa de la Comedia? ¿Qué pasó? ¿Por qué no estás ahí?

Sí, grabamos unos cuantos videos, ya había un grupo formado. Los jefes, primero, dijeron que estuve bien, y luego me dijeron que no cumplí con las expectativas.

¿Pero qué pasó realmente?

Eso es lo que pasó, porque mi ejemplo, creo que fue un poco incomodidad, no sé si fue de mi parte…

¿Tuviste problemas con Jefferson Prince, uno de los hijos de Petete?

Con Jefferson, tuvimos unos temas, pero eso ha sido ya hace muchos años atrás; o sea, no es por el tema de la Casa de la Comedia porque ese era otro grupo. Jefferson estaba en otro grupo, y yo en otro grupo.

Ok, ¿entonces explícame qué pasó en la Casa de la Comedia?

Fue más por un tema de que a la primera que hagas, te vas. Creo que fue así, porque todos grabamos normal, y recuerdo que un día llegué tarde por un tema personal y ahí empezó creo la incomodidad de los cuales conversé con los jefes, le dije todo lo que les tenía que decir y dejaron de llamarme.

Digamos que eres muy amigos de los hijos de los cómicos ambulantes

No, o sea, todos los hijos de los cómicos nos respetamos. No somos amigos, solo somos compañeros de trabajo. Claro, siempre hay discusiones. Ahí hay sanciones, en Chabuca Granda, hay sanciones.

¿No te llevas con los hijos de los cómicos ambulantes?

O sea, converso con todos, pero no tenemos una amistad. Un saludo normal, claro, pero no tenemos una amistad. Creo que va por un tema de ego artístico, creo yo. Pasa que a mí me tratan de soberbio. es que yo valgo por mí solo, no soy de pedir ayuda.

¿De repente envidia, tal vez?

Qué sé yo, qué te puedo decir, pero no solo a mí. Como todo centro laboral, ¿no? El sol sale para todos. Cuando se cierra una puerta, se abre un portón.

Yersson, ¿sabías que los videos de tus presentaciones en Chabuca ahora se están vendiendo en Mesa Redonda?

Sí, he visto videos ahí míos ahí, pero no solo míos sino de muchos cómicos. Los vende a S/ 5,00 soles. Yo, la verdad, me sienten muy agradecido. Así que pueden piratearme nomás. Yo estoy agradecido con ellos. Ellos son los que también nos hacen conocidos y populares.

Yersson, para finalizar, un saludo para tus seguidores

Yo, agradezco a todos mis seguidores, nunca me niego a un saludo y agradezco que se tomen el tiempo de grabarme. Pueden buscarme en mi cuenta de Facebook, Instagram y TikTok como Chanchito JR.

Sepa que:

Puedes seguir su cuenta de Facebook: @Chanchito Jr Oficial. Sus sabrosas alitas, la puedes encontrar en el local ubicado en el mismo paradero Chuleton de Ate-Vitarte.

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