Bettina Oneto llega al ‘Café con la Chevez’. La show woman más querida del Perú abre su corazón en nuestro podcast y confiesa sus anécdotas más recordadas. Además, hace un mea culpa y se defiende de los cuestionamientos de los que ha sido blanco en los últimos años.
En la charla, Bettina Oneto cuenta que mantuvo relaciones amorosas con Frankie Ruiz e Ismael Miranda, pero que ahora se encuentra sola y tranquila, tras haber luchado contra una fuerte depresión.
Además, cuenta cómo fue amistad con Héctor Lavoe, con quien compartió en varias ocasiones y hasta visitó en su habitación de hotel, cuando llegó a Perú para presentarse en la Feria del hogar. El café está servido.
¿Llevas 50 años de carrera?
Sí, cuando tenía 12 años, era grande ya, alta. Me acuerdo que, con mi papá, hicieron una gira de El Tornillo y parece que como que faltó una chica y me puso mi papá, tenía 12 años. Salía en bikini, por eso aprendí a posar desde tan chica. Yo cuento 50 años de carrera, pero he hecho cosas histriónicas desde mucho más joven porque siempre he compartido con mi papá. Mi papá y mi mamá estaban separados, entonces pasaba los fines de semana con él y me quedaba hasta el final de Domingo Gigante. Filmaban en la Feria del Pacífico y yo vivía a la vuelta, los artistas iban a mi casa para ir al baño, a veces abrían las tomas conmigo y mi papá me decía ‘qué haces acá’.
¿Cómo fue trabajar a los 12 años al lado de Camucha Negrete?
Con Don Alex Valle, Ricardo Fernández, un elenco fabuloso, ahora lo valoro mucho más, antes para mí era muy natural estar con grandes artistas. Desde muy chica estuve con ellos.
¿Tú querías dejar el colegio?
Era muy mala en el colegio, no quería estudiar, pero cuando la profesora revisaba los cuadernos me ponía a copiar. El arte me ayudaba mucho, cuando habían actuaciones, festivales de canto o vóley, era una gran representante.
¿Tus papás te corregían?
No los estoy tildando de malos padres, pero pudieron haberlo hecho mejor. Yo era rebelde pero no insistieron en corregirme. Ahora que soy madre y abuela me doy cuenta de muchas cosas, no me dijeron que no me case tan joven, acababa de terminar el colegio. Al comienzo me dijeron que me vaya de viaje, pero yo me quería casar. Me casé por poder, ni siquiera el novio vino, él estaba en Canadá, solo fue por civil y fue con mi suegro, que venía a ser mi tío, Lucho Macedo.
¿Tenías 16 años?
Tenía 17, pero fue el diseño que el Todopoderoso tiene para uno porque si no no tuviera a Shantall. Estoy agradecida con mis padres y con Dios. He viajado, he conocido mucha gente, he tenido malos hábitos pero el universo tenía algo bueno para mí.
¿Qué malos hábitos?
Yo trabajo los últimos 29 años que estoy en Canadá, he trabajado sin parar y mi trabajo es nocturno, la noche te lleva a tomar, a fumar, a quedarte a charlar, llegar a tu casa y no dormir. Eso lo he vivido muchos años. Luego, en los últimos años, he tenido la presión de cumplir con mis padres, mi madre tuvo el Alzheimer. El problema que tuvo mi padre, que lo hizo la prensa, para mí fue un sufrimiento. El periodista, la gente que hace este tipo de noticias lo dice pero al día siguiente se olvidan y quien se queda con eso es uno. Yo he vivido 15 o 20 años con una depresión impresionante por el tema con mi papá, fue totalmente falso.
Dijeron que tú habías olvidado a tu papá, que querías meterlo a un asilo y le querías quitar su dinero
Mis padres ya estaban separados. Cuando mi hija cumple 10 años, ellos se separan y él se junta con una muchacha, él vivió su vida. Cuando la señorita decide que ya no quiere estar con mi papá... yo nunca dejé de apoyarlos, pero el periodismo se metió de lleno, de una forma horrible porque lanzaron una promoción de que Betina abandona a su padre. Yo le había dado a mi papá ese departamento, el de San Miguel, se lo di a mi padre, lo amoblamos como él quería. Mi papá quería estar con la mujer. Un día llegué y el portero me dio la llave, subí y mi papá se había llevado sus cosas, su cama, su mesa de noche y se fue, él se quiso ir y la tipa lo volvió a botar. Anabella Flores se comunicó conmigo y me dijo que le podía dar pensión a mi papá y le dije que ya, que yo lo pagaba. Casi por un año mi papá estuvo viviendo en la casa de Anabella, donde tenía su pensión, yo lo sacaba los fines de semana. Hasta que un día él me dijo que quería irse a un asilo del sindicato de actores y le dijimos que ya, fui con mi hermano, lo dejamos y nos despedimos de él. A los 12 días fue que la tv saca eso y fue horroroso, yo no tenía la culpa de nada. Ya cuando mi papá estaba ahí, que era en SJM, me llaman a decirme que mi papá se había caído, había salido a fumar un cigarro y se cayó porque estaba lloviznando, le dio neumonía y se rompió la cadera. Lo llevaron a un hospital en SJM, yo tomé un taxi a las 5 de la mañana muerta de miedo. Me hice cargo inmediatamente, lo saqué de ahí, se le puse la cadera, luego empezó a andar con bastón. A mí me duele que yo le había hecho a mi papá como un homenaje, ahí nació la idea de juntarme con Ricky, esos ‘periodistas’ que me habían hecho toda la promoción del homenaje, después hablaron así, fue muy terrible para mí. Tuve una depresión de 15 años.
¿Fuiste a terapia?
Si, yo sufrí bastante con eso.
También salieron unas imágenes que tú estabas encerrada en tu departamento...
Sí, solo salía en las noches para irme a trabajar. No quería salir porque me daba vergüenza lo que la gente pensaba. Es imposible que un hijo pueda darle calidad a sus padres sin trabajo, qué hacía yo atendiéndolos yo misma, además tenía a mis hijos chicos. Esa cámara me hizo mucho daño, fue una cámara que se metió a mi casa, yo no tenía idea que había un desagüe y se llenó la casa, yo estaba en la casa y con mi hijo botamos el agua. En el piso 7, que estaba debajo de mi departamento, la señora no estaba y se inundó la casa y me echó la culpa, quería que le pague sus cosas, sus muebles, sus cortinas, yo no le hacía caso porque todo el mundo sabía que no era mi culpa. El portero me avisa que habían subido con cámara, yo abro y se meten, yo me asusté, me puse nerviosa, más la depresión, eran las 12 del día cuando yo empezaba a dormir, me había fumado dos cajetillas de cigarros.
¿Algunas vez has pasado por drogas?
En los años ochentas yo he usado, como muchos compañeros y amigos del barrio. No he sido nunca dependiente de eso, he vivido fuera con gente muy bohemia. Pero después de casarme, de mis hijos, de tener mis nietos, no.
Existe una leyenda urbana que dice que tú tienes todos estos problemas porque estuviste pegada al vicio de la marihuana y de la coca, que tenías problemas de tu nariz por la droga
Eso no fue cierto. Hace unos 15 o 16 años me contrataron para el Día del Trabajo, me contrató un cementerio por el sur, que agasajaba a sus clientes, ellos les dan un día completo para que pasen con tómbola, kermese, juegan fulbito. Yo siempre pido que mis contratos sean a la hora del postre para que me presten atención. Yo llegué, hice mi show, estaban tomados pero se portaron súper bien. Cuando yo termino mis shows había quedado con mi director musical, el hijo de Tito Chicoma, le dije para hacer algo para el final para que la gente no se me amontone para tomar fotos. Hicimos un popurrí de salsas, fui caminando entre la gente para hacer las fotos. Pasé por una mesa, habían dos seguridades conmigo al costado, y estoy con el micrófono con mis lentes de sol, uno se paró de frente a pegarme, el golpe me cayó el brazo pero el micrófono en la cara, los lentes se me incrustaron y salen volando, no sangré. Fue hace 17 años, no todos tenían celular en la mano. Yo me fui corriendo palteada, me fui a la Maison de Santé, querían que me quede pero yo con la ‘noica’ que estaban detrás mío por lo de mi papá, me quise ir.
Lo fui dejando, dejando, seguí trabajando. En qué momento puedo ser una cocainómana para romperme la nariz de esa manera, ni Al Pacino. Si quiero ser grosera, te puedo decir que serían los dos lados, me la metería por los dos. Han pasado los años y yo he trabajado duro y parejo, yo no estoy retirada, no hago televisión pero tengo shows dos veces a la semana, constantemente estoy trabajando. Sí lo he hecho en los años 80. Una vez estábamos el Chuiman, el Pinocho y no sé qué otro y yo porque mis compañeras eran más zanahorias, nos dan las 7 de la mañana y llegó la esposa de Pinocho, la Chabela, y yo me fui y Chabela los resondra, yo regreso porque me había olvidado mi cartera y les digo ‘no me digan que siguen acá, se han quedado hasta esta hora...’. Yo no lo voy a negar, eran los años 80, yo tengo 66 años, fue hace 40 años atrás.
¿Cómo fue esa experiencia en la serie ‘Manimal’ que solo se te vio medio cuerpo?
No me hagas acordar. La citación para los extra era a las 6 de la mañana, ya me veías luchando con el inglés. El protagonista abría la puerta de su carro y bajaba y por ahí pasaba yo. Yo estaba emocionada cuando sale el capítulo y cuando veo solo pasan mis piernas, para colmo en pantalones, ni siquiera enseñándolas.
¿Comenzaste a rozarte con gente diferente?
Sí, he tenido la oportunidad de estar en Nueva York.
¿Ahí conociste a Héctor Lavoe?
A Héctor lo conocí acá, en la feria. Eran los 80. Miento, estoy hablando de Franky. A Héctor lo conozco en Puerto Rico, en Miami y en Nueva York nos volvimos a encontrar. Pero Héctor no se quedaba contigo después del show, seguro se metía sus juerguitas solo. Yo vengo a Perú, estoy con mi asistnte. y nos fuimos a Tumbes, a un show en una peña y el show era con Iván Cruz. Llamé a mi abuela para ver cómo estaba y me dice que me habían llamado varias veces, me dice que era un tal Héctor Lavoe... Hector estaba en la feria, ya había llegado. Mi fui al aeropuerto y volé en la cabina, dejé el show de Iván Cruz para venir a ver a Héctor. De frente me fui al Sheraton, entré al cuarto y Héctor estaba en la ducha, desde ahí me gritó, ‘Pero claro, muchacha, ya llegaste al fin’.
¿No hubo romance con él?
No, para nada, él siempre andaba con alguien, con su pareja, una señora.
¿Cantaban juntos?
Un ratito, muy poco. En las recepciones pero más íntimamente no. Ni en juergas ni románticamente.
¿Y con Frankie cómo fue?
Me invitan a un almuerzo, ahí conocí a Frankie. Estuvimos juntos aquí, en Miami, en Puerto Rico, estuve un tiempo pero no solo yo, no quiero decir que fui el gran amor de Frankie pero fue una bonita aventura, duró bastante tiempo, unos meses.
¿Con Ismael Miranda?
Con Ismael Miranda también, una persona encantadora, hasta el día de hoy. Hace unos años le escribí por Twitter, le dije ‘oye qué te pasa, carajo, no me contestas, crees que te estoy buscando para qué... ya estás viejo’. Al rato me contestan, era su hijo que le manejaba sus redes, le dije ‘ay hijito, yo soy viejita, era un chiste’.
¿Por qué esos romances no prosperaban?
Ellos venían por 8 horitas, eran un choque y fuga.
¿Solo te has enamorado dos veces?
Con el papá de Shantall, fue un amor adolescente, inmaduro, deslumbrante, él era 11 años mayor que yo, rockero, ha trabajado de telonero para los Stones, en Inglaterra. Yo estaba deslumbrada. Y luego, el hombre que me enamoró, fue el papá de mis hijos, es un chico muy tímido, aliancista. Él era jugador de Alianza Lima, campeón 77, 78... lindo, una persona estupenda. Shantall cumple 10 años y se va con su papá para hacer la secundaria allá, cuando tiene 12 yol voy y me quedo y ahí me voy al fútbol a ver a los peruanos jugar y eran un Cueto, a él le decían el ‘genio’. En la época de Alianza en la que él estuvo estaba Cubillas, Sotil, Cueto, tremendos jugadores y él fue prestado al Bata de Bolivia, le decían ‘el bombardero azul’, se daba con la Pepa, que estaba en ese tiempo en Bolivia. Él se llama Carlos Anfonso Lazón. Creo que ese fue el mejor amor que he tenido, un padre extraordinario, él me llevó a conocer a Dios de otra forma y me enseñó a ser madre también, porque tuve a mi hija muy joven, a los 18 años.
¿Por qué te separas con tu primer esposo?
Se enfrió la relación. Me llevaba muchos años y era músico, yo era una niña que me quedaba en la casa, no me daba cuenta de las cosas, sexualmente no sabía nada, me demoré con él para tener relaciones, me daba miedito. Yo cuando me voy a Canadá sola, me demoré bastante, salí embarazada rápido también.
Hace poco te dieron un poco en redes porque dijiste que habías estado con un chico un poco menor que yo...
Hace 40 años, él tenía 16 y yo 26. Todos lo conocían porque el chico paraba ahí, me decía, ‘tengo hambre Betina’, hasta ahora el Chuiman me molesta con eso. Se llamaba Giuseppe. No fue el amor de mi vida pero sí fue algo que me marcó. Tenía 16 años pero sabía más que yo.
¿Has tenido muchos novios?
Sí, he sido bien noviera, han sido romances...
¿Nunca te has metido en una relación?
Creo que sí he llegado a estar con una persona casada, pero no he tenido un romance de días, de meses. Lo siento de verdad, eso ya pasó.
¿Alguna vez estuviste con Teófilo Cubillas?
No, él salía con una amiga mía, Maritza. Él se volvía loco por ella. Ella hacía topples, tenía unos senos preciosos. La he acompañado. Él es súper mayor que yo, otra promoción. También he tenido futbolistas, salí con uno que había sido compañero de equipo de mi esposo. Yo no sabía, lo conocí varios años después.
¿Nunca aseguraste tus piernas?
Nunca. En Canadá hice un comercial, pero era póster, no hay fotos. En el subway hay vallas, hice un comercial para don Perignon, el champagne, con las piernas abiertas en A y la botella adentro, solo se veían las piernas. Fue una experiencia muy linda. No tengo ese recuerdo. Era el año 76 o 77. No me acuerdo si me pagaron bien pero también fue mesera en Estados Unidos, en Puerto Rico fui bartender, inventaba tragos, inventé un trago con fresas congeladas y vodka, pero no salía a cuenta porque no tenía medidas exactas. Se me llenaba de espuma el shop, se quejaban porque nunca estaba helada. Luego trabajé también como waitress (camarera), a cargo tenía 14 meses, iban muchos jueces y abogados a ese lugar. Me caían buenas propinas.
¿Qué es lo más fuerte que un galán te ha ofrecido?
No he tenido ese tipo de hombres que me regalen, enamoren o te inviten al cine, jamás, nunca. Me encantaría, a esta altura de mi vida mucho más.
¿Por qué te haces hincha del Cristal?
Como me botaron del colegio, tuve que irme a otro colegio, más chiquito, el patio era pequeño, no había dónde entrenar y yo era parte del equipo de vóley. No había cancha y el director tenía convenio con la Florida, nos cedieron el espacio para entrenar. Yo tenía 12 años, conocí a Mifflin, a La Torre, a Quiroga, a Del Castillo, para nosotros eran wow, desde ahí soy hincha de Cristal. No sé mucho de fútbol, pero le tengo cariño al club.
¿Qué opinas de Carlos Oneto ‘Pantuflas’?
Mi padre hermoso, era de otra época, como actor, como profesional, lo respeto mucho, se le tiene mucho cariño, súper organizado en sus ensayos, en sus libretos. Pero sin embargo, ya al último me dejó una desazón porque no sé si estaba senil o se hizo, a mí mi papá nunca me volvió a mirar a la cara, eso me hace sentir que él se sintió mal de haber hablado cosas como ‘nunca he estado con ella, no la recuerdo, no sé quién es’. Dentro en mi corazón siento que él no estaba senil, creo que sintió vergüenza o algo así, es una penita que tengo que tengo que trabajarla con mucha oración. A mi papá yo lo amé mucho, pero me dejó mal delante de todos.
¿Bimbo Macedo?
Grandes amigos, él es primo hermano de mi prima hermana, éramos primos, siempre nos tratamos así, mis suegros eran mis tíos. Para mí fue lindo. Al último, después de separados, nos hicimos recontra patas. Incluso en su etapa final del cáncer, que estuvo en la casa de Shantall, yo era la que estaba ahí porque a mi hija le daba pena ver a su papito acabado. Le hacía conversación, también para que mi hija estuviera tranquila.
¿Carlos Lazo?
Hasta ahora estamos juntos porque es un padre extraordinario. Estamos juntos siempre en todas las actividades, tengo el mejor recuerdo de él.
Shantall...
Estoy orgullosísima de ella. A veces ella se preocupa, no sabe si tomó la decisión perfecta de irse con sus hijos... Mis tres hijos son canadienses, mis nietos también. Mi Joel se fue a Canadá cuando terminó su secundaria pero él regresó a Perú
¿Te volverías a casar?
No, ni tener pareja. Puedo tener un amiguito para ir a cenar o al teatro. No tengo un grupo de amistades, tampoco tengo un grupo de compañeros de mi generación, todos son más grandes.
¿Ricky Tosso?
Mi hermano del alma. Lucho Carrizales nos dijo, a partir del homenaje que hicimos para mi papá, que hagamos algo juntos. Yo fui la primera que trabajó en Rústica y con Ricky hemos trabajado casi por el país entero. Flojo, no quería ensayar nunca, me hacía escribir por gusto.
¿Qué piensas del good time?
Ay no, ya no, para perder el tiempo... tremendo hembrón, prefiero quedarme solita, cerradita, no vale la pena. Yo creo que si yo hiciera el amor con alguien, tendría que ser muy rico, muy pasional. Creo que no es mi momento, no me llama la atención, hace más de 15 años no tengo pareja, ni juguetes, la depresión no me deja.
Analí Cabrera
Mi hermana, trabajamos mucho juntas. Voy a contar una para que hablen. Ella era súper zanahoria pero le tocaba compartir camerino conmigo. Ella se cambiaba pelucas, que estaban en el camerino, cuando yo me quedaba sola hacía cositas en el camerino... pero ella después subía a escena con su peluca. Efraín le decía ‘oye, esto es champú de yerbas’, olía a marihuana. Antes, en los 80, eso era normal.
Efraín Aguilar
Dice que yo le debo medio hígado, puede ser cierto. La función era a las 8 y yo llegaba 10 para las ocho. Yo venía caminando por el cine Roma y en la esquina estaba Pinocho, bien al smoking, me quería pegar, me tiraba patadas al aire, no me alcanzaba, lo hacía renegar mucho. Ya no soy así, me pueden contratar
Magaly Medina
La conozco poco, he estado en su programa un par de veces y siempre ha sido muy simpática conmigo. Incluso fue a ver mi show y cuando habló de mí en el 2000, habló muy bonito de mí. Me preguntaba por qué estaba tan flaca y yo siempre me iba por otro lado, era mi preocupación, lo que yo estaba pasando.
Gisela Valcárcel
Con ella hemos compartido bastante. Yo no me considero una vedette, yo era más una comediante, así me considero ahora.
¿Hay amigos en el mundo de la televisión?
Yo creo que sí se puede tener amigos en tu ambiente de trabajo. Tengo buenas amigas, Aurora Granda es mi gran amiga, Nancy Cavagnari también, Gaby Linares también, somos amigas desde el Tío Jhonny. Hay mucha gente amorosa que siempre está pendiente de mí, lo que pasa es que la mayoría es gente mayor que yo.
¿En ese tiempo habían rivalidades con las chicas? ¿se cortaban las panties?
Sí, había mucha rivalidad, pero esas eran las más bagrecitas, esas son las que siguen a nosotras. De mi promoción es Gisela, Amparo, Analí, después ya vinieron otras más chibolas. Yo he sido bien jodida, jodía mucho a Amparo, de celosa. Es que a mí me engreían mucho, tenía mi camerino. Yo la fastidiaba mucho a Amparo de grandota, que potazo, la fastidiaba, ella era seria y yo payasa. Ella se molestaba y daba las quejas. Un día llego y parece que ella se quería ir porque yo la molestaba mucho, entro a mi camerino y no estaban las cosas de Amparo, yo salgo y pregunto por las cosas de Amparo. Le habían dado su camerino, me llevaron y habían hecho un camerino con cortina, con televisor... yo que tenía una pescera que tenía que limpiarla sola... me dijeron ‘ves, modérate’. Pero sin embargo, Amparo está bien pegada a mí en WhatsApp.
¿Con quién no trabajarías?
No, creo que el trabajo es tan bonito e importante para mí que podría trabajar con cualquier persona. Creo que todos tienen un lado positivo, sobre todo sobre el escenario.
¿Qué es lo más loco que has hecho en una noche de juerga?
Decirle a la Chabela que yo no estaba ahí
¿Cuántos días te has juergueado de corrido?
Puede ser dos días, ya el calzón hay que lavarlo pues.
¿Has recibido propuestas indecentes?
Las he hecho, pero de más joven.
¿Si se presenta la oportunidad, con quién te gustaría hacer una escena de amor?
A esta edad se llamaría amor de abuela. Si fuera internacional, me encantaría Alejandro Sanz, Johnny Depp y Robert Downey Jr, tengo fotos de ellos en mi cuarto
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