Como bien sabemos, “Amar es para siempre” se ha consolidado como una de las novelas más aclamadas por los españoles. El estreno de su décima segunda temporada así lo confirma, y como no podría ser de otra forma, te traemos un resumen de lo que fue la primera semana de esta flamante tanda de episodios.
Si ponemos atención a lo que pasó en los últimos episodios de la temporada 11, podremos recordar que Carballo y Andrea lograron decirle adiós a la historia, mientras que Ciriaco y Maribel optaron por alejarse de la Plaza de los Frutos.
Ahora, con la llegada de la temporada 12, se prevé que existan nuevos episodios de amor y traición mientras se avecinan nuevos personajes. ¿Te perdiste de la emisión de la primera semana del 31 de julio al 4 de agosto?
Los primeros capítulos mostraron ciertas diferencias entre Marcelino y Manolita en relación a la dirección del supermercado, mientras que Quintero llega al lugar con una noticia que alegrará a todos: el juzgado declaró nulo su traslado del ocal a Vicente Berrocal, por lo que la mujer regresa a ser la absoluta propietaria del local.
Tras ello, Marcelino decide seguir los planes con su parte de los Berrocales, pero no contaba con la negativa de Crespo. No obstante, luego de dialogar con Alicia por unos minutos, el empresario termina pagando su deuda.
El amorío entre Iván y Ester está destinado a traer diversas complicaciones en la serie. Aunque Iván ha sido responsable de cambiar la actitud de Ester, guarda un oscuro secreto y está involucrado en negocios turbios.
Además, se revela que Iván y Ester tienen un pasado juntos que va más allá del baile, pero decidieron separarse en algún momento. Sin embargo, al regresar, reavivan su romance y llegan a tener una relación íntima.
El reencuentro entre Lola y su hija fue revelador. Después de descubrir la historia oculta de Lola y su conexión con los Quevedo, su llegada al taller familiar la acercó más a sus metas. Sin embargo, antes de lograrlo, tuvo que presenciar la tensa relación entre Elena y Victoria, y también enfrentarse a Román, lo que generó fuertes discusiones.
Durante su conversación con Román, Lola confesó que Victoria no era su única hermana, sino que Malena era su hija. El encuentro no acabó bien, y esto provocó un impacto emocional en Lola, quien cayó en un estado de shock y dejó de comer y dormir adecuadamente, lo que preocupó mucho a su padre, Marcelino.
Román, a pesar de sentir tensión debido a su encuentro con Lola, tomó una decisión importante en su relación con Alicia, la hija de Julio Crespo, socio de los Quevedo. Con una propuesta de matrimonio sincera y la dulce respuesta de “acepto” por parte de Alicia, se vivió un hermoso y emotivo momento.
Sin embargo, la alegría de este momento se vio empañada por la noticia de que Victoria fue nombrada jefa de diseño en Confecciones Quevedo, un puesto que le arrebató a su propia madre, Elena. Esta situación agregó un nuevo giro a la trama y creó tensiones adicionales en el entorno familiar y laboral.
A pesar de ser madre e hija, su relación es muy tensa, y las cosas empeoran cuando el padre, Federico, nombra a la hija como jefa de diseño debido a su éxito con los encargos de Rosaura Andrade. La mujer no duda en enfrentar a su esposo, advirtiéndole que se arrepentirá de su decisión.
En medio de esta situación complicada, la mujer podría encontrar un nuevo aliado en su hijo Román, quien ha sido acusado por su padre durante 15 años de ser el responsable de la muerte de su hermano. Chimo también se une a la causa debido a su devoción por Elena y sus planes para ver caer a Federico, aunque este cuenta con el apoyo de Victoria y Crespo.
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