La periodista Alvina Ruiz tomó con humor la caída que protagonizó, el martes, durante la emisión del noticiero ‘América Noticias: Edición Central’ y dijo que lo único que le duele es el estómago de tanto reírse.
Alvina, el video de tu caída se hizo viral y también la cara que puso Gunter Rave...
Gunter es un profesional. Yo realmente lo admiro mucho porque tener ese temple... yo no sé cómo habría reaccionado, lo que pasa es que todos somos árbitros después del partido. Pero en ese momento no sabes cuál va a ser tu reacción. Sí me ayudó cuando presentó el informe, más bien le costó levantarme porque yo no paraba de reír, ha sido una sola de carcajadas en todo el canal.
¿Y qué paso en los comerciales?
Gunter me miró de reojo y yo estaba riéndome en el piso, y es por eso que él decide seguir porque era algo que no ameritaba preocupación. Cuando nos fuimos a comerciales todos nos estábamos riendo y eso ha sido lo más dramático, continuar con el programa.
¿Qué fue lo que pasó?, se te movió la silla porque desapareciste de pantalla.
Lo que pasa es que cuando hay un incidente, no es una sola cosa si no son varios elementos. Quizás me senté mal, quizás fueron las ruedas de la silla, quizás fue el vestido. Todo confluyó para que terminara en el suelo, ja, ja, ja.
A pesar de las circunstancias fue muy divertido.
Yo lo tomo con humor porque parto del hecho de que nos pasa a todos. Lo que pasa es que yo trabajo en televisión y lo ven más personas, pero todos nos caemos y lo más importante al final es levantarse y sobreponerse, y eso aplica a una caída, a tu vida misma. Está permitido caerse, pero te tienes que levantar y eso sí es obligatorio.
¿Es la primera vez que pasas por una situación como esta en vivo?
Sí, ahora soy parte de los bloopers de incidentes en conductores de televisión, ja, ja, ja.
Felizmente no fue un golpe fuerte, ¿no tuviste ninguna contusión?
Lo único que me duele es el estómago, pero de tanto reírme.
Me imagino que tus amigos te habrán mandado el video y vacilado...
Claro, y también me he reído mucho. En la mañana lo primero que hice fue despertar a mi hija y decirle: ¡Me caí! y nos hemos reído. Pero también he recibido muchos mensajes que sí me han conmovido, que no los esperaba de personas que me dicen: ‘Estaba en el tráfico con estrés y se me fue el estrés’, ‘Amanecí con ansiedad y vi tu video y me comencé a reír’ o una señora que me dice: ‘Tengo muchos días con depresión, pero me arrancaste una sonrisa’. Esos mensajes me hacen pensar que si mi caída provoca eso, pues está bien, me puedo caer mil veces más para que me sigan sonriendo.
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