Estrenamos un nuevo programa. ‘Café con la Chevez’ llega a las plataformas digitales de Trome con una fresca propuesta en la que conocidos y polémicos personajes de la farándula peruana se confiesan y cuentan divertidas anécdotas. El primer invitado es Alfredo Benavides, quien hace revelaciones nunca antes contadas.
El popular ‘Niño Alfredito’ abre su corazón y habla sin tapujos sobre su verdadera relación con Gabriela Serpa, la bomba sexy de ‘JB en ATV’ con quien se le ha relacionado últimamente. ¿Realmente está enamorado? Ahora lo descubriremos.
Además, Alfredo nos habla de sus hermanos Jorge y Christian, su amistad con Ricky Tosso, su larga relación con la hija de Guille y con Roxana Ávalos, la Guardia Serafina, cuando solo tenía 17 años. Empezamos, el café está servido.
¿Por qué no le dices de frente ‘te amo’, ‘te quiero’, ‘estoy enamorado’, ‘me muero por ti’ a Gabriela Serpa?
Hay muchas cosas que la gente no ve, no percibe, no sabe. Por ejemplo, la ‘doctora corazón’, que es la señora Magaly, quiere juntar una pareja. A ella le gusta cómo soy yo y le gusta cómo es Gaby y quiere que nos juntemos. Si no es Gaby, no es otra, eso es lo que percibo. Yo no le digo sí a Gaby porque las circunstancias no se han dado como para eso. Ella tiene una pareja y sale con otra persona. Si en algún momento tuve la intención de invitarla, salió un ampay y mató todo, no la ilusión, sino el poder conocerla más.
¿No han salido antes?
Yo nunca he salido con Gaby a cenar, ni a comer, ni a bailar. He trabajado con ella sí, en algún momento hace muchos años, pero no hemos compartido una cena, ni una salida, ni un cine, ni nada, todo ha sido laboral. A mí nadie me cree que si en algún momento tenía yo la intención de invitarla un lunes, ese lunes salía un ampay de Gabriela teniendo un vínculo con otra persona. Entonces, obviamente, qué voy a invitarla, qué le voy a decir, yo creo que ahí es donde se corta prácticamente todo como un hachazo. Cualquier persona o cualquier hombre se quedaría simplemente callado y no haría nada más.
¿Pero queda en el aire que tú no has perdido el vínculo con Gabriela Serpa?
Dije que la historia no se había terminado porque creo que sí. Así es la vida, se presenta de esa manera. Qué me iba a imaginar yo... si hubiera tenido la intención de tener algo más con Gabriela que ella se iba a meter con otra persona. A lo mejor todo es parte de algo que posiblemente pueda pasar más adelante, no lo sé. A lo mejor ella se pelea con ese chico, ese chico no termina haciendo lo que ella esperaba, pasa algo donde yo tenga que intervenir...
¿Por qué no saliste a defender a Gabriela Serpa tras ser víctima de tocamientos indebidos?
¿Pero defenderla cómo? La única forma que yo hubiera tenido para defenderla es haber estado en Jaén y no estaba allí. Sí he visto lo que pasó, pero también hay que tener mucho cuidado dónde se va. Yo estoy buscando a ese tipo, pienso encontrarlo pronto, es más, posiblemente mañana que termino de grabar viaje a Jaén en búsqueda, tipo el grupo Terna, y lo voy a encontrar, y cuando lo encuentre yo nunca más lo van a encontrar.
Gabriela debería ir acompañada de alguien que la cuide, con seguridad, yo posiblemente, pero lo que pasa que ella también es bien dura, apenas quiere invertir eso. A Gabriela se le cae un sol a un abismo y se gasta 10 mil soles en recuperar ese sol abajo. Es ahorrativa pero eso no justifica... Subir a dos personas encapuchadas con gorro... ya desde ese momento es un error, es totalmente condenable, sé que el Ministerio de la Mujer ha intervenido y espero que ese chico sea capturado y que le caiga todo el peso la ley porque ahí si hay un tema de tocamientos indebidos que se ve a 500 kilómetros de distancia.
¿Tú fuiste el primer colágeno de la historia? ¿Cuántos años tenías cuando estuviste con Roxana Ávalos?
Yo tenía 17 y ella 33. Yo he sido Cristian Zuarez de la época de los 90. Yo era un bebé, era un niño. Es más, yo me peleaba con su hijo, yo iba a la casa y las peleas no eran entre Roxana y yo, eran con su hijo por el Playstation.
¿Ustedes conviven cinco o seis años?
No, nosotros no llegamos a convivir, tuvimos cinco años de relación y no convivimos justamente porque Roxana tenía a Cristofer, que es su hijo. Ellos tenía una muy buena relación y él no me aceptaba. Él tenía su papá, su familia y era era un poquito tirante el tema porque todo el mundo hablaba de eso. Su familia de Roxana, Liliana y Harry, cuando me vieron saliendo del carro, casi se mueren. Decían: ‘pero si es un bebé’.
¿Te enamoraste de Roxana Ávalos?
Claro, imagínate la experiencia que tenía Roxana y, prácticamente, fue mi primera mujer. El tío Antonio Salim me decía que no debía decir eso. Yo perdí mi virginidad con ella, imagínate perder mi virginidad con una persona que me gustaba y encima famosa. Me tenía como marioneta.
¿Por eso es que no te puedes enamorar?
No, eso ya cambió bastante porque después ya tuve mi pareja, la mamá de mis hijos y ella fue más diferente. Pero yo estaba agrandado, tenía experiencia, tenía mucha más edad. Pero no he tenido muchas relaciones, no he sido una persona de un montón de mujeres o relaciones, salidas y todo eso.
Digamos... ¿oficiales? Porque las amigas, las bebitas
Las bebitas no son bebitas. ¿Qué es una bebita? Supuestamente como ahora las han catalogado la señora Magaly y la señora Serpa. Tú vas a una discoteca con un grupo de amigos, una pareja, y comienzan a llegar personas que te conocen y se empiezan a integrar a tu grupo. ¿Bebitas por qué? Son mis amigas que nos reencontramos ahí, compartimos un rato y termino yéndome solo al final. Ahora, mucha suerte si me dicen ‘Alfredo me jalas’...
¿Cómo empieza tu relación con María Fernanda, la madre de tus hijos?
Cuando yo termino con Roxana, fue bien radical. Roxana había tenido una relación bien larga con una persona mucho mayor que ella, que era Juan Guirse, un periodista muy conocido, un tipo muy aficionado la hípica, un tipo que le gustaba mucho el ajedrez, yo lo conocí. Ella en realidad nunca terminó de desligarse de esa persona porque estaba muy agradecida con él. Siempre hubo un vínculo. Cuando me desvinculo de Roxana, ella se vuelve a acercar un poquito a Juan, entonces obviamente yo, en mi calidad de hombre, no hubo siquiera oportunidad de retomar, fue un corte radical.
¿Luego conoces a María Fernanda?
Ahí yo conozco a María Fernanda (Ubierna), tengo una relación con ella y nace mi primer hijo, Giacomo. A mí me cambia totalmente la vida porque yo tenía 24 años. De ahí viene nuestra hija, mi otro hijo. Cuando yo termino mi relación con María Fernanda, después más o menos diez u once años, ellos viajan a Estados Unidos y me dejan solo. Me quedo sin hijos y sin mi ex. Entonces comienzo a irme a Estados Unidos a verlos, viabaja cada mes. No tenía la plata para ir pero me la inventaba. Como grababa cada dos semanas, me quedaba una semana, 15 días. Pensé en un momento quedarme allá, pero no se pudo dar. Me regresé y me di con la sorpresa que mis hijos también se habían regresado. Yo no quería porque veía que allá tenían un mejor futuro, ahora estoy más que feliz de tener a mis hijos cerca y tener una excelente una relación con María Fernanda porque es una excelente mamá.
¿Con María Fernanda la relación fue difícil?
Claro, María Fernández es la hija de ‘Guille’ (Guillermo Ubierna), mi jefe. En algún momento, cuando mi jefe se ha peleado conmigo, me congeló en la televisión, entonces a quién le daba las quejas si no era a la hija (María Fernanda). La hija trataba de interceder por mí para que me descongelen y el papá no quería descongelarme, un montón de cosas que pasaron.
¿Le fuiste infiel a María Fernanda?
He sido tan piña para trampear... cuando yo me meto con María Fernanda, yo dije ‘bacán’ porque ‘Guille’ era hombre y tampoco era una santa paloma, dije ‘me va entender’ y si alguien coquetea conmigo, normal. ¿Qué hace Guille? Contrató a la hija como jefa de producción. Entonces yo me quedo congelado. Tenía que esperarla en la puerta del canal a que ella termine de trabajar para irnos a dormir y, al día siguiente, levantarme a las siete de la mañana para irnos a trabajar. Eso fue durante muchos años, imagínate, qué aburrida mi vida laboral.
¿Fue incómodo?
Cuando entraba un grupo de chicas nuevas al programa ¿A dónde apuntaban? Al más chibolo que era yo. Chibolo, pepón, así bonito. Entonces, cuando se me acercaban, venía María Fernanda y ellas no sabían que era mi pareja y la hija del productor. Roxana también estaba ahí y me imagino que le molestaría que mi pareja la mandonee. Uff, las caras, toda esa incomodidad era la que yo me soplaba. Todas esas experiencias me han servido un montón, ahora me dan risa, pero no han sido cosas normales.
Tú hijo Giacomo es un trome en las redes sociales...
Sí, mi hijo es un trome de verdad y lo ha logrado solo. Me siento súper orgulloso de lo que ha logrado. Hace poco me dedicó un tema por el Día del Padre, una publicación que me ha hecho reír. Son tan creativos, son tan divertidos, por eso tienen lo que tienen.
¿Tú querías que tu hijo Giacomo sea diplomático?
Sí, lo matriculé en la Pre-Católica. Bueno mi hijo estudió en el colegio San George, que antes era San Jorge. Yo le dije: ‘Hijo, tú vas a ser diplomático’ y me dijo ‘Ya, papá’. Entonces terminó el San George y lo metí a la Pre-Católica para que sea abogado y de ahí a escuela diplomática y después te vas de embajador a cualquier país. A las dos semanas estar en la Pre-Católica, me dijo: ‘Creo que el Derecho no es lo mío’. Le dije que estudiara Ingeniería Industrial y me dijo que no, que quería la Escuela de Arte. Cuando me dijo Arte... te juro que me vi... por lo que se ve en el ambiente, aparece gente mala, envidiosa, si encuentras amigos en la farándula es muy poco, vi pasar mis 15 años y dije: ‘Mi hijo, me muero’. Al final ni le puse una excusa, le dije: ‘Lo que quieras ser yo voy a ser feliz’. Ahí influenció mucho Ricky Tosso para que él estudie impro porque él era muy tímido, conoció el mundo el impro, de la actuación y de ahí no paro.
¿Cómo era tu relación con Ricky Tosso?
Mucha gente no sabe que que Ricky era el esposo de María Fernanda. Mucha gente me ha sindicado en algún momento como que yo ‘partí’ a Ricky. Es un mito artístico, mucha gente no me habló inclusive por eso. Cuando Ricky llega de Arequipa a Lima con su esposa y su hijo, lo recepcionamos varias personas, entre ellas Manolo Rojas y yo. No lo conocía, pero me hice muy amigo de él. Era un tipo encantador porque era un genio. Ricky me contó que él venía prácticamente separado de Arequipa. Entró a Risas y Salsa y yo iba a su casa y él se empareja con una bailarina que se llamaba ‘Chio’ y nadie sabía en el elenco que él estaba con esa chica, yo sí porque era su mejor amigo. Él me decía que con María Fernanda ya no tenía nada, que su vínculo era nada más por Stefanito (Tosso). Y Ricky se va a vivir con esta chica Chio.
¿Qué pasó después?
Habrá pasado un año y yo comienzo a frecuentar a María Fernanda, pero no por ella, sino por el hermano de Bayly, el multimillonario que heredó una mina. Él era el grupo de María Fernanda, Cecilia Becerra y yo paraba con ellos. Estando con ellos me enamoro de María Fernanda, ahí comenzamos a salir y comenzamos una relación. Cuando en el canal se enteran, fue un escándalo. Era el año 93, creían que yo me había metido con la mujer de Ricky, se armó un chongazo. La tía Jesús Morales y la tía Teresa Olmos ponían una cara de poto, horrible. Pero lo peor de todo es que un día lo pesco a Ricky como haciéndose la víctima también, pero era para levantarse las que estaban ahí en el elenco. Yo estuve más de 10 años con María Fernanda, tuve tres hijos, Stefano es mi hijo, lo crié yo, lo tuve de un año.
¿Cómo se enteró Ricky de tu romance con María Fernanda?
Cuando Ricky se entera que yo estaba con María Fernanda me cita en un café y me sienta. No me cuadró, pero me dijo: ‘Así que María Fernanda, qué pasó’. Le dije: ‘¿Qué pasó, nada, si tú ya no estás con ella, yo sé tu historia real’. Me dijo: ‘No sabes lo feliz que soy porque tú vas a ser la persona que va criar a mi hijo. Ese era mi mayor temor, pensando quién iba a estar con María Fernanda y mira quién todavía va a estar con María Fernanda. Ahora, te voy decir una cosa, piénsalo.... Gracias porque yo ahorita ya estoy tranquilo’. Después iba al canal y se hacía la víctima.
¿A Gabriela Serpa la conoces desde ‘Bienvenida la Tarde’?
Sí, yo la propuse a Gaby, no la llevé. Gonzalo Burgos, que era el productor, me mostró a un grupo de chicas y me gustó mucho que Gaby estudiara ballet, tiene como 25 años estudiando su carrera de ballet y hasta ahora no acaba. Ya le he dicho, cuando acabes a los 45 años tu carrera de ballet vas a bailar en el Teatro Segura pero cuando ya esté demolido. Pero sí, en Bienvenida la Tarde comenzó ella, la botaron.
¿Por qué botaron a Gabriela Serpa de ‘Bienvenida la Tarde’?
La botan porque se opera y deja de ir al programa como cuatro días y el productor de ese tiempo de Bienvenida la tarde, que era el mejor programa de la tarde, entonces nadie se podía dar el lujo de faltar. Imagínate Gabriela que recién tenía poco tiempo, quería parecerse a las otras chicas, se operó el busto y y la volaron, regresó con su busto y con su busto se fue. Ahí en realidad pasaron miles de anécdotas, miles de cosas.
¿Una anécdota con Carlos Vílchez?
El señor Vílchez dice que me gritaba en el camerino. Mentira, nada qué ver. Vílchez es mantequilla, pura boca. Dice que me gritaba porque hablaba como niño, yo vivía en mi camerino echado hablando como niño con todos porque Laura me había prohibido hablar como niño en el estudio y tenía que calentar mi voz de niño. Vílchez me odiaba, me decía ‘habla bien’ y yo le contestaba como niño. Nunca me insultó, nunca nada, mentira. La única vez que Vílchez voló, que se fue del camerino, se fue hasta del canal, fue un día que se picó en el estudio con Laura porque nadie le daba la razón, no sé qué pasó con un juego no sé, y se picó, pero como loco, como si hubiera perdido Alianza una cosa así.
¿Cómo retomas tu personaje de el ‘Niño Alfredito’?
Retomo mi circo después de tres años, retomo mi personaje del niño Alfredito estoy en hasta emocionado de retomarlo y que la gente vuelva a ver el espectáculo que en algún momento vio y se reventó.
¿Gabriela Serpa no va estar en tu circo?
Mi hermano me ha quitado a Gabriela, mi hermano no tiene códigos tampoco. Por una cuestión de lógica quién debería trabajar con Gabriela en el circo sería yo pues, por una cuestión de coyuntura porque a la gente le gustaría ver a los dos en el escenario, podemos hacer algo gracioso, pero Jorge ya la contrató.
¿Cómo es tu relación con tu hermano, Jorge Benavides?
Mi hermano es un extraterrestre. Para que mi hermano lo sientes acá vas a tener que hablar con Putin, Putin va hablar con el de Ucrania se van a amistar y cuando se amisten los dos van a debatir con él para ver si viene a tu podcast. Mi hermano es recontracomplicado, Jorge tiene una formación más de vida, más laboral. Jorge comenzó muy joven también, es muy casero, no sale de su casa. Jorge prefiere mil veces estar en su casa que salir, a Jorge no lo vas a ver nunca en una discoteca y su compañera tiene que ser prácticamente así o no sé porque nadie le podría seguir el ritmo. Pero ama su trabajo, es un profesional a muerte, es una persona protectora con sus trabajadores lo ha demostrado hace poco. Él vive más para lo que hace que para él, él duerme, se levanta y vive para los demás. Ah, obviamente viaja, se da sus gustos, tiene sus hobbies, pero eso para mí no es divertido, para mi la diversión es la noche.
¿Cómo fue tu relación con tu hermano Christian?
Cristian era el alma del programa. Si a mí me consideran gracioso, que caigo bien, Christian era querido, todo el mundo tiene una anécdota con Christian. Cristian era otro extraterrestre, también de la misma raza de mi hermano Jorge, del mismo planeta. Christian tenía 63 ahijados y a los 63 ahijados los visitaba en su cumpleaños, les llevaba su regalo, les llevaba la sorpresa en Navidad. Cristian se gastaba tres sueldos en diciembre para comprar el regalo a todos sus ahijados. A mí mis dos ahijados me están denunciando por abandono. Es más me acabo de enterar que soy padrino de la hija de Jorge, no me acuerdo.
¿Alguna anécdota de Christian?
Si tú eras su amiga y estabas en tu casa y vivías en Ancón y él en Surco y lo llamabas a las 3 de la mañana porque te sentías mal, a las dos horas y media, te tocaba el timbre y te llevaba tu pastilla. Christian ha sido todo, Jorge perdió la mitad de su vida y eso también me imagino que ha influenciado en que también él se guarde, que sea más casero, pero eso lo marcó bastante. A mí no tanto porque yo quiero pensar... he sentido a mi hermano muchas veces, ya no está, y sé que pasa a otro plano.
¿Alguna experiencia con eso?
Por ejemplo, hace poco falleció mi mamá, ella sufría de Alzheimer y verla postrada sin hablar, a mí me generaba que quería que ella esté con mi hermano. Mi hermano sufrió tanto, yo estuve durmiendo en un cuarto al costado de Christian casi 10 días con mi hermano agonizando, eran ruidos horribles, espantosos, de agonía, de dolor y mi mamá con él. Cuando Christian muere, yo sentí que mi mamá murió con él, la encontré sentada fuera del cuarto y ahí comenzó toda su historia con el Alzheimer. Yo siempre pensé que mi mamá quería irse con su hijo, y que lo que pasó y como se fue degradando su enfermedad era porque mi mamá tenía apuro en irse con su hijo. Cristian mataba y moría por mi mamá y cuando mi mamá muere, que me llama Jorge y me comenta, yo no me entristecí, yo me alegré y dije: ‘Por fin mamá ya está junto engreído’.
¿Sientas pensar cabeza a futuro?
Yo me veo casado con un extranjera que no habla español, sería la única forma que me pase porque sería un reto pues comunicarnos, hablar, solamente sería el idioma del amor. Yo me enamoré en Japón.
No me habías contado eso..
Cuando me fui con Mónica Cabrejos, me enamoré de una rumana que se llamaba Dasha, pero me amenazaron los Yakuza. La conocí en un nightclub, para mí era una película de gangsters, era un karaoke. Se me acercó la rumana con sus ojos celestes y me derretí. Había que cantar una canción pero cantarla en medio del escenario esa era la temática del karaoke y las chicas se paraban a tu costado y te acompañaban en la canción. Canté una de Julio Iglesias. Cuando salí, esperé hasta el último a Dasha, subió a mi carro y de frente, no hablaba español, solo eran señas, ni tuvimos sexo. Me dijo, ‘mañana’ y yo iba pero no entraba, me quedaba en la puerta.
¿Qué pasó después?
Vino un peruano que era parte de los Yakuza y me dijo ‘Alfredo, no te quiero molestar pero ya tú no puedes venir acá’. Le pregunté por qué y le dije, ‘¿Tú sabes quién soy yo?’ Me dijo: ‘Tú eres Alfredo Benavides allá, acá no eres nada. El daño no te lo vamos a hacer a ti, se lo vamos a hacer a ella. Entonces tú no quieres que le hagamos daño, nosotros volvemos a saber que has llamado, el daño es contra ella’. Mónica Cabrejos sabe la historia. Me fui a llorar al hotel, qué será de la vida de esa chica. Mi idea era quedarme en Japón. Mónica se vino y yo me quedé.
¿Cómo te gusta dormir?
Desnudo, es más, soy enemigo mis vecinos por los temblores porque salgo calato, me encanta, un (sismo de) 6.5 en la pista, calato. Cuando hay temblor mis vecinos ya salen con la toalla en la mano para dármela.
¿Cuál es tu primer floro cuando conquistas?
Si conozco una chica, converso con ella más de dos minutos y se ríe, yo creo que esa podría ser mi garantía de que posiblemente pueda pasar algo. Que se sonría o que se ría, nada más, pero una verdadera risa, o sea, hacer sentir a alguien alegre, que se sienta divertida, con eso ya está, la voy a pasar bien.
¿Alguien que te haya dejado un sinsabor en la televisión? ¿Con quién no volverías a trabajar?
No, la verdad que no, ha habido tanta diferencia de edad con las personas que han trabajado conmigo que siempre me han tratado como un hijo. Por ejemplo, de pasar de ser público de Ricky Tosso de su programa en Panamericana a estar en el carro Adolfo Chuiman, un par de años después, siendo prácticamente adoptado como su hijo y llevándome en su casa a tomar un trago. O un Álvaro González (Gayabera sucia) enseñándome su depósito en Lima de 800,000 cachivaches que recogía la calle o un Antonio Salim en su carro contándome las injusticias de la televisión siendo ‘el mejor actor nacional’ o la tía Teresa Olmos haciéndome cambiarle los zapatos porque no podía ni agacharse o la tía Alicia Andrade mentándome la madre, todas esas cosas para mí han sido maravillosas en mi vida.
¿Eres amigo de políticos?
Sí, he tenido amigos políticos, bastante, montones, pero justamente porque se acercan no se acercan. Por ejemplo, Alberto Andrade fue el alcalde de Lima, el mejor alcalde de Lima, ganó la alcaldía de Lima por mí. En esa época, la época de Fujimori, se lanzaba Yoshiyama y él iba ganar porque toda la maquinaria la tenía el partido de Fujimori. Yo imitaba a Andrade con la casaca de Andrade, la oficial y me voy maquillado a la fábrica Alda y lo encuentro mal en su oficina, me dice ‘Hemos perdido, me llegó la encuesta tal cosa y va a ganar Yoshiyama’ y le digo ‘No va ganar Yoshiyama, vamos a ganar nosotros porque hemos hecho un sketch en Risas y Salsa que era el boom, donde Fujimori era Yoshiyama y Yoshiyama era Fujimori, y seguro que vamos a ganar’.
Me dijo: ‘si ganamos, ganamos por ustedes y si ganamos, que se haga una pachamanca en mi casa en Totoritas’. Al día siguiente, ¿a quién llamo primero? A mí, me dijo: ‘Ganamos, carajo’. Nos hizo una pachamanca, en una casa preciosa en Totoritas, tenía un criadero de lisas. Cuando estábamos todos compartiendo, Andrade dice ‘nooooo’... El cholo Willy Hurtado estaba orinando en la Pachamanca, salía humo, meó toda la pachamanca, tuvieron que comprar pollo a la brasa, sacaban los pedazos de carne todos meados y los tiraban al criadero de lisas.
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