
La actriz Natali Zegarra, quien encarna todas las noches a Juanita Zapallal en la serie ‘Al fondo hay sitio’, afirma que su personaje es una chica ‘bandida, coqueta y pícara’. Ella cuenta que es todo lo contrario, pues sale muy poco y no bebe alcohol.
¿Cómo está el ritmo de grabaciones en ‘Al fondo hay sitio’?
Estamos trabajando a toda máquina, dando siempre lo mejor de nosotros. Esperando que el cierre de sea lindo.
El último capítulo siempre es una sorpresa...
Así es, se supera año tras año. Lo guionistas son muy capos, pero todos ponemos un granito de arena y el público lo disfruta.
Tú llegaste con Juanita el año pasado por unos capítulos y te quedaste...
Sí, empecé en agosto del año pasado por seis capítulos y se alargaron a catorce. Juanita se fue por una semana y media, regresé y nunca más me fui.

¿Cómo te trató el público en las primeras semanas?
Al principio era muy juzgada y criticada porque Juanita no se portaba bien, pero ahora se ha ganado el corazón de la gente.
¿Te afectaban las críticas?
Uno no debe tomarse nada personal porque es fácil soltar comentarios detrás de una pantalla. En la calle recibía cariño, pero la gente se acordaba que Juanita era una bandida, me decían ‘te pasas’, me reclamaban con cariño, ja, ja, ja.
¿Cómo describirías a Juanita?
Una bandida, coqueta, pícara, muy alegre.
Hoy está cambiando...
Creo que ella ha tenido una infancia difícil, se ha protegido a sí misma, era egoísta, robaba, hacía cosas no correctas. Ahora comparte, se solidariza, su corazón se ha ido ablandando.
Pero aún sueña con su millonario...
Bueno, le gusta vivir cómodamente y sigue esperando que se le cumpla el sueño.
¿Cómo vives la popularidad de la serie?
Estoy agradecida de que el público reconozca nuestro trabajo, salgo a la calle y me cuentan que se ríen con el personaje; entonces creo que estamos en el camino correcto.
¿Qué cosas en común tienes con tu personaje?
Lo risueña. Yo no era tan pícara, se me ha quedado esa onda, ha aflorado en mí, ja, ja, ja. Siempre he sido juguetona, pero lo coqueta no, es de Juana.

El mundo de Juanita está lleno de colores y ropa apretadita. ¿Así es Natali?
Yo soy todo lo opuesto, pues me visto con ropa oscura, nada llamativa, oversize. Sin embargo, cuando me pongo la ropa de Juanita siento una energía y me está regalando el gusto por los colores vivos.
Tu personaje sueña con encontrar el verdadero amor. ¿A ti cómo te va en la vida real?
Estoy en la etapa de amor propio, enfocada en crear mi mejor versión, en el crecimiento personal. Estoy soltera empoderada, todo lo puedo sola. En algún momento abriré las puertas al amor.
Entonces, no sueñas con el millonario como Juanita...
Ja, ja... No necesito de un millonario, no necesito de nadie, solitas podemos.
¿Qué cualidades destacas de un hombre para poder enamorarte?
Alguien que trabaje, que tenga estabilidad económica, independiente, que vaya a la par conmigo, que tenga aspiraciones de vida y que trabaje en el crecimiento personal... por eso creo que está difícil.
¿Crees eso?
Es difícil encontrar personas que trabajen en el crecimiento personal y es importante, porque todos tenemos traumas de niñez que afloran luego y generan relaciones tóxicas. Yo quiero tener una relación saludable.
Si sales a tomar un café o cenar con un chico, ¿pagarías la cuenta?
Depende. Si él me invita, entonces él paga. Si yo invito, entonces yo lo hago. No tengo problema en eso.
¿Qué opinas de la infidelidad?
He aprendido en la vida que no se puede obligar a nadie a comportarse de manera distinta. Quien lo quiera hacer, lo va a hacer. Si me es infiel no lo quiero en mi vida, le diría ‘ya tomaste tu decisión y abrimos caminos’.
¿Lo perdonarías?
Sí, lo perdonaría, no lo voy a odiar, pero no continuaría con esa persona.
¿Te han sido infiel?
No sé oficialmente, pero vi cosas que no me gustaron, que no me hacen feliz ni vivir tranquila. Con todo lo que he vivido, ahora digo ‘no, gracias’.
También llevas una vida sana...
Sí, trato siempre de comer bien, entreno en el gimnasio cuatro veces por semana. Casi no salgo, no bebo alcohol.
¿Nada de alcohol?
Así es. Me encanta bailar y cuando voy a alguna fiesta parezco la borrachita porque bailo toda la noche sin tomar nada, disfruto bailando.
Cuéntame sobre tu podcast ‘A solo un paso’...
Surge por tanto interés en el crecimiento personal donde los entrevistados cuentan cuál ha sido ese paso que marcó un antes y después en sus vidas. Cómo han podido superar sus miedos, generar hábitos y su crecimiento.
En tu caso, ¿cuál ha sido tu paso más difícil?
El reconocer que tengo valor, empezar a amarme, descubrir que tengo talento. Era muy tímida, tenía problemas para hablar con las personas, no tenía amigos y ahí empezó mi viaje y ese cambio.
En ‘Al fondo hay sitio’ tuviste un reencuentro con Giovanni Ciccia. ¿Cómo fue eso?
Cuando empecé a estudiar actuación decidí involucrarme con el teatro y fui acomodadora del teatro Vargas Llosa por dos años. En ese tiempo Giovanni Ciccia y David Carrillo hacían obras con su productora. Ahí lo conozco, pero hablábamos poco. Años después llego a la serie y nos reencontramos, fue hermoso grabar una escena juntos, no podía creer que era mi compañero.








