La modelo y piloto Aída Martínez calificó como insoportable a Shirley Arica y, por ello, pelearon muchas veces cuando formaron parte del grupo ‘Las Justicieras’. Además, dijo que se arrepiente de haber calificado como ‘malas madres’ a la ‘Chica realidad’ y Tilsa Lozano.
En el podcast ‘Café con la Chévez’, que puede verse en las redes sociales de Trome, la modelo explicó que dejó de frecuentar a Shirley porque su amistad no fue valorada.
“Shirley era insoportable, era chibola, no sé cómo estará ahorita, no hablo muchísimos años con ella. Yo sí soy creída como amiga, creo que valgo muchísimo y la persona que tenga mi amistad está bendecida, yo por una amiga lo doy todo. En su momento di todo por ella y no era recíproco. Ella hacía lo que quería y yo sí respeté ciertos parámetros con el tema de la amistad y me dolió mucho eso. Yo no sé si ella ha cambiado, pero yo sentí que no me valoraba como amiga”, reveló Aída.
¿Por qué dejaron de vivir juntas?
Es que Shirley está loquita. Ella sí es peleonera de corazón, yo no. Si te quieres pelear conmigo te voy a invitar un trago antes de pelear, vamos a agarrarnos a botellazos. Yo siempre te voy a invitar a hablar antes de pelear, pero ella sí es más peleonera y lo ha demostrado nacional e internacionalmente. Por eso le funciona muy bien el tema del reality. La felicito y me parece excelente lo que está haciendo.
Cuando haces cosas que luego te pasan la factura, te arrepientes después...
Sí, me ha pasado con Tilsa y con Shirley Arica. Ellas fueron mamás antes que yo y cualquier pregunta que me hacían relacionada a ellas, porque una se fue de juerga o la otra la acusaron por un tema con sus hijos, yo salía a opinar, pero no era mi pensamiento real sino era mi pensamiento manipulado por algún productor. Decía algo referente a la maternidad, como ‘mala madre’, y después cuando yo di a luz y la gente se metía con mi maternidad, dije ‘a la miércoles, qué doloroso es esto’. De eso siempre me arrepiento y cuando las vea les voy a decir ‘discúlpenme’ porque sería muy estúpido de mi parte no reconocer que estuve mal en ese tiempo.
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