Tula Rodríguez pasa sus días de cuarentena junto a su hija Valentina (11) y su papá Pedro Rodríguez (78), más conocido como ‘don Tulo’, y aconseja a quienes como ella comparten este aislamiento con un adulto mayor, darles amor y no hacerles sentir que están en el último lugar, sino que son importantes.
“Cuando aún se podía salir lo llevé para que le pongan la vacuna del neumococo, a los dos días prohibieron las salidas. Y como es adulto mayor toma sus medicinas; felizmente le compré (pastillas) por un mes y si falta algo salgo a hacer las compras”, contó.
Un adulto mayor es como un niño, hay que entenderlo, distraerlo...
Totalmente. Además, se aburren y tienen su carácter. Pero bueno, conversamos un montón y me cuenta las mismas historias de cuando trabajaba, de sus amigos de colegio, que vivía en el Rímac, que antes era el más bacán, que tenía su ‘jale’. Y también hago que me ayude en casa, así lo mantengo activo.
Tiene ciertas responsabilidades...
Claro, pero él es de otra generación y con mis hermanas le decimos que debe dar el ejemplo, no pretendo que Valentina vea que el hombre se sienta y la mujer lo atiende. Entonces, trapeamos, barremos, mi papá se encarga de limpiar la terraza, yo la sala y el comedor, Valentina me ayuda con los cuartos, cada uno se encarga de tender su cama. Vemos los noticieros, leemos el Trome y le gusta que le ponga sus películas de antes, su kung fu.
Se ha convertido en tu cómplice...
Si, también bailamos. A él no le gusta, pero lo agarro al sentimiento y le digo: ‘quiero bailar, hace tiempo que no salgo. Si no está Javier, tú me tienes que abrazar’ y responde: Ya hija, ya. Por ahí lo agarro, hay que saber llevar a los abuelitos. Ahora soy cabeza de familia, pero para ellos tampoco debe ser fácil sentir que dependen de los hijos.
Por los videos que subes a tus redes sociales, hemos visto que ‘don Tulo’ tiene su carácter.
Sí, él es genuino, pero hay que tenerle paciencia. A los años y a las canas hay que respetarlas.
Ellos de niños nos cuidaban, ahora nos toca cuidarlos.
Así es. Hay que hacerles sentir que no están en el último lugar; al contrario, que se sientan importantes. Imagínate, con la situación que vivo mi papá es importantísimo en mi casa, para Valentina, para mí. Cuando tengo ganas de llorar abrazo a mi papá o llamo a mi mamá.
¿Se llevan bien?
Sí, a veces nos ‘mechamos’, pero en el aspecto bonito. Mi papá es cuadriculado, criado a la antigua, pero es buena onda y acá andamos juntos, acompañándonos, cuidándonos.
¿Le molesta que le digan ‘don Tulo’ o ya se acostumbró?
Al principio sí, me decía ‘me has quitado mi nombre’, pero ya lo asumió, ahora es ‘don Tulo’.
¿Se engríe contigo?
Todo el tiempo y me llama para preguntarme dónde estoy, a qué hora llego, ja, ja, ja.
¿Te chequea?
Sí, como desde hace un buen tiempo no salgo a ningún lado porque no tengo nada que celebrar. Cuando quedo en tomarme un café con una amiga me llama para preguntarme dónde estoy, con quién estoy, a qué hora llego, si no va y me deja.
¿En serio?
Cuando he tenido alguna reunión, intento que sea por mi zona. Entonces nos vamos caminando. Una vez, tuve una reunión de colegio, la hicieron en un café y todas las mamás se mataban de la risa porque llegaba con mi papá. Antes no lo hacía, pero después de lo que pasó con Javier va conmigo y me deja.
A lo mejor intenta ser un apoyo para ti, hacerte sentir que no estás sola en ese aspecto...
Sí...
Gracias a ti ‘don Tulo’ es súper conocido en las redes...
Lo aman, qué bárbaro… donde salen fotos de él haciendo algo le dan más ‘likes’ que en las fotos en las que salgo sola, ja, ja, ja. Él es simple, sencillo, al adulto mayor no necesitas darle muchas cosas para que sea feliz, solo un abrazo.
¿Qué mensaje le darías a las personas que, en esta cuarentena, conviven con un adulto mayor?
Hay que darles amor, porque cuando partan te vas quedar con la tranquilidad de que cumpliste con tus padres, con tus abuelos, aunque hayas cometido errores, porque somos seres humanos. Si das amor, recibes amor.