Si hay que nombrar a una artista todo terreno y multifacética, sin duda alguna es Tati Alcántara. Canta, baila, actúa, modela y hasta escribe poesía. Se hizo conocida con la novela ‘Besos robados’ y luego dio un giro para dedicarse de lleno al baile y al teatro. Tiene su propia compañía de baile y confiesa que, aún con miedo, asume los retos como solo una campeona lo sabe hacer.
Tati, eres una artista todo terreno, cantas, bailas, actúas, ¿en qué momento descubriste que querías ser artista?
Con el baile creo que lo sabía desde muy chiquita, pero obviamente no sabía que iba a dedicarme a esto. Mi mamá me cuenta que desde bebé me ponían música y yo me movía y movía.
Empezaste con el baile entonces...
Ellos me pusieron a clase de ballet y de hecho no me gustaba tanto porque yo siempre he sido más activa. Y en ese momento me sentía un poco limitada porque el ballet es un proceso súper largo. Entonces, descubro que junto a mi casa había una escuela de folclore y le dije a mis papás que quería entrar. Me metieron y olvídate, fue lo máximo.
¿Qué danzas folclóricas bailaste?
Primero hice marinera limeña y luego todo. Siempre me pasa lo mismo, me meto a algo y me encierro ahí. Luego fue norteña, puneña, festejo, huaylas. De hecho, mis primeras presentaciones eran de folclore. En el colegio yo siempre bailaba marinera.
Supongo que en el colegio eras una niña super divertida, que está donde revienta el cuete...
No, no, era una lorna ja,ja,ja. Era súper tímida. De hecho, yo misma me sorprendo cómo podía pararme en el escenario a bailar porque de verdad era bien tímida. En los exámenes orales yo me perdía, se me bajaba la presión, sudaba, era horrible. Pero en el escenario me transformaba.
He leído que por tus venas corre sangre Vallejiana...
Es cierto, sí. Mi papá es Carlos Alcántara Vallejo. Mi abuela era su sobrina y él iba con su esposa Georgette a comer a la casa, contaba historia, anécdotas, hace mil años obviamente. Uff hay un montón de recuerdos que compartía con mi papá y mis tíos.
Entre artistas se entienden, ¿heredaste su talento para escribir?
Un poco, escribo pensamientos, poemas, cosas que me nacen en momentos especiales...
Eso quiere decir que podrías publicar un libro de relatos...
Quién sabe, quién sabe. Mira cuando yo estaba en la Universidad de Lima, no sabía que especialidad de Comunicaciones seguir y primero me metí a Periodismo. Y fui a hacer mis prácticas a un periódico local. Escribí un par de crónicas y las publicaron. De hecho mis papás todavía dicen ‘Yo pensé que tú serías una gran periodista’ ja,ja,ja.
Hablando de eso, ¿fue muy complicado decirles que ya no querías seguir en la carrera sino ser bailarina?
Sí, fue muy difícil. En plena carrera yo ya sabía que quería ser bailarina. Aunque Ciencias de la Comunicación está muy relacionado, yo quería bailar. Tú me veías metida en el taller de danza de la universidad todo el tiempo y ya teníamos presentaciones.
Era tu mundo...
Amaba eso, decía ‘quiero hacer esto todo el día’, ‘quiero seguir entrenando’, ‘quiero mejorar’. Y en medio de la carrera le dije a mi papá ‘Quiero dedicarme al baile’ y obviamente me respondió ‘¡Qué! ¡Cómo se te ocurre! Primero termina la carrera y luego haces lo que quieres’ y yo le dije ‘¿De verdad me estás diciendo?’ y me dijo que sí. Entonces tomé su palabra, le entregué el cartón y ya. Aunque en realidad gracias a Dios porque en esta carrera nunca se sabe si te irá bien o no.
Menos en este país...
Así es, lamentablemente.
Retrocedamos a tu infancia, ¿algún recuerdo que guardes con mucho cariño?
A ver, mi mamá es de Irlanda, entonces recuerdo que cuando era chiquita, tenía 5 años creo, fuimos a Irlanda y fue muy bonito porque conocí a todos mis primos, a la familia, fue muy bonito ese viaje. Tengo recuerdos maravillosos. Fue mi primer contacto con mi familia irlandesa.
¿Qué aprendiste de tus papás?, ¿qué lecciones te dejaron para la vida?
Uff, muchísimas. Mi mamá es una guerrera, un roble, lo dejó todo por amor. Vino al Perú a vivir con mi papá. Fue difícil para ella dejar todo. Además es práctica con sus decisiones.
No como nosotros los latinos...
Que le metemos mas sentimiento, nos cuesta, nos duele ja,ja,ja.
Somos pasionales y emotivos...
Somos dramáticos en realidad ja,ja,ja. Ella en una nomás resuelve.
¿Y qué aprendiste de tu papá?
Él es muy trabajador, un caballero. Siempre me ha enseñado a hacer las cosas de forma correcta. Es súper positivo, toda la vida recurrió a la filosofía, medita desde hace años, hace yoga, está súper relacionado con su centro y eso lo tengo yo también.
Hablas con mucho cariño de él...
Él siempre me motiva, es como mi motorcito ahí atrás que cualquier cosa que sucede en mi carrera, en mi empresa, en mi vida, él está como ‘Vamos Tati, tú puedes, esta es una prueba más’. Nunca lo voy a escuchar decir ‘Pucha, sí pues, tienes razón, esto no debería ser así'. Con él no son las quejas, sino ‘vamos a agarrar al toro por las astas y pensar positivamente, siempre para mejor y hacia adelante’. Creo que tengo dos grandes influencias y ejemplos en mi vida muy importantes.
¿Eres pasional o práctica como tu mamá?
No, yo soy super pasional, sensible, lloro con facilidad. Mira, ahorita voy a llorar ja,ja,ja. No, mentira. Creo que eso me ha ayudado en mi vida profesional.
El momento más difícil que has vivido hasta hoy...
Creo que el tema de la pandemia fue bien duro porque no teníamos trabajo muchos artistas. Fue como un pare definitivo y no sabías que venía después. Porque digamos que el resto de trabajos, más o menos, se mantenían de alguna manera, pero para nosotros fue un corte total. Mi escuela cerró completamente, yo tenía tres sedes en ese momento y tuve que cerrarlas, devolver los ambientes de los locales y sabe Dios que iba a pasar.
Dicen que el baila cura mente, cuerpo y alma, ¿crees eso?
Sí, claro, yo siempre lo digo. El baile ha sido mi terapia, mi oxígeno, mi todo. Además mover el cuerpo sana, libera, hace que saques lo que guardas ahí muy dentro. Creo que sin saberlo, de chiquita yo necesitaba eso. Además una también viene cargando cosas de la infancia, de sus antepasados, de las otras vidas, yo creo mucho en eso. Gracias a Dios encontré en el baile esa liberación. Mi cuerpo necesita tener un escape artístico, porque sino no me siento bien.
¿El arte te ha salvado?
Sí, muchísimas veces. Recuerdo una presentación de la universidad que yo estaba súper mal por algo que no recuerdo, súper triste, mal, mal, pero tenía que bailar. Recuerdo que un profesor muy sabio me dijo ‘Utiliza todo eso y plásmalo en la danza’. Y me ayudó un montón. Es que el arte es eso, es expresar con todas sus formas.
Estuviste en Broadway (cuna del teatro musical en el mundo), cuéntanos eso...
Siempre fue mi sueño ir a la escuela de Broadway, y aproveché que mi hermana estaba trabajando allá. Tomé algunas clases y fue un sueño cuando llegué. No lo podía creer. Salones enormes, de vidrio, en cada salón había un género distinto. Me hubiera encantado quedarme pero tuve que regresar.
Tus primeras apariciones fueron en comerciales en la tele, ¿eso te motivó a dedicarte a la actuación?
Es que sin saberlo ya estaba actuando, aunque hubiera guion también había que aprender algo. Y fue super difícil entrar. Claro, pero una vez que cogí una, vino una racha de comerciales increíble.
¿Cómo llegaste a ‘Besos robados’?
Por Arturo Chumbe, porque él fue mi pareja de baile por mucho tiempo y un día me presentó a Manolo de la productora ‘Iguana’. Entonces me hizo un casting, pero este casting no era para entrar a la telenovela, sino para reunir a un grupo de chicos y prepararlos y puedan ingresar a la novela si es que iba todo bien en el proceso. Pasé el proceso y me dieron el papel de ‘Sandra’, uno de los protagónicos junto a Stephanie Cayo, yo era su mejor amiga en la novela.
¿Alguna anécdota que recuerdes de las grabaciones o las actrices?
Pucha, era bien duro ah, las grabaciones, todo, era fuerte. Recuerdo que yo ya estaba bailando en eventos y tenía presentaciones, quería escaparme pero tenía que estar en la novela, a pesar de que muchas veces no estaba grabando. Estar sentada esperando. Pero fue muy bonito, ahí conocí a María Angélica Vega, que fue mi madre en la novela y hasta ahora le sigo diciendo madre ja,ja,ja. Fue lo máximo, aprendí muchísimo de ella, formamos una hermosa relación. Nos queríamos mucho y realmente me sentí acogida por ella. En la vida real también teníamos esa relación ‘madre e hija’. Conocí muchos amigos también, fue muy bonito una linda experiencia.
¿Sigues teniendo contacto con alguna de las chicas?, ¿Con Stephanie Cayo?
No, no, con Stephanie no, pero con Katia Salazar sí seguimos en contacto, con Diego Alonso Pérez, que fue mi enamorado por varios años. Nos conocimos en la novela y tuvimos una relación bien larga. Ahora somos amigos, por supuesto.
Eso quiere decir que sí crees que dos ex pueden ser amigos...
Sí, claro, por supuesto. Yo soy amiga. Al menos que se haya portada fatal. Por ahí tengo un par que no quiero ver ni en pintura ja,ja,ja. Pero si ha sido una relación bonita, honesta y se acaba por diferentes motivos, yo sí soy amiga. Además hemos compartido tantas cosas. Fue una persona importante en mi vida y cortar así todo mmmm no.
¿Has pensado regresar a las telenovelas?
Sí me gustaría. Es otro ‘feeling’. Yo amo el teatro musical porque puedo hacer mis tres pasiones, cantar, actuar y bailar. El contacto es directo, sientes la respuesta del público. Entonces eso te contagia y motiva más. Hay muchas anécdotas, bromas, lapsus, ja,ja,ja.
Regresando a ‘Besos robados’, ¿te animarías a hacer ‘Besos robados 20 años después’?
Sería lo máximo, ¿no? Uf alucinante. Porque además ‘Besos robados’ era el remake de Carmín. Bastante gente se acuerda de la novela, es increíble. Cantábamos, bailábamos, y en ese entonces no habían muchas novelas así.
¿Es cierto que Pedro Suárez Vertiz fue tu amor platónico?
Ja,ja,ja, qué buena. Siempre lo digo y luego pienso ‘pucha no vaya a malinterpretarse’ ja,ja,ja. Tenía que ver con la admiración en realidad. El grupo era top, imagínate. Y él era súper simpático.
¿Llegaste a cantar con él?
O sea no cantar con él, pero él era el director de Red zafiro, entonces siempre teníamos contacto. Y de hecho él iba a un dentista al costado de mi casa en San Borja. Y como sabía que yo vivía ahí y también sabía que tenía un piano en mi casa, tocaba la puerta y entraba a tocar el piano, conocer a mi mamá. Es lo máximo, nos hicimos patas.
Con todo eso cómo no puede ser tu amor platónico...
Qué buena ja,ja,ja. No, pero él ya estaba casadísimo. Antes de conocerlo era como ‘wow mira qué lindo’ pero luego cuando lo conocí ni por aquí se me ocurriría algo. Era un honor poder trabajar con él, una admiración total. Todo fue muy bonito, con mucho respeto y admiración.
Y ahora que él ha regresado a la música gracias a la Inteligencia Artificial, ¿te gustaría armar algo con él?
Uy me encantaría, claro que sí. Yo lo admiro mucho. Ha sido un referente importante en la música. Obviamente cuando se enfermó todo fue muy triste. Pero él sigue adelante y eso es un gran ejemplo para todos.
Es de los pocos artistas de pies a cabeza, que además ha marcado varias generaciones...
Y hasta ahora se mantiene, su música no va a pasar de moda jamás.
Al inicio mencionabas que tu mamá lo dejó todo por amor, ¿tú también o eres más estratégica?
Ja,ja,ja. Puede ser que haya apostado todo por amor, si, eso. Mira, yo me casé, soy divorciada. Mucha gente no sabe eso. Y conocí a mi ex que era español y fue muy rápido todo, un amor a primera vista. Fuimos juntos a su país y no teníamos mucho tiempo de conocernos. Entonces creo que aposté todo por amor, efectivamente, confiando, movida por mis emociones.
¿Qué los orilló al divorcio?
Muchas cosas, simplemente no funcionó.
¿Conflictos?
Sí, al final no éramos tan compatibles como lo habíamos pensado.
¿Fue una decisión difícil?
Sí, definitivamente. Pero creo que fue la mejor decisión.
¿Alguna vez has perdonado una infidelidad?
Pucha, es una infidelidad caleta ja,ja,ja. Me enteré después y estábamos en un break, entonces quiero pensar que tomé la decisión correcta. Aunque si me pasara ahorita, ni hablar, no hay forma. Él mismo me contó lo que había pasado.
Al menos tuvo la valentía de contarlo...
Sí, es verdad. Uf yo estaba muy enamorada y él también. Solo que fue un.... sin palabras.
¿Y tú has tenido esta tentación de sacar los pies del plato?
No, no, para nada, la verdad es que cuando yo estoy enamorada soy fiel al 100%. No miro a los costados. Yo decido apostar por la relación porque estoy totalmente segura, sino prefiero seguir conociendo a la persona, ir saliendo, ver qué pasa.
¿Y ahorita estás en una relación?
Estoy conociendo a alguien, contenta y esperando que todo vaya bien.
Eres de las pocas artistas que nunca tuvo la necesidad de meterse en escándalos para hacerse conocida...
Es que no es mi personalidad, no podría simplemente. De hecho, creo que eso me ha jugado en contra en algunos momentos porque acá lamentablemente el artista que de arte mucho no tienen ja,ja,ja. Los llaman artistas por el escándalo más que por el arte.
Dices que te ha jugado en contra...
Mira yo no soy escandalosa, nunca lo he sido, pero me acuerdo, por soltar un ejemplo, cuando estaba en El Gran Show, ahí lo que más quieren es el rating pues y todo el escándalo que puedas causar, y me decían ‘Tati pucha pero tú tienes que hacer algo pues, métete con tu bailarín, algo, cualquier cosa’.
¿Producción te decía eso?
Ojo que no fueron los de la producción ah, sino amigos de afuera. Y yo decía ‘Qué, no, no puedo, no hay manera, no puedo hacer eso, ni siquiera se me cruzaría por la cabeza’. Es que jamás se me ocurriría hacer escándalo de una mentira, no es mi onda, nunca lo ha sido. Yo quiero y agradezco a las personas que me reconocen por mi arte y eso es lo único que puedo dar de manera sincera y honesta.
¿Cómo ves la industria del teatro en el país?
Ha crecido mucho en cuanto a distintas propuestas. Por ejemplo, en esta premiación de Oficio Crítico que todos los años saca nominaciones, hay muchísimas obras que yo ni siquiera me había enterado que habían estado durante el año. Claro, lo que ha variado y con pena es la cantidad de tiempo que estamos en cartelera. Por ejemplo, yo con ‘Mamá está más chiquita’ hemos estado un mes, de un teatro a otro. Y es poquísimo. Mucha gente no se enteró porque es tan rápida la temporada que cuando te enteraste ya acabó.
Eso afecta a los artistas...
Claro, tiene sus pro y sus contras para los actores, porque antes era más estable, podías estar en una producción que podía durar tres meses, y si iba bien, tenías tres meses más, entonces por lo menos ya tenías la mitad de año asegurada de trabajo.
¿Y cómo es ahora?
Pero ahora es un mes máximo, lo bueno es que hay más cabida para distintas propuestas, pero para la estabilidad económica de los artistas no.
Como la frase ‘amor al arte’...
Sí, siempre ja,ja,ja. Pero ya no quiero repetir eso porque creo mucho en los decretos, pero hasta ahora ha sido más o menos así. Claro también han habido grandes producciones como los grandes musicales tipo ‘Grease’, ‘Chicago’, que he participado gracias a Dios. Tenían muchos bailarines, se tenía que comprar los derechos, cosa que ahora no se hace tanto. Ahí era otra realidad, había un poco más de estabilidad y seguridad en ese sentido. La pandemia también cambió todo.
Para cerrar, ¿quién es Tati Alcántara?
Es una agradecida de la vida. Yo agradezco cuando me despierto, antes de dormir, porque valoro absolutamente todo lo que me ocurre en el día. Tengo plena confianza en Dios y el universo que todo sucede siempre para bien. Soy positiva, alegre, divertida, ocurrente. Me encanta, me siento bendecida y agradezco mucho por poder vivir del arte, de mis pasiones. Intento transmitir en cada oportunidad que tengo artística algún sentimiento, alguna emoción al público que me ve. Intento generar cosas bonitas en los demás. Soy sincera y honesta. Eso es Tati Alcántara.
PING PONG CON TATI ALCÁNTARA
¿Tres palabras que te definan?
Feliz, apasionada y auténtica.
¿Un defecto que no toleras?
La hipocresía.
Un sueño cumplido...
Ser protagonista de mis musicales favoritos como ‘Chicago’, ‘Grease’ y ‘La bella y la bestia’.
¿Quiénes son tus héroes en la vida real?
Mis papás. Mi mamá es una guerrera, un roble, dejó todo por amor. Y mi papá es superpositivo, es mi motorcito que va a mi lado.
¿Tienes manías o pequeñas obsesiones?
Fui muy perfeccionista.
Tres canciones que te motiven un lunes en la mañana...
‘Mejor que ayer’ de Diego Torres, ‘Creo en mí’ de Natalia Jiménez y ‘I wanna dance with somebody’ de Whitney Houston.
¿Qué te gustaría saber del futuro?
Los números de la Tinka, ja, ja, ja.
Tu mayor miedo es...
La muerte.
¿Cómo se llamaría la película sobre tu vida?
La felicidad a través del arte.
¿Cómo celebras Navidad?
A la irlandesa, porque mi mamá es de allá. Y el 25 con un almuerzo familiar.
¿Tienes cábalas para Año Nuevo?
Sí, toditas, ja, ja, ja. Calzón rojo, amarillo, uvas, lentejas, maletas, todo.
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