Primero hay que decir que Sing Street (disponible en ) no es solo una película sobre un muchacho que conquista a una chica con canciones. El film de John Carney funciona correctamente porque articula muy bien los temas que toca: música, amor, amigos, nostalgia y hermanos. Es la forma en cómo se desarrollan estos puntos los que hacen que este relato se aleje de cintas como Escuela de rock, que es más bien una comedia musical.

Si bien al inicio el protagonista Conor (Ferdia Walsh-Peelo) ve a la música como una salida a sus problemas familiares, enseguida descubrirá que la música puede darle más que eso. Ser más que un escape o una luz al final del camino. Entonces aparece Raphina (Lucy Boynton), una aspirante a modelo, que lo cautivará a primera vista.

Para impresionar a Raphina, Conor formará una banda de rock con algunos compañeros de su nuevo colegio, en el que sufre bullying por parte de un adolescente violento y hasta por las mismas autoridades de la institución: los curas. De esta manera, Sing Street también es una crítica a la educación que se imparte en algunos colegios religiosos.

Los devenires del primer amor empujan a Conor a la creación y es ahí donde Sing Street se vuelve más estimulante, musical y efectiva. Pero esto no es posible sin su hermano mayor, Brendan (Jack Reynor), un melómano que acaba de ser expulsado de la universidad, y que aparentemente no tiene aspiraciones en la vida. Brendan es la clave en todo el relato, pues se ve reflejado en Conor, quien más adelante adoptará el nombre de Cosmo.

Las charlas sobre la música del momento -la historia se sitúa en Dublín en 1980- entre Brendan y Cosmo serán el disfrute de cualquier seguidor de Duran Duran, The Cure o The Jam. Es por eso que es imposible pasar desapercibido su soundtrack. Lo más probable es que las canciones de Sing Street sigan sonando en tu cabeza días después de haber visto la película.

Cosmo atravesará enriquecedoras etapas musicales con su banda. Para entonces, ya habrá logrado que Raphina lo deje de ver como “un niño” y la rebeldía, estandarte del rock, habrá calado en él profundamente. No hay lugar a lo forzado en Sing Street. Es entretenida y eso también se debe a su ritmo narrativo.

La transformación de Cosmo, influenciado por la rebeldía de la música de la época, puede sonar a cliché, sin embargo, al final, la narración de Sing street logra ser coherente y realista.

Más allá de lo idealista e inocente que puede ser al inicio, Sing Street no es la historia de un adolescente que supera sus problemas gracias a la música, tampoco una mera celebración al rock de los 80s, sino una forma acertada de decir que, en la vida debemos hacer lo que nos gusta. Debemos arriesgarnos. Creer en ello.

Sing Street, disponible en Netflix, fue nominada a Mejor película en la categoría Comedia/musical en los Globo de Oro de 2016 y se alzó como ganadora a Mejor soundtrack en los Premios de la Crítica Cinematográfica. 

Escucha el soundtrack de Sing Street .

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