Sheyla Rojas ha empezado a escribir una nueva historia luego de estar en el ‘ojo de la tormenta’, pues dejó el llanto para ir hacia adelante sin victimizarse o hacerse ‘la calzón con bobos’. Aprendió de esta experiencia que no todos son sus amigos y está convencida de que el ‘ensañamiento’ hacia ella se dio por ‘sacar’ de contexto frases como ‘que me deje coja, sino next’, que la relacionaban con el futbolista Luis Advíncula.
De hecho fueron momentos muy difíciles, me sentí, al igual que mi familia, vulnerada y aprendí a tener muchísimo cuidado, ahora soy menos confiada.
No me gusta victimizarme, entiendo cómo es el medio del espectáculo, pero definitivamente esto pasó los límites, el grado de maldad, ensañamiento y las cosas que se dijeron fueron muy fuertes porque no solo fue un maltrato psicológico para mí, también para mi familia. Nadie tiene derecho de juzgar absolutamente a nadie, porque nadie es ejemplo de nadie (se quiebra).
Por supuesto que muchas veces me he quebrado, obviamente es un proceso difícil, un trance duro, no solamente se han metido con mi trabajo, también con mi integridad como mujer, persona, señalándome de una manera que no se lo deseo a nadie. No se debe permitir eso nunca más y menos en estos tiempos, porque no se puede tirar la piedra y esconder la mano, por eso he tomado acciones con mis abogados e iré hasta el final.
Te soy sincera, tengo conversaciones con mis amigas que, incluso, son más fuertes. La gente que me conoce sabe que lo digo de manera graciosa y divertida, jamás con ese grado de maldad como lo quisieron dar a entender. Al principio creo que la gente también se quedó en shock, pero con el tiempo lo tomó de la manera como fue, con diversión. Vi que hasta niños hacían ‘TikTok’, como lo dieron a entender fue el problema.
Mira, no me hago la ‘calzón con bobos’ porque no lo soy. Soy una mujer que, como cualquier otra, tiene la libertad y las ganas de expresarse como desea, los hombres también lo hacen. A estas alturas no hay por qué alarmarnos, lo malo es sacar de contexto eso.
Exacto, daban a entender que usaba mis redes sociales para venderme. Todas las mujeres tenemos la libertad de que si nos sentimos lindas o regias expresarlo en las redes sociales; en este caso he visto que Magaly (Medina) también se muestra en bikini, con vestidos cortitos, escotes y eso no la hace menos mujer o más mujer que cualquier otra. Que yo use un calzón rojo a la gente no le da el derecho de juzgarme, criticarme o abusar de mí, ya tenemos que quitarnos ese chip tanto hombres como mujeres.
No tengo nada que hablar de él, lo que haya pasado con la amistad de él y yo es un tema que no quiero tocar, pueden decir muchas cosas, solo yo sé la verdad y ya está.
Es importante aclarar que jamás he negado a Luis. Sucede que me preguntaron por Instagram sobre el chat de un grupo de futbolistas en los que mencionaban a Farfán y a otros involucrados en esa conversación, y respondí que no los conocía, pero fue por el chat, no por él.
No tengo por qué decirlo, sé los amigos que tengo, eso queda para mí.
Se han dicho muchas cosas de mí: ‘que te metes con el jeque árabe y maridos millonarios’ y lo he tomado de manera graciosa, tengo mucha correa, estoy bañada en aceite. Al principio sí me afectaba, pero después me di cuenta de que prefiero que piensen que soy como difícil o inalcanzable, porque a veces he entregado mi corazón y se han aprovechado.
Siempre he sido una mujer de trabajo, desde chica lo hacía para pagarme la universidad, gracias a Dios me siguen entrando campañas y me estoy manteniendo con mis ahorros.
Mira, lo tomo de manera positiva, sé que se hizo viral el tema. Agradezco el apoyo de la gente que entendió el contexto de la conversación, ¡cómo no reírme!
No lo he bailado, pero sí he visto los videos y agradezco el apoyo de muchas mujeres y mamás.
Sí, y las chicas que se caracterizaban con sus pelos rubios me etiquetaban, solo puedo decir que nadie tiene por qué sentirse mal de disfrutar la vida de manera como desee, eso sí, con responsabilidad.
A nadie, todo se lo dejo a Dios, no me gusta estar en problemas, se han metido conmigo tantas veces que volteo la página y digo ‘next’, ja, ja, ja.
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