Desde que cambió la “sótana” del “Santo Convento” por los estrambóticos peinados para crear “Las banda-las” -junto a Patricia Portocarrero y Katia Palma-, Saskia Bernaola no ha dejado de hacer reír al público peruano porque sabe que siempre vivimos con alguna preocupación. “Sabemos que la gente va por la vida preocupada y tensa”, sostiene la actriz y clown en una entrevista para Correo.
- Y no es para menos, desde que arrancó la pandemia, los peruanos venimos en una montaña rusa de emociones, y no solo las genera la COVID-19 sino principalmente la inestabilidad política...?
¡Tal cual! Sin embargo, es una historia que se repite constantemente en el derrotero político del país, hace muchos años que los peruanos nos encontramos en esa disyuntiva: votar por el menos malo o por el menos peor. Realmente parece una gran payasada, y justamente necesitamos por eso relajar un poco el mondongo. Si uno realmente se pone muy tenso con todos estos temas, uno puede volverse medio loco.
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- Aunque hay que reconocer que lo que sucede también es insumo para tus shows.
Claro. Definitivamente todo lo que sucede -incluso el tema de la pandemia- es una inspiración para el mundo artístico. Por ejemplo, el teatro virtual ha sido una cosa muy emocionante aunque por momentos sentía que fracasábamos, que no lográbamos conectar con el público; pero todo sirve de inspiración y la coyuntura política no pasa desapercibida. Todos estamos sensibles, ahora somos como una olla a presión.
- Y a nada de conmemorar el bicentenario…
Es el resultado de lo que hemos venido cultivando, es la cosecha que tenemos y tenemos que replantearnos qué patria queremos. Hay que inyectarle mucha educación y sobre todo necesitamos retomar los valores, los peruanos hemos perdido eso. Por eso creo que la risa es el mejor remedio, la risa es un “botiquín” para el alma: una buena carcajada te mejora el sistema inmunológico, te sirve de analgésico y hasta mejora tu vida sexual.
- Los beneficios de la risoterapia son ampliamente conocidos y validados por la ciencia.
Esto que estamos diciendo no es un chiste, es verdad y es cosa seria.
- A partir de esa visión que tienes de la vida, ¿cómo hacemos patriotismo?
Si uno le mete un poco más de alegría a la vida también, se hace una patria más divertida, me parece porque una persona alegre va contagiando alegría. Ya te digo yo que la risa es más contagiosa que la COVID-19, así que hay que contagiarse de risa, hay que irse a esos “focos infecciosos” donde la gente se ríe. Por eso los invito a que vayan este 29 y 30 de julio a nuestro show de “Las banda-las” de vuelta… y media”, en el Centro de Convenciones Bianca de Barranco, y las entradas las pueden conseguir por Joinnus.
- Más allá del personaje que tienes que interpretar, ¿en tu día a día eres una persona que te caracterizas por ver el lado positivo de la vida?
Trato. Por ejemplo, en vez de gritarles a mis hijos, trato de hacerlos reír, y me cuesta porque la vida es dura y todos tenemos problemas pero trato de no entrar en el sufrimiento sino revertirlo, con toda la técnica que tengo de 25 años.
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- 25 años haciendo reír a la gente...
25 años de ser payasa. Simplemente hay que tomar las cosas con ligereza, no hay que tomarse la vida tan triste porque nada es tan importante, lo único realmente importante es la muerte y es inevitable, todo lo demás es pura diversión, la vida tiene que ser así y la diversión no es ser irresponsable, uno se divierte sin herir al otro, mientras haya permiso para fregarnos y entrar en joda, todo está perfecto.
- ¿Cómo ir más allá de la propuesta?
Yo creo que en los colegios debería haber más diversión y alegría en los cursos de lo que hay actualmente. Los niños deberían aprender matemáticas haciendo música. En mis redes, tengo un personaje que se llama la ministra de la felicidad, y propongo que en este país debería haber un ministerio de la Felicidad.
Su nombre completo es Saskia Irina Bernaola Regout. Cifra 42 años, y es una actriz peruana, de ascendencia holandesa. A los 16 años empezó a estudiar Artes Plásticas en la PUCP, pero luego se dio cuenta que su verdadera vocación era la actuación.
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