AHORA LO VE CON GRACIA. Reimond Manco se presentó en una edición premium del show ‘Hablando Huevadas’ para hablar sobre algunos pasajes de su vida, como el ‘ampay’ que sacó el programa ‘Amor, amor, amor’ de Rodrigo González donde lo exponía en estado de ebriedad, por lo que fue cargado por un taxista.
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El aún futbolista habló sobre su escandalosa juerga y confesó algunos detalles que no se sabían sobre aquella vez. Fue el humorista Jorge Luna quien le preguntó por ese momento de su vida.
“Esa vez estabas privado, puedes contarme el chongo, me acuerdo las imágenes, qué pasó, estabas de vacaciones”, dijo curiosamente Luna, en compañía de Ricardo Mendoza.
Reimond respondió. “Yo estaba de vacaciones, venía de una maratón de tres días, estaba en mal de amores, estaba derrotado y ya salí de la discoteca, me quité y me dio el aire”, precisó el exjotita.
Además, contó que el taxista que lo cargó por la borrachera no era una persona desconocida, sino su primo quien lo hizo entrar a una vivienda.
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“Venía buitreando en el camino y ya pues me quedé jato(...) y ya pues mi primo que en ese tiempo me hacía taxi, el hue... no se había dado cuenta que nos estaban siguiendo”, señaló.
“Yo no vivía ahí, yo vivía en Surco, pero, como mi primo vio que me quedé jato me lleva a la casa de mi vieja y mi primo ya pues lo voy a cargar, mi primo es un hue... y me carga, pero estos sapos de mie... estaban ahí y ua pues, me cag...”, agregó.
EL DÍA QUE MAMÁ DE MANCO ‘TOMÓ EL PELO’ A VENDEDOR
El futbolista Reimond Manco estuvo junto a los comendiantes Ricardo Luna y Jorge Mendoza recordando su pasado en el PSV Eindhoven y fue así que rememoró el día que llevó a su mamá a comprarle un smartphone de última gama.
“Una vez con mi vieja fuimos a caminar por el centro. Mi mamá estaba con un celular medio y le digo ‘vamos, te voy a sacar un celular’. Había una tienda que era auspiciador del equipo y que vendían celulares y los dejaban con descuento. Así que le dije que le iba a comprar un celular”, relató inicialmente.
Tras ello, el futbolista de 31 años contó que su mamá era jovial, por lo cual empezó a bromear con jergas en español a un vendedor de la tienda holandesa. Sin embargo, fue inmensa su sorpresa al darse cuenta que este sujeto sabía español y les contestó.