Desde hace diez meses, Rebeca Escribens nos despierta con las últimas noticias de la farándula, a través de ‘América espectáculos’, y afirma que, en su condición de ‘chalaca’, le aflora el sarcasmo e ironía, pero sus comentarios son ‘sin mala leche’. Se define, a sus 39 años, como una ‘chiquivieja’ (por su experiencia de vida), que es muy feliz con su esposo, a quien no cela, pero lo cuida de las ‘polillas’. Cuenta que, a sus hijos, los educa con el buen ejemplo.
El medio está movido. Tú, que formas parte de ese mundo, ¿te es difícil comentar las noticias?No formo parte del medio. Vengo a trabajar y me voy. Para mí, es mi ‘chamba’. No me involucro más de lo necesario.
*¿No tienes mala onda? *En mí, no hay ‘mala leche’, porque no soy ‘mala leche’. Soy una persona directa, no entro en vainas. Te digo las cosas como son y las pienso, pero con respeto. No soy un ‘mono con pistola’. La gente puede malinterpretar que ser directa, puede ser un loco suelto en la calle. Yo tengo tino y tacto, y sé perfectamente cuándo decir las cosas.
Pero conoces a la mayoría de los artistas sobre los que hablas.Conozco. Me atrevo a hacerles bromas, quizá un poquito más subidas de tono porque tengo un poco más confianza, porque los conozco, porque saben que soy sarcástica, que tengo el doble sentido en la punta de la lengua. Nunca hay mala onda. La gente que me conoce sabe que bromeo de esa manera, tanto delante como fuera de cámaras.
¿Ese es tu estilo?Sí. La ironía, el sarcasmo. Es que es una hora para reírse. Hay que comenzar el día riendo y yo, la verdad, me río todo el tiempo.
Se nota que tienes ‘mucha calle’…Tengo calle porque me he criado en el Callao, soy chalaca, ¡qué quieren! Me aflora de vez en cuando, como decía mi mamá: ‘Hay momento para todo’, hay que ubicar el momento para saber decir las cosas.
¿Qué piensas de esos chicos o chicas que hablan de temas como violencia o infidelidad para buscar pantalla?En general, no podría hablar de ellos. El país atraviesa por momentos graves, en cuanto a crisis de violencia de todo tipo. Eso no solo se ve en espectáculos, si escuchas las noticias en la mañana, de los feminicidios o del maltrato social, pasas al farandulero. Cuando se tocan esos temas, trato de ser muy cauta. No se puede estar jugando con la ironía en esos casos, pero ahí estamos hablando de una sociedad machista. Ojo, el machismo existirá mientras la mujer lo siga permitiendo.
¿Cómo manejas estos temas con tus hijos?Tengo dos varones. Uno de 6 y el mayor de 22, que ya está logrado. Primero se educa con el ejemplo, viendo cómo el papá trata a la mamá, cómo le pide las cosas, cómo la ayuda… le abre la puerta del carro. Esa es una buena manera de educar. Las cosas que escuchas se te van, las que ves se te quedan grabadas en el corazón.
¿Eres celosa?Mira, voy a pecar de modesta, pero en mis pocos años de vida he sabido escoger mis batallas. No puedes estar peleándote con todos y por todos. Te desgastas. Puede que una sea celosa del terreno que no conoce. Al principio de una relación, como que afinas el olfato, y es normal mientras no invadas el espacio del otro, mientras no agredas a tu pareja y lo hagas sentir menos. Pero ya deja de ser normal cuando le agarras el celular y le pides el código, cuando lo estás llamando todo el día a ver qué hace. Hay una línea muy delgada entre lo que es sano y no es sano. Entonces, celosa no soy, soy cuidadosa, protectora de mi familia, mi entorno, mis hijos y siempre estoy buscando el equilibrio de lo que creo es correcto o no.
¿Cada uno tiene su espacio?Por supuesto, sino cómo llevas un matrimonio de 12 años y quiero que sea para toda la vida. Tu esposo o tu pareja no nació contigo, nacieron de úteros distintos y hay espacios que no se pisan. Se consulta, conversa, comunicas, pero pedir permiso: no, señores. La gente malentiende el amor, lo maltrata y lo deforma. Cree que el amor es una plastilina que puedes estar manoseando y manoseando. El amor no se toca, es como un cristal que tienes que mirar y cuidar con mucha delicadeza.
Eso es experiencia, porque cuando uno es joven comete errores.Claro, y los he cometido y de ahí se aprende. Claro que fui celosa y en algún momento invadí, dejé que me invadan. En resumen, creo que la experiencia lo que te da, es tener claro lo que no quieres para tu vida y, sobre eso, sigo avanzando.
¿Cómo va la relación con tu esposo?Muy bien. Es una construcción diaria. Soy una mujer feliz, contenta con lo que tiene. Es un hombre maravilloso. Si tengo que describirlo en mis propias palabras, diría que es un hombre respetuoso, muy ubicado en todo el sentido de la palabra. Que sabe amar de manera sana. Tenemos riñas, discusiones como todas las parejas, pero si hay algo que debo rescatar de mi relación, es que sabemos llegar a acuerdos. Conversamos, lidiamos, no dejamos que los problemas nos coman.
¿Perdonarías una infidelidad?Ojalá nunca me pase, porque una nunca sabe dónde están las ‘polillas’ (risas)… por eso, a mi esposo le pongo en el bolsillo de su saco una bolsita de pimienta negra y en el otro, canela, así las espanto ja, ja, ja… es mi plan de contingencia… De perdonar, podría perdonar, pero de ahí a continuar con la persona o la relación, es otra cosa. Es otro cantar.
¿Se pierde la confianza?Sí, hay muchas cosas que evaluar. Si están solos, si hay hijos o no hay hijos, es un tema delicado. Parece fácil la respuesta, pero hay que evaluar. Mira, que si me pasó, ni me enteré. Felizmente he estado rodeada de personas de buen corazón y sentimientos. Las personas con las que he compartido algún tipo de relación, han sido espectaculares.
Me da la impresión que eres una persona a quien le ‘resbala’ todo.No creas. A veces me afectan algunas cosas, pero como te decía, escojo mis batallas. Mira que en Twitter hay, últimamente, uno o dos desubicados que me dicen que ya estoy vieja. El tema acá no es cuántos años tengas, sino qué haces con esos números y yo, la verdad, estoy tranquila. A mis 39 años siento que tengo el alma de una mujer de 50.
¿Te harías una cirugía?Ya me hice dos, pero me gusta lo que veo. Muchas personas le huyen a esa mirada interior, yo no…
Dices que te sientes como de 50, ¿es por la experiencia?Sí, por lo vivido. Es lo que mi entorno cercano me dice, que soy una ‘chiquivieja’. Quizá también ha sido por el hecho de tener a mi hijo tan pequeña, de haber perdido a mi madre tan joven. Llenarte de grandes responsabilidades desde tan joven, te forma el carácter.
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