POR: FRANK LÓPEZ
Pedro Loli y su pareja, Fiorella Méndez, tienen cinco años de relación, acaban de convertirse en padres del pequeño Alessio y en la intimidad de su hogar contaron a Trome que piensan casarse el próximo año. El cantante desea que el matrimonio sea a lo grande porque le ha dicho a ella que solo se casará una vez y aunque ‘Fio’ prefiere algo más íntimo, admite que está emocionada y luce orgullosa su anillo de compromiso.
Fiorella, ya se comprometieron...
FIORELLA: Sí, fue en enero, pero la boda es el próximo año, estamos asimilando el hecho de ser papás.
PEDRO: No sabemos el mes en que nos vamos a casar, pero será pasando medio año, tal vez para fines. Lo que sí dijimos es que será el próximo año sí o sí, porque tenemos que darle chance al bebé, que esté más grande, para que Fiorella también se sienta muy bien. Una mujer siempre quiere verse espléndida el día de su matrimonio.
¿Un matrimonio a lo grande o una ceremonia muy íntima?
F: Pedro tiene la idea de hacerlo a lo grande, dice que se va a casar una sola vez y quiere que sea ‘guau’, pero soy de la idea de hacer algo con las personas que realmente queremos y nuestros mejores amigos.
P: Tampoco es que voy a publicarlo en Facebook para que vaya todo el mundo (risas).
¿Quién es el que tiene más carácter en la relación?
F: Tratamos de manejar nuestra relación lo más sana posible.
P: Los dos tenemos voz de mando. Hay momentos en los que soy yo el que pone el orden o ella, es un complemento medio extraño.
F: Pedro siempre pone el ejemplo de que a veces, con la convivencia, la relación se desgasta por peleas tontas.
¿Es consentidor?
F: Bastante. Yo no estaba acostumbrada a quedarme en la casa y por el embarazo tuve que hacerlo. Cuando él venía de trabajar me decía ‘hay que salir aunque sea a comer un helado’ y así hacía que ya no me estrese.
¿Cuánto ha cambiado su vida ahora que son padres?
P: Yo veía tele a las horas que quería (risas), porque no podía dormir si no tenía el televisor prendido.
F: A mí no me gusta dormir con el televisor prendido. Le decía que ponga en silencio.
P: Ahora por el bebé, solo queremos dormir.
¿Pensaban en irse a vivir a otro país?
F: Él ya tiene una carrera aquí, yo ya tengo bastante tiempo trabajando en mi rubro.
P: Era empezar de nuevo por el futuro del bebé. Sin embargo, al final decidimos quedarnos aquí y adecuar la casa a nuestro gusto. También tenemos el apoyo de mis papás, que viven en esta casa.
¿Cómo se llevan tus padres con su nuera?
P: Bien, bastante bien... ¡hasta ahora! (risas). Mi mamá es un amor de gente.
F: Nunca se mete en nada, respeta nuestra decisiones. Estoy premiada y mi suegro es un mate de risa. Son superengreidores. Sin que yo le diga nada, a veces (mi suegra) está planchando la ropa del bebé y me ofrece su ayuda para cualquier cosa.
P: Nos ayudan un montón, nos alivian la chamba, de verdad.
¿Se visualizan con una familia numerosa o solo se quedan con Alessio?
P: Yo le había dicho a ‘Fio’, cuando el bebé estaba en la panza: ‘Prepárate porque todavía vienen tres más’, porque quería cuatro como mínimo, pero ahora me quiero quedar solo con Alessio.
F: Sí, solo uno... o uno más, como máximo.
¿Cuánto tiempo juntos en total?
F: Nos separamos un año.
P: ¡En total ha dicho! Cinco años y cuatro meses.
F: En realidad es él quien siempre se acuerda.
¿Por qué eligieron el nombre de Alessio para su hijo? ¿Es un homenaje a algún familiar?
F: Yo tenía una profesora en la universidad que me recomendó que cuando tuviera un hijo le ponga un nombre con la letra inicial ‘A’, porque eso significa que va a ser líder a donde vaya, y nos daba mil ejemplos.
P: Yo le daba opciones y siempre me decía que los nombres que proponía eran horribles... y Alessio también es un nombre lindo.
¿Cómo les ha cambiado la vida la llegada de Alessio?
F: Todo el mundo me decía ‘Fiorella, estás preparada para las madrugadas’, y yo respondía que como trabajo de madrugada, no creo que me afecte tanto, pero el bebé se levanta tres veces, hay que cambiarle el pañal o se moja con la lechita, hay que cambiarlo, hacerlo botar el chanchito, darle teta, y es cada dos o tres horas.
¿Y el papá ayuda?
F: Recontraayuda, me sorprende, y desde la barriga.
¿Pedro, te has impuesto esa tarea?
P: De hecho que sí, porque el embarazo no es que lo haya llevado solo ella, sino los dos, es una responsabilidad de ambos.
¿Cómo es Pedro cambiando pañales o atendiendo al bebé?
F: Bien, lo cambia muy bien.
P: Ella tiene la labor de darle la leche y yo de sacarle el chanchito.