Patricia Portocarrero y Katerina D’Onofrio (Fotos: Violeta Ayasta)
Patricia Portocarrero y Katerina D’Onofrio (Fotos: Violeta Ayasta)

‘María Elena’ () y ‘Leticia’ () son las nuevas vecinas que han puesto de vuelta y media la quinta ‘Santa Rosa’ en la exitosa serie, que lidera cada noche el rating. Ambas nos cuentan cómo asumen sus personajes, su relación con el humor y el cambio que les ha traído a sus vidas.

‘EN MI VIDA PRIVADA NO SOY UN MATE DE RISA’

Patricia, tu personaje en la serie está causando revuelo, ¿cómo lo refrescas constantemente?
Como es un personaje que lo vengo haciendo casi cuatro años, lo conozco, sé cómo reacciona y también es una retroalimentación de los directores. Tengo que agradecer a mis años de improvisadora y claun.

¿Renovar el personaje es una tarea difícil para el actor?
Sí. Hay que buscarles nuevos matices. Si bien ‘María Elena’ es arribista y se aprovecha de la situación, también hay que buscarle otras aristas, como hacerla más humana. Mostrarla aguerrida, sensible. Eso le da un universo más grande.

Hay muchos actores que en pantalla son divertidos, pero detrás de cámaras son más bien serios, aburridos...
Soy vacilón con mi familia. En mi vida privada no soy un mate de risa. En mi vida cotidiana las 24 horas del día no soy un cag... de risa. 

¿No andas riéndote por las calles como loca?
No, de ninguna manera. Además, terminando de trabajar me dedico a ser madre, y esa es mi prioridad. A veces he tenido que poner el pare con alguna foto porque estoy con mi hijo.

¿La chispa de dónde viene?
De familia. Mi papá era muy gracioso, mi mamá era muy absurda. Yo soy la quinta de cinco hermanos, tres hombres y una mujer. Soy la última y tenía que encontrar un lugar. Creo que el humor ha sido un acto de sobrevivencia para que no me agarren de punto.

¿Tienes calle?
Un poco, pero no tanto, mi barrio es San Borja, un barrio tranquilo.

¿Te gustaría ir al otro lado del humor, a lo dramático?

No es tan divertido, pero como un reto sí lo haría. A mí me encanta el humor. Yo el humor lo agradezco, ya que es mi medio de vida.

Ahora tu personaje está en una disyuntiva porque el ‘gaucho’ tiene a la ex en el barrio...
Sí, está sacando su pasado. Ahí está lo bonito de la historia entre ‘Facundo’ (Sergio Paris) y ‘María Elena’, es un amor puro, se aman a pesar de sus defectos tan horribles. Ambos se han sincerado.

¿Cuánto de ti tiene ‘María Elena?

Mira, antes decía que bien poco, pero ahora creo que me estoy pareciendo a ella. Me encuentro haciendo y diciendo cosas como lo haría ‘María Elena’. Yo soy bastante familiar, casera, ya no me gustan las fiestas, el fururú farará. Estoy en otra etapa, criando a mi hijo.

¿Con pareja?
Ahí hay alguien.

¿Cuánto ha cambiado tu vida después de ‘Los Vílchez’?
Demasiado, ha cambiado mucho. Se ha ido a un lado en el que trabajo mucho y ya no tengo vida. Eso me asusta un poco.

¿Cómo te va con la popularidad?
La gente siempre ha sido generosa conmigo. Es verdad que recién ahora he sentido la invasión, pero no a mí, sino a mi hijo. Ahí no me gusta.

‘AHORA TENGO MILES DE SEGUIDORES EN LAS REDES SOCIALES’

Katerina, al margen del mal momento que vive tu personaje ‘Leticia’, es una mujer divertida, que busca consejos en ‘María Elena’...
Creo que lo rico del personaje es, justamente, que se está humanizando. Es una mujer que ha vivido siempre como envuelta en una burbuja. Ha tenido las cosas muy fácil, no ha trabajado nunca. Le ocurre una desgracia, su esposo es encarcelado por corrupto. Pero al fin de cuentas es una ‘buena’ desgracia que le hace darse cuenta de que debe meterle ‘punche’ al asunto para sobrevivir. ‘Leticia’ comienza a humanizarse.

Hay mucha conexión entre tu personaje y el de Patricia Portocarrero...
Creo que he tenido mucha suerte, porque no hacía televisión desde hace más de 10 años, y Patricia me permite jugar un montón en escena, tiene una energía muy permeable. Yo estoy agradecida porque entre actores necesitamos eso, un compañero en escena.

¿Tú también tienes el humor innato?

A mí de chibola me gustaba juntar a la familia y contar chistes. En la actuación, cuando recibes una risa de respuesta es muy gratificante.

El programa, precisamente por el tono humorístico que tiene, ha pegado mucho...
Creo que tenemos suficiente con el drama diario, suficiente con las noticias que salen, con la política. Este tipo de programas ayuda a respirar.

¿Hay mucha similitud entre Katerina y ‘Leticia’?
Creo que cada personaje, en realidad, lo construyo a partir de mí.

¿Tienes esquina?
No sé si tenga barrio, pero tan pituca no soy. O sea, por colorada me tildan de pituca, pero trato en lo posible de hacer un personaje no tan acartonado, porque también se tacha al pituco de racista, de distante y quisiera que veamos el lado humano de cada personaje. Ahorita me están llegando mensajes muy bonitos, porque la gente quiere a esta pituca loca que es ‘Leticia’, en ese sentido estoy feliz.

¿En la calle qué te dicen?
Me dicen ‘Tía Leti’, me reconocen cuando voy en la moto.

Cuéntanos cómo eres detrás de cámaras, en tu día a día...
Me considero enérgica, antes de grabar me subo a la bicicleta estacionaria porque llevo demasiada energía guardada.

¿Te molesta si te pregunto tu edad?
Tengo 40 años. Yo me siento tranquila.

¿Cuidas mucho tu figura?
A veces la ansiedad gana. A veces no se puede con los antojos, pero trato de quemar calorías con el ejercicio.

En redes sociales han aparecido legiones de fanáticos...
Eso me atolondró. Hay uno que otro faltosito por ahí, pero a esos no les hago caso. No tenía nada de seguidores, no era mediática, en dos semanas aumentaron a cinco o seis mil seguidores.

¿Y tu corazón está ocupado?
Está tranquilo... tranquilo loco, ja, ja, ja.

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