María Victoria Santana (31) cuelga por un momento el traje de la ‘Pánfila’ para abrir su corazón y descubrir a una mujer emprendedora. Cuenta que se faja trabajando por el bienestar de ella y su hijo, y que rechazó la propuesta de un productor de ‘ponerle departamento’ porque no es partidaria de los ‘sugar daddies’ (auspiciadores). Ahora no tiene pareja y tampoco volvería a darle una oportunidad al padre de su niño por ‘vago’ y ‘mala persona’.
Se cumplió tu sueño de participar en una telenovela.
Sí, es genial. Desde que empecé en la actuación siempre fue mi sueño hacer una novela, pero por esas cosas de la vida solo había estado en programas cómicos, hasta que se presentó la oportunidad con ‘Te volveré a encontrar’.
¿Te sentías encasillada?
Claro, la gente me dice ‘Pánfila por aquí, Pánfila por allá’... por fin guardé la ropa de Pánfila para hacer otro personaje, que también tiene humor. Se llama ‘Tere’ y es una empleada del hogar, es de la selva, divertida, simpática, media chismosa. También vienen ‘Los Vílchez’. Igual no dejo a ‘Pánfila’ porque sigo con los eventos, el circo, las muñecas, los panetones...
En lo profesional te va bien, ¿y en el amor?
Después que el papá de mi hijo se fue por segunda vez, tuve un enamorado con el que duré 5 meses, pero no funcionó, así que estoy sola desde marzo.
Pero no le cierras las puertas al amor...
No, pero el hombre que esté conmigo la va a tener difícil, debe ser paciente para conquistarme y pasar muchos filtros.
¿Crees que tuviste mala suerte en el amor?
Han sido malas decisiones. Al papá de mi hijo lo conocí muy poco tiempo, al segundo enamorado, igual. Además, también está mi niño.
Como dicen ‘el que quiere a la gallina, también quiere a los pollitos’.
Claro, eso es importante para mí, también tiene que ser comprensivo, que acepte mi trabajo.
No creo que seas de las mujeres que deja de crecer profesionalmente por una pareja...
¡Nooo! Mi trabajo es primero, porque es de lo que vivo y con lo que mantengo a mi hijo.
¿No importa si es chibolo?
De repente aún no ha nacido el amor de mi vida (ríe), pero no tanto, de 25 para arriba. Me gustaría un hombre que sepa lo que quiere. Mira al papá de mi hijo, tremendo viejo y es recontrainmaduro.
¿La relación con el papá de tu niño te dejó una amarga experiencia?
Me dejó la experiencia de no confiar, de no prestar plata ja, ja, ja... y de no perdonar. Él me abandonó una vez y yo no debí darle una segunda oportunidad.
¿Tropezaste con la misma piedra?
Pero de eso se aprende y ahora, gracias a Dios, no sé nada de él. Tenía baja autoestima para estar perdonando a una persona que obviamente no me quería, que no quería a mi hijo, que obviamente era un ‘parásito’ y yo ahí atrás, entonces sufría de una carencia. No es culpa de él, es culpa mía por aceptarlo. Yo era la que estaba mal, tuve que ir a terapia, psicólogo y psiquiatra para entender.
¿Prefieres que desaparezca de tu vida?
Sí. Cuando alguien me pregunta (por él) digo que soy viuda. Aunque no asume su responsabilidad tampoco, pero esa parte legal la veré con mi abogado para que cumpla con mi hijo económicamente, porque emocionalmente no es una persona que valga la pena.
¿Cuáles son los requisitos para llegar a tu corazón?
Debe ser un hombre inteligente, detallista y con valores. Tiene que haber serenatas, flores. Ahora los tipos todo lo quieren rápido, un choque y fuga, eso no.
¿No eres partidaria de los ‘vacilones’ de una noche?
No, tengo un hijo, ya viví. Necesito un hombre con el que tenga punto de conversación, que le guste viajar, comer rico y que no sea vago, ja, ja, ja.
¿Perdonarías una infidelidad?
No, bueno el padre de mi hijo no me fue infiel, al menos que yo sepa, aunque al mes que me dejó tenía novia.
Ahora que están de moda, a lo mejor consigues un ‘sugar daddy’.
Ja, ja, ja... bien por las chicas que lo tienen. Si ellas se sienten bien así, está bien. Pero yo no, no podría decir: ‘Esta cocina es de Pedro, el refrigerador de Juancito, el viaje de José’. No, todo lo que tengo lo he conseguido con mi trabajo, con mi sudor, vendiendo mi chancho, mi pollo, con mi circo, ahí chambeando en el arenal, pero todo es mío.
¿Y nunca te han ofrecido ‘auspiciarte’?
Sí. Hasta un productor conocido me dijo: ‘Te pongo departamento’. Como no acepté, me botó del programa.