Rocío Miranda, con la voz entrecortada, lamentó la abrupta partida del cantante Jaime Carmona, exvocalista de ‘Los Claveles de la cumbia’, con quien grabó el videoclip del tema ’Le hace falta un beso’ en Chancay.
Rocío, ¿ya sabes lo que pasó con Jaime Carmona?
Sí, qué triste (respira hondo para no llorar). Me cuentan que lo estaban extorsionando porque también era socio de esa cebichería y de una barbería en San Martín, le estaban pidiendo cupos, pero no tomó las medidas de seguridad. Él cantaba y su amigo es el chef, era como una sociedad. Me paraba invitando a su local.
¡Qué tristeza!
Sí, ellos eran emprendedores, no tenían plata, solo deudas, todo era préstamos.
¿Cuándo grabaste con él te contó algo o viste algo sospechoso?
Grabamos a inicios de marzo, porque ahora ya tenía su agrupación ‘Jaime Carmona y los taytas’, la grabación fue en Chancay. Nunca vi nada sospechoso, era un chico tranquilo. Estaba solo y su audiovisual que tenía era lo más básico para hacer una grabación nada extravagante. El clip se hizo en un hotel al lado del castillo, era de un auspiciador que le estaba pagando el hotel, pero era simple. Siempre fue caballero, respetuoso, súper humilde.
¿Y en el video hubo beso?
En la mejilla nomás. En verdad, qué pena por lo que estamos pasando en el Perú, no solo los artistas, músicos sino también pequeños emprendedores son asesinados por esta delincuencia y el gobierno bien gracias.
¿Recuerdas otra anécdota de la grabación?
Recuerdo que en la canción dice que trabajaba para que a ella no le falte nada y yo estaba renegando porque en la habitación no había aire acondicionado y me dijo que le disculpe, que el presupuesto no daba para más y que la rosa que sale en video, en realidad la había arrancado del jardín del hotel porque se les había pasado traer un ramo de rosas (sonríe). Cosas así, pero la grabación salió bonita y el tema me gustó con ese estilo medio ranchero que le daba un toque especial... Qué en paz descanse.