
Hay hombres que se quedan lamentando su destino y se abrazan así mismos y no avanzan. Pero están los otros, aquellos que entienden que, a las circunstancias de la vida, hay que sacarle el mejor provecho y que la adversidad es el mejor impulso para encontrar la ruta de la superación. Aldrish Gálvez nació en el distrito de Pátapo, de la hermosa ciudad de Chiclayo. Ama la cumbia, le encanta escribir y hacer música, componer canciones y hasta tiene su propia orquesta. Su presente es prometedor y su pasado es el claro ejemplo que sino luchas por tus sueños, no estás viviendo.
Aldrish, ¿viniste a Lima buscando una oportunidad en la música?
Fui para un programa llamado ‘Pequeños gigantes’. No sabes las colas inmensas que tuve que hacer con mi abuelita.
¿Llegaste con ella?
Me acompañó como en todas las cosas que he hecho en mi vida.
¿Cómo les fue?
Mal, pero decidimos quedarnos en la capital, pero no sabíamos donde instalarnos.
¿Qué hicieron?
Alquilamos un cuarto y ella empezó a vender tamales en al puerta de una panadería.
¿La ayudabas?
La acompañaba y como era muy trabajadora, empezamos a ir a las casas y blocks a limpiar las escaleras de los edificios.
¿Qué hacías?
La ayudaba y en los cuadernos viejos que botaban, yo escribía letras de canciones que iba imaginando y cuentos que se me ocurrían.
Continúa
Todo eso que botaban, lo juntaba con otros artículos de plástico y empezamos un nuevo oficio: el reciclaje.
¿A qué hora te levantabas?
A las cuatro de la mañana. Íbamos por la ciudad en grupo y entre los demás recicladores, nos cuidábamos.
¿Tuviste otra ‘chamba’?
Subía con caramelos a los microbuses. Cantaba y ofrecía mi producto.
¿La gente apoyaba?
Había algunos que te trataban con indiferencia, cobradores que te marginaban.
¿Eso duele?
Porque uno va con la ilusión de vencer y conseguir un dinero para llevar a casa. En cambio, cuando alguien te dice: ‘Para la próxima’, te quedas con esperanza.
¿Siempre fuiste ‘emprendedor’?
Como nos faltaba dinero, en el colegio vendía ‘chocotejas’.
¿Y cómo fue cambiando la vida?
Escribí un libro llamado ‘Planetástico’ que fue premiado por el Ministerio de Educación y una universidad local.
¿De qué trataba la historia?
Era la historia de un niño reciclador y como cambiaba el mundo con su trabajo.
¿Cómo siguió la historia?
Llegaron mis primeras canciones para los pequeños. Estaba decidido a caminar por la ruta de la música.
¿Siempre creas canciones?
Casi a diario escribo. Y cuando toco la guitarra, me invaden los recuerdos.
¿Cuál es el mejor momento para componer?
Cuando estoy muy triste.
Mira que llama la atención esa afirmación
Es cuando necesito escribir, componer. Siento que me puedo comer el mundo.
¿Te nutres de historias de otros?
A un amigo su enamorada lo dejó y compuse un tema.
Recomiéndanos un tema
¡Qué se vaya! Lo pueden encontrar en el Youtube.

Después de tanto pelearle a la vida. ¿Cuál fue tu sueño cumplido?
Formar mi orquesta ‘La Zona Tropical’. Trasmito mis letras con excelentes músicos.
Eres quien se preocupa de todos los detalles
Soy el productor general, quien crea las canciones y vengo trabajando muy fuerte para que mi orquesta sea el orgullo musical de Pátapo. Hacer música me hace feliz.
¿Y tú abuelita?
Ella sigue conmigo. No la dejaré nunca.
Un gran abrazo
Otro para todos ustedes.










