
De tanto caminar por la vida, le gustó vivir. Y fue actor, habló en quechua sin saberlo, canto porque siempre le gustó y fue ejecutivo, se casó, fue feliz, se preocupó y otra vez intenta cultivar una sonrisa en sus días. Delfín Garay Sosa es un creador nacido en el Cusco, que conoció a ‘estrellas’ de nuestra farándula, disfruto el momento, pero él buscaba algo más y pese a que tiene mucho tiempo en el planeta, nunca se rindió y hoy se encuentra donde siempre quería estar.
¿Cómo llegaste a Lima?
En Cusco se presentó Tulio Loza y le dije que iba a venir a Lima a grabar un disco, porque yo hacía música, y le pregunté si me podía ayudar.
¿Qué te respondió?
Me dijo que si venía a la capital, me tendería su mano.
¿Te atreviste?
Claro que sí. Vine y lo busqué.
¿Entonces?
Lo fui a visitar al canal donde grababa su programa y me hizo pasar.
¿Qué encontraste?
Un mundo de luces y artistas conocidas. Entre ellas una joven Gisela Valcárcel.
¿Cómo siguió todo?
Tulio (Loza) me preguntó: ¿Quieres salir en el programa de Cholito?
¿Qué respondiste?
De inmediato le dije que sí y ocurrió algo extraño.
Cuenta por favor
Entramos unas quince personas en el sketch y en medio de todo el movimiento, caí sobre las piernas de Tulio y al mirarlo se me ocurrió dar un grito en quechua y provocó risa.
¿Entonces?
Gustó tanto, que me pidieron que vaya al día siguiente, y cuando llegué, me llamaron para firmar contrato.
O sea que entraste con el pie derecho
Sí, el pago era un sueldo muy atractivo. Me alquilé un departamento.
Sigue
Un día de grabación, se acercó Augusto Polo Campos y me pidió que diga: ‘Mi vaso de leche’ y lo hice.
¿Por qué te pidió eso?
Para pedirme que imite a Alfonso Barrantes, ex alcalde de Lima, al que llamaban ‘Frijolito’.
¿Seguías sumando personajes?
Sí y el que vino después fue de ‘Piquichón’.

¿Estabas feliz?
No me gustaba ser cómico y dejar de lado la música.
¿Renunciaste?
Si y empecé a cantar en el ‘Sargento Pimienta’ de Miraflores.
¿Qué música hacías?
Cantaba rock, trova, algo de Suigeneris, León Gieco, Silvio Rodríguez.
¿Ya estabas fuera de la televisión?
Sí, pero me llamaron otra vez para un programa llamado ‘Candilejas’.
¿Qué te pedían hacer?
Interpretada a un personaje llamado ‘Cusquito’. Me daban un libreto en español y pedían que lo diga en quechua.
¿Lo hacías?
La verdad decía cualquier huev...
¿Te aburriste?
Me retiré. Y con unos amigos creamos el grupo ‘Cómplices’ y nos presentábamos de martes a domingo.
¿Dónde se presentaban?
En la playa hasta el amanecer.
¿Disfrutabas esas presentaciones?
Terminábamos empapados y tomando cerveza helada.
¿Bohemios?
Mis compañeros eran borrachos y yo empezaba a caer en lo mismo.

¿Cuál fue tu siguiente paso?
Me puse de novio y quería casarme, armar mi familia.
¿Lo hiciste?
Si, armé mi estudio y grababa jingles de comerciales.
¿Entonces?
Me llamó un amigo para ser gerente de una disquera.
Nueva ‘chamba’
Y me encomendaron que coloque el primer disco que había sacado a la luz la colombiana Shakira.
¿Fue fácil?
No, porque no les gustaba su música.
¿Qué hiciste?
Hice de todo, almorzaba con los gerentes de programación, pero nadie me apoyaba.
¿Y qué hiciste?
Me llamó el gerente de ‘Studio 92’ y me dijo: ‘Voy a hacer un disco, con las canciones ganadoras de ‘Lo mejor de lo mejor’ y quiero que ustedes lo hagan’.
¿Qué se te ocurrió?
Mi respuesta fue: ‘Lo hago gratis, pero ponme la música de la colombiana’
¿Aceptaron?
Después de fijar los horarios y los días, nos pusimos de acuerdo.
¿Entonces?
Tres días después de sonar en la emisora, me empezaron a llamar otras radios para pedirme discos.
¿Qué otra aventura siguió en tu vida?
Llegó la pandemia y decidí dedicarme a lo mío.
¿Qué significa eso?
Empecé a hacer jazz quechua y jugando fulbito, descubrí que tenía mi vena cómica.
¿Y nació?
El stand up. Donde soy un personaje llamado ‘Waykirasta’, donde hablo de las cosas que pasan en la vida, mediante canciones.
¿Dónde te estás presentando?
Todos los martes en el ‘Delfus’ de Miraflores. Siento que lo que estoy haciendo, es lo mío.
Dame tres frases que resuman tu momento
Va la primera: ‘Estoy haciendo con mi vida lo que el corazón me obliga’.
¿La segunda?
La vida es un chiste, no la hagas un drama.
Una última
De niño jugaba a ser músico, hoy soy un músico que juego a ser niño.
Muchas gracias
A ustedes y ya saben que los estoy esperando todos los mart










