POR: FERNANDO ‘VOCHA’ DÁVILA
Esta es una entrevista que terminó en conversación, en esa especie de confesor que a veces termina siendo un periodista. Conozco algunos años a Milagros Leiva. Siempre llena de bromas, con esas verdades que le gusta decir sin alterar su tono de voz. Respondiendo así sea incómoda la interrogante. Pero esta vez el tema fue otro: una realidad conmovedora que da inicio una revelación.
Milagros, en tu última etapa de ATV, ¿por qué entrabas a las 7 de la mañana si el programa comenzaba a las 6?
Me hubiera encantado empezar como todos mis compañeros.
¿Y qué pasó?
Estoy enferma de fibromialgia.
¿En qué consiste esa enfermedad?
Te duelen todas las articulaciones.
¿Qué síntomas te produce?
Había momentos que no podía caminar.
¿Estás siguiendo un tratamiento?
Tomaba muchos corticoides, por eso a veces se me veía muy gordita y otras delgada.
Aparte de tomar medicamento, ¿qué debes hacer?
Dormir más y por eso ya no estoy en la radio.
¿Y lo sigues al pie de la letra?
Sí. También dejé las pastillas y ahora tomo aceite de Cannabis.
¿Algo más?
Mi esposo me regaló una pulsera que da millones de impulsos nerviosos para desintoxicar el cuerpo y aliviar el dolor.
¿Cuánto has aguantado?
A veces no podía sacar a mis hijos de la cuna. Te cuento algo.
Adelante…
Una vez cargué a mi pequeño y no podía sostenerlo.
¿Cómo lo solucionaste?
Me pegué a la pared y me fui resbalando al piso para que no se caiga.
¿Qué te cambió?
No puedo jugar vóley, que es mi pasión.
¿Ningún deporte?
No, pero haré yoga y meditación.
¿Ya no escribes?
No, mis manos se hinchan, pero este año espero recuperarlas y volver a hacerlo.
La pasas muy duro.
Una vez, estando en la calle, estaba estacionada y quería bajar, pero no tenía fuerzas para abrir la puerta de mi automóvil y se lo pedí a un chico que pasaba por allí.
¿Y cómo manejas?
Mi carro es automático y timón hidráulico.
Te pones súper débil.
Por eso, cuando agarro la taza, lo hago con las dos manos.
¿Para qué otra cosa cotidiana necesitas ayuda?
Para abrir la botella de gaseosa.
Aparte de tu esposo, ¿quién te apoyaba?
‘Paco’ Bazán. Siempre me preguntaba si estaba bien.
¿Por qué nunca lo revelaste?
No quería que nadie me vea como la pobrecita o que me estaba victimizando.
¿En qué más debes limitarte?
No usar tacos, por eso me casé con zapatillas.
¿Puedes bailar?
No, pero esa vez lo hice y al día siguiente estaba adolorida. Demoré una semana para recuperarme.
¿Hace cuánto te lo diagnosticaron?
Ya van 8 años.
¿Qué comidas te han prohibido?
Nada de carne, harinas ni alimentos procesados.
Imagino que también recibes terapia de masajes.
Tengo mi fisioterapeuta porque mi esposo y mi mamá ya se cansaron ja, ja, ja.
Pese a todo te siento de buen humor.
No voy a tirar la toalla.
Qué bueno escucharlo.
Eso lo he heredado de mi papá.
¿El coraje?
Es un toro.
¿Por qué?
Tiene 90 años, le dio cáncer y sigue de pie.
¿Qué has aprendido?
Todo está en la mente.
¿Entonces qué has decidido?
He decretado que esta enfermedad no me va a parar.
Salud, por eso.
No bebo alcohol.
¿Y qué haces en una reunión donde todos toman?
Brindo con limonada.
Creo que si te engañan, igualito sacas fuerzas para aplicar un cachetadón.
Estás loco. Eso sí, le digo su vida, pero no aplico la fuerza.
Eso es bueno.
Hay muchos hombres.
¿Te ha pasado?
Me han engañado y es muy doloroso. Por eso yo no lo haría, ni perdonaría.
Y pese a todo, ahora eres una emprendedora.
Cuando estaba gestando a Joaquín y Antonia, todos me regalaban ropa, pero jamás pude comprarles algo.
¿Por qué?
Mi embarazo fue de cristal y el doctor me permitía salir una cuadra de mi casa y nada más.
Entiendo.
Llegaron prendas de colores celeste, amarillo, rosado y yo pensaba que cuando pueda, haría diseños para ropa de pequeños.
¿Y lo lograste?
He hipotecado hasta mis cejas ja, ja, ja.
¿Dónde está la tienda?
En el Centro Comercial Caminos del Inca en Chacarilla.
¿Es tuya o estás ‘empatada’ con un socio?
Es solo mía.
Bueno, hoy vine a sonreír, pasé por la preocupación y fue bueno verte contenta.
Seguimos, te repito, todo está en la mente.
Más bien disculpa porque te despertamos muy temprano.
No dormí bien, dije ¿qué me irás a preguntar?
Ya tengo la nota.
Tú sabes bien, que una vez acabada la entrevista, ya uno se va con 5 titulares en la cabeza.
En serio, gracias por la confianza de contarnos algo tan personal.
A ustedes un gran abrazo, tenía que decirlo.
Sí, porque yo y mucha gente pensábamos que estabas con aires de ‘diva’.
Estás loco, me conoces. Jamás podría portarme así.
Otra vez muy agradecido.
A ustedes un beso enorme y no se olviden que los espero en Willax TV, de lunes a viernes a las 8 de la noche.
Sonrió, caminó con rapidez. Creo que puede sentir cierto dolor, pero no baja los brazos. Todavía tiene mucho por hacer. Razón tenía Diane Von Furstenberg, diseñadora belga: ‘Todas tenemos a una mujer maravilla dentro de nosotras’.