Angello Bertini se hizo popular por la frase ‘chicas, llegó la hora del cevichito’ en un comercial de cerveza y desde ahí, en 2003, quedó bautizado con ese apodo. Semanas después dio el salto a la serie ‘Mil Oficios’, protagonizada por Adolfo Chuiman, Aurora Aranda, Lucho Cáceres y que diariamente superaba los 28 puntos de rating. Hoy en día, Angello está alejado de la actuación y la pandemia lo llevó a convertirse en panadero, después de que su familia y amigos le convencieran de iniciar su propio emprendimiento.
Angello, ¿qué recuerdos tienes de la serie ‘Mil Oficios’?
Tengo los mejores porque tuve la suerte de haber estado en una de las series más populares y queridas de la televisión peruana, que por años fue líder en sintonía y pude trabajar junto a Adolfo Chuiman, Enzo Viena, Fernando Farrés, y grandes compañeros como Gabriel Calvo, Germán Loero y Daniel Neuman. Fue una serie que tiene el cariño del público y fue pilar para otras que se hicieron más adelante. Es más, últimamente siempre están recordando secuencias de la historia y pensar que terminó de emitirse en el 2005.
¿Cuál era tu personaje?
Era Renzo Romero, un amigo de Richard Parodi, que lo interpretaba Gabriel Calvo, y del ‘Chato’ Neuman. Éramos los solteros del barrio de San Efraín, y nos metíamos en toda clase de enredos, líos y amores, fueron momentos muy divertidos.
Llegaste a la serie por un boom que fue el comercial ‘del cevichito’…
Ya había grabado una treintena de comerciales pero ese fue el más popular, un boom, yo caminaba por la calle y la gente me gritaba ‘cevichito’ por aquí y por allá, sentía el cariño y la energía de la gente.
Ese comercial se grabó en el Caribe…
Así es... comerciales como esos ya no se hacen ahora, fue muy costoso. Nos llevaron hasta República Dominicana y luego a una isla casi desierta. Las chicas eran todas extranjeras, modelos y hasta algunas misses.
¿En algún momento te cansó la chapa de cevichito?
En un momento sí, porque como actor creo que puedo hacer cualquier tipo de personajes, pero me encasillaban y trataba de cambiar.
TAMBIÉN LEE: Jorge Benavides celebra furor de La Paisana Jacinta en TikTok: “No ha muerto”
¿Fue penoso el fin de la serie ‘Mil oficios’?
Tuvimos un 2003 y 2004 espectacular, pero el canal pasó por una situación complicada, salió el propietario e ingresó un administrador y fue el punto de quiebre de la serie, del canal y nos afectó a todos por la falta de pagos… el ambiente era muy triste, todo fue decayendo y un día se canceló sin tener un final, muy abruptamente.
¿Qué anécdota recuerdas?
Grabar con Adolfo era algo especial, tenías que estar muy atento, concentrado porque uno podía estudiar y aprender el libreto, pero él te cambiaba las palabras, agregaba algo, era una genialidad y no podías reírte, era todo un reto, uno aprendía y me divertía.
Hoy en día la vida te ha llevado por otros rumbos y tienes un nuevo hijo, el ‘Pan de Bertini’…
La pasión de la cocina y la pandemia que nos tuvo encerrados me hizo hacer estos panes, empecé en mi casa y los vendía a algunos amigos, y la gente decía que era muy bueno, se pasaban la voz, y cada vez tenía más pedidos y todos le llamaban el ‘Pan de Bertini’.
Ahora ya tienes un taller…
Todo fue creciendo y hay que cumplir con los clientes, quienes resaltan que el pan es saludable, libre de preservantes, sin químicos y respetando el proceso natural de la masa.
¿Cómo nace tu relación con la cocina?
A todos los peruanos nos gusta la cocina, al terminar el colegio quise estudiar gastronomía pero mi familia no podía pagarlo porque era costosa. Años después de la serie, después de regresar de Estados Unidos, estudié siendo ya adulto y empecé a especializarme, he hecho cursos hasta en Italia.
Ahora hasta eres un deportista amateur…
En algún momento de mi vida llegué a pesar tanto que la gente no me reconocía en la calle, así que empecé a correr y eso me llevó a tener un hábito, cambié mi forma de comer, me cuidaba, era más selectivo con mis alimentos y estos panes tienen esa cuota de energía, menos calorías, más proteínas, para una buena dieta balanceada.