Por: Carlos Bernuy (@BernuyCarlos)
En la tremenda corte, hay tremendo lío. Si los abogados de la película ‘Historia de un Matrimonio’ se frotaban las manos por las peleas entre los protagonistas de un romance acabado, aquí en Perú pasa lo mismo con los representantes legales de Jefferson Farfán y Melissa Klug quienes decidieron que las demandas, quejas, reclamos, cláusulas y demás rigen la constante pelea en la que se convirtió su vida.
Desde aquel rompimiento oficial en 2015, la ‘Foquita’ y la ‘blanca de Chucuito’ solo han sabido mandarse ‘dardos envenenados’ y hablar de miles de dólares con ida y vuelta. En un reportaje de hace algunos años, Melissa Klug aclaró que ninguna casa estaba a su nombre mientras una amiga suya gritaba “pero lo van a estar”. Además, la expareja del futbolista reveló infidelidades o vida de soltero del jugador.
El primer acuerdo entre ellos le habría ingresado a la chalaca más de medio millón de dólares. “A ella se le dio un monto para que hiciera una empresa y también pueda aportar a la casa. Mi hijo le dio ese dinero para que ella lo manejara de la mejor manera y pueda apoyar”, dijo la madre del futbolista. Además, Melissa Klug recibe, por Adriano y Jeremy, casi 43 mil soles mensuales. Incluso cualquier gasto que realiza en los niños le es repuesto por la parte legal del futbolista.
Por el lado de Jefferson Farfán, al parecer no le gustaron algunos manejos del dinero por parte de su ‘ex’ y solicitó bajar la pensión, algo que hizo ‘explotar’ a Melissa Klug. La chalaca pidió 200 mil dólares por romper el acuerdo de confidencialidad y la ‘Foquita’ contraatacó exigiendo 860 mil dólares porque ella venía usando su nombre desde hacía un tiempo.
La cosa no quedará allí, porque doña Charo Guadalupe, progenitora del futbolista, pediría la custodia de Adriano y Jeremy iniciándose un juicio más basado en una vida algo ‘alocada’ de la señora Melissa Klug que no permitió a los hijos del futbolista asistir a la premiere de la película de su padre.
Se vienen más demandas y quejas. La guerra no ha hecho más que empezar.