El actor cómico contó que lleva 32 años de carrera artística y que llegó sin buscarlo; pues trabajaba en un taller de mecánica en Breña. Además, de niño soñaba con ser futbolista, se enroló en la Marina porque creyó haber embarazado a una chica. Además, alguna vez salvó a Waldir Sáenz de un ampay.

Mira también:

“Tengo 32 años de vida artística. Yo vivía en Breña, trabajaba en una mecánica haciendo planchado y pintura; mi vecino era el recordado Rafael Santa Cruz y me había visto tocando el cajón en el barrio y me pide unirme a su grupo musical ‘Los hermanos Santa Cruz’. Ahí empezó mi aventura”, cuenta Martín Farfán.

¿De niño querías ser artista?

No, yo quería ser futbolista y jugaba bien en el barrio. Es más, me fui a probar al Sport Boys y me quedé, ahí conocí a ‘Puchungo’ Yáñez y ‘Balán’ González. Ahí estuve hasta categoría infantiles y me decían ‘Uribe’.

¿Entonces, eras bueno con la pelota?

La conocía, pero siempre hay que tener suerte para poder salir, creo que pude haber llegado a ser profesional; pero mi destino era otro. Y bueno, tanto la actuación como el fútbol es un arte.

¿Cómo pasas de la música a la actuación?

Ya estaba trabajando con ‘Los hermanos Santa Cruz’ en las peñas y conocí a Paul Martin, nos hicimos amigos. Y por él entré a una novela, con un personaje chiquito. Luego, me convocaron para hacer teatro, la obra era ‘Sueño de una noche de verano’, para ser un duende y fue mi debut. Luego, estudié algunos talleres de actuación y me llamaron para la novela Natacha, ahí estuve toda la novela.

Pero también trabajaste con otros galanes como Diego Bertie y Christian Meier...

Claro, con Diego en Natacha. Y con Meier empezamos a trabajar en Iguana Producciones, en las novelas ‘Obsesión’, ‘Torbellino’, ‘La noche’. También estaba ahí Renato Rossini, toda una generación muy talentosa. Esas novelas se transmitían en Canal 2. Luego, cuando estuve en América me convocaron para ‘Luz María’ donde los protagonistas eran Meier y la colombiana Angie Cépeda.

¿En qué momento diste el salto de las novelas a los programas cómicos?

Eso fue gracias a Adolfo Chuiman. Una vez estábamos haciendo un show en Pimentel con ‘Los hermanos Santa Cruz’ y él me vio bailar, recitar y tocar. Se me acercó y me dijo que tenía talento para el humor y que lo busque en América Televisión. Fui y era cierto, ahí me presentó a los productores y empecé a hacer humor.

Has pasado por muchos programas de humor...

Claro, he estado trabajando con Jorge Benavides en ‘JB Noticias’, ‘El especial del humor’ y ahora ‘JB en ATV’, con Carlos Álvarez en ‘Los Álvarez’; también en ‘A reír’ con un elenco grande; y también en América Televisión con ‘Risas de América’, ‘Recargados de risa’, ‘El reventonazo de la Chola’; es decir, he compartido con casi todos y siempre me he llevado bien con mis colegas, respetándolos.

Cuéntanos alguna anécdota de tu paso por las novelas...

Recuerdo que me convocaron para la novela ‘Malicia’, para ser chofer de Gianella Neyra y me preguntaron si sabía manejar y mentí diciendo que si. Ya en las grabaciones me dicen ‘nos vamos a la vía expresa para que manejes’. Ahí me sinceré y dije que no sabía manejar. Y para solucionar las grabaciones tuvieron que llevar doble personal para que jalaran el carro mientras yo grababa, todos sudaban y repetían las escenas, y yo sentadito, ja, ja.

También he visto que has hecho el servicio militar en la Marina, ¿qué tal la experiencia?

Claro, soy parte del segundo contingente 83. Yo hice el servicio militar como voluntario a los 16 años, pasé una bonita etapa.

¿Por qué de voluntario?

Es que en mi inocencia creía con mis amigos del barrio que besando a una chica la embarazaba, nosotros teníamos nuestras chicas y yo estaba asustado pensando ‘¿cómo le digo a mi viejo?’.

Por eso, hiciste el servicio...

Sí, un día ya no podía dormir y a la mañana me fui al ministerio de Marina para presentarme, no dije nada en mi casa, hice mi cola, fui con mi partida de nacimiento y aunque me decían que era muy chiquito, yo insistía y decía que era mi sueño ser marino. Al final me aceptaron y me llevaron a la isla San Lorenzo.

¿Cómo te fue?

Después de unos días ya quería regresarme, no aguantaba. Le decía al sargento y me daban una catana. Hasta que un día me pongo a tocar, a hacer percusión y un oficial me escucha, me pregunta si sabía tocar, le digo que sí y me lleva al salón de oficiales para animar las reuniones. Eso me libró de hacer las guardias y tenía algunas licencias.

¿Es cierto que has conocido a Luis Advíncula cuando era niño?

Claro. Su papá Lucho era mi vecino en la quinta en Breña, mi mamá le daba comida, veía su ropa, era como un hijo más. Luego, llegaron sus hermanos y ahí he visto a Luis cuando era chiquitito, tenía el pelo rojo, mis hermanos menores lo cuidaban, jugaban con él. Pero la amistad, el cariño se mantiene y Lucho, el papá, hasta ahora se comunica con mi madrecita.

También tienes amigos en el fútbol, ¿Waldir es uno de ellos?

Sí, somos buenos amigos, hay cariño y respeto.

Es cierto que una vez lo ayudaste para que no lo ampayen...

Ja, ja... Una vez Alianza había ganado y estábamos celebrando y avisan que llegaban las cámaras de la tía (Magaly), así que le digo, nos vamos de acá, no te preocupes. Subimos a un carro y arrancamos, yo en ese tiempo trabajaba en Maxicar, una empresa de alarmas para autos y tenía local en Breña, así que mientras íbamos llamé para que nos abrieran el portón. Las cámaras nos seguían pero la libramos porque nos abren las puertas, entramos y las cerraron. Ese día nos quedamos encerrados hasta la noche, salimos cuando se fueron.

Además, resalta en tu vida que tienes una relación larga con tu esposa, ¿cuál es el secreto?

Con mi esposa Elizabeth Villalobos tenemos 29 años juntos, y llevamos 17 años casados. En toda relación hay sus altibajos, pero es importante que haya respeto, comunicación y amor para seguir juntos. Ella es mi soporte, y vivimos felices. Nuestro hijo ya es profesional.

¿Cómo se conocieron?

Yo trabajaba en Iguana y ella llegó para pedir autográfos para su sobrina, así que la ayudaba a conseguirlo. Fue algunas veces, luego me contó que estudiaba enfermería y así nos fuimos viendo, el amor fue surgiendo.

TE PUEDE INTERESAR:



Contenido sugerido

Contenido GEC