Aunque muchos la conocemos como la peculiar y divertida ‘Coco’ en la novela ‘Pituca sin lucas’, Martha Figueroa, primera actriz peruana de teatro, cine y televisión, lleva más de 54 años de trayectoria artística. Ella nos confiesa sus mejores escenas románticas, qué le enamora de los hombres y cuál es su mayor miedo.

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Martha, tienes poco más de cincuenta años de trayectoria artística...

¡Cincuenta años de edad! Ay sí, ya quisiera, ojalá, ja, ja, ja. Tengo 54 años de vida artística, sí, es cierto.

Y jamás se te subió fama a la cabeza...

Bueno, es que soy actriz porque me gusta mi profesión. La verdad es que las consecuencias de eso no me gustan mucho, o sea el perder tu privacidad. Pero gracias a Dios siempre he tenido los pies firmes en tierra y he sido consciente que la popularidad es una burbuja. Otra cosa es trascender por tu trabajo, que alguien se acerque por tu carrera. Creo que el problema surge cuando los chicos empiezan a hacer televisión sin tener una base teatral, entonces se vuelven populares y creen que eso es ser actor y ser actor es mucho más que eso.

Y eso que has estado en grandes producciones de telenovelas...

Bueno, así es. Estuve en ‘Simplemente María’, ‘Gorrión’, ‘Pobre diabla’, ‘Natacha’, y en la primera versión de ‘Pantaleón y las visitadoras’.

¿Alguna anécdota?

Bueno, ‘Pantaleón y las visitadoras’ fue la única comedia que escribió Mario Vargas Llosa, fue todo un rollo porque es una crítica a las instituciones militares. Se filmó en la época del gobierno miliar y tuvimos que irnos a filmarla a República Dominicana, porque acá no podíamos hacerlo. Tuvimos que esperar hasta que salgan los militares para estrenarla. Y me dio pena porque como había pasado tanto tiempo, la película no fue muy buena, no estuvo a la altura de la novela.

¿Qué le dirías a la Martha jovencita que soñaba con ser actriz?

Bueno, yo no soñaba con ser actriz. Es verdad que estaba en actuaciones y jugaba con mis hermanos, pero yo era muy tímida. Jamás se me había ocurrido que podía ser actriz hasta que fui a ver una obra de teatro (hace cincuenta años) y sentí como una epifanía. Recuerdo que dije ‘Qué lindo debe estar sobre ese escenario, emocionando a la gente’. A partir de ahí hablé con mis padres y empecé a estudiar. Y qué le diría a esa jovencita... a ver... ‘Te felicito porque superaste tu timidez, tus inseguridades, tendrás una carrera seria, sin escándalos’. Mira, todavía a mis 70 años sigo en actividad.

Y estás más regia que nunca...

Imagínate ja, ja, ja. Y ahora más activa que nunca haciendo de ‘Cocó' en Pituca sin lucas.

Un gran personaje que se ha robado el corazón de los peruanos...

A mí me sorprendió quedar elegida para el personaje porque hicimos un casting riguroso y los de Chile no me conocían. Yo he pasado casi la mayor parte de mi carrera haciendo personajes dramáticos, fuertes, a veces de mala. Y de pronto llega este ‘regalito’ que es Cocó.

¿Fue complicado meterte a un personaje con tintes de comedia?

Particularmente, este personaje es comedia pero también bien controvertido. O sea ‘Cocó' es clasista, racista, egocéntrica, pero como está en todo comedia, la gente lo ha tomado bien. Claro, tampoco es que sea una villana, suelta lo que piensa y a veces eso que piensa no está bien ja, ja, ja.

¿Imaginaste la gran respuesta del público?

No, para nada. Yo sabía que el personaje en la versión chilena había tenido mucho éxito y se sentía la presión. Allá adoraban a la actriz que hacía el papel. Y la verdad es que nunca en mi vida he sentido tanto el cariño de la gente, todos son halagos, cosas bonitas, la gente se ríe. La respuesta en las redes también ha sido linda. Me dicen cosas tan lindas. Como digo ‘ya estoy vieja para envanecerme’ pero qué bonito es recibir ese cariño, es como una recompensa a tanto esfuerza.

Cocó es multigeneracional, ha conquistado a niños, jovencitos y grandes...

Exactamente. No sé por qué le gusta tanto a los niños ja, ja, ja. En el caso de los adolescentes, supongo que es porque dice cosas terribles y la juventud es rebelde y trasgresora. Es que es un personaje que ha llegado a todo el mundo.

Imagino que muchos pensarán que eres igualita a ‘Cocó'...

Como siempre digo, de ‘Cocó' lo único que tengo es que somos flacas ja, ja, ja. Yo también soy un poco pretenciosa como ella, pero no soy racista, clasista, egoísta, conservadora, religiosa ni egocéntrica. No tengo que ver nada con el personaje, en realidad. Ahora, obviamente nadie me dice ‘Martha’ todo es ‘Cocó'.

¿Qué te dicen los fans?

Mucha gente me dice que no veían televisión peruana y ahora están viendo Pituca sin lucas. Estamos ganando un público maravilloso. Todos aman a la pareja que hemos formado con Don Bernardo, mi gran amigo Roberto Moll.

Uy esa parejita...

Uy sí, todos nos aman. Qué bonito que una pareja de viejos tenga el éxito que está teniendo.

Es una forma de revalidar a los adultos mayores...

Sí, claro, y también a los actores mayores que siempre han sido ‘los abuelos de...’ pero estos personajes tienen vida propia e historia propia.

Y decirle a ese público que para el amor no hay edad...

Así es, tienes razón. Es maravilloso.

Y hablando de amores... ¿estás en una relación?

Uy ahí sí estás tocando un punto álgido en la relación. Como diría Roberto Carlos ‘Si hablo de mi vida privada, deja de ser privada’. Siempre he mantenido mi vida privada al margen de lo público y es algo de lo que me siento muy orgullosa. Me casé con un actor sin escándalos, me divorcié sin escándalos. Yo hago mi vida alejada de los medios.

Ok, entonces, reformulo, ¿qué es lo primero que te enamora de un hombre?

Como diría una comediante norteamericana ‘Para mí, con que tenga pulso es suficiente’ ja, ja, ja.

¿No hay requisitos?

Mira, que sea un hombre pensante, intelectual, con cierto nivel cultural, con noción del lado artístico.

¿Qué le dirías a la Martha de 15 años?

Estarás orgullosa de ti, lograste superar muchas dificultades y salir adelante. La vida parece más dura de lo que realmente es.

¿Qué no toleras de la gente?

La hipocresía, la deshonestidad, la intriga, la mala leche.

Tu primer trabajo y a qué edad fue...

Fui secretaria mientras estudiaba teatro. Y mi primer trabajo artístico fue en la telenovela ‘Simplemente María’.

¿Cómo te relajas?

Hago yoga, meditación y camino mucho.

Un hobby que pocos conozcan...

Me gusta leer, escuchar música y coleccionar aretes, ja, ja, ja. Creo que tengo cincuenta pares.

Si no fueras actriz, ¿qué serías?

Cantante o escritora.

¿Cuál ha sido la mejor escena de beso que has tenido y con quién?

Uy, qué difícil. He tenido besos muy apasionados y como siempre digo: ‘Me he besado con todos los actores de mi generación’. Pero recuerdo mucho las escenas románticas con Gianfranco Brero. Y no solo había besos, sino los señores ‘revolcones’, ja, ja, ja.

Tu mayor miedo es...

No poder valerme por mí misma. Como decía mi gran amigo Oswaldo Cattone: ‘Martha, no me quiero morir, pero peor aún no quiero ser un viejo dependiente’.

¿Crees en la vida después de la muerte?

Absolutamente. Y también creo en la reencarnación.

Cinco cosas que siempre llevas en el bolso...

Celular, lentes, billetera, llaves y mi labial porque siempre ando con la boquita pintada.

Tus vacaciones soñadas serían en...

La playa. Cualquier lugar cerca al mar sería perfecto.

¿Qué comida o postre peruano serías?

Uy, está complicado porque soy vegetariana, ja, ja, ja. Pero creo que sería una papa a la huancaína o una mazamorra morada bien calientita.

La telenovela de tu vida se llamaría...

Sola, pero no solita.

Para cerrar, dinos tres cualidades que te describan...

Soy responsable, muy profesional, puntual y honesta.

¿Y tres defectos?

Me han dicho que soy distante, poco social y malhumorada.

Gracias por tu tiempo, Martha...

Ha sido un placer tener esta conversación. Gracias a ustedes.

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