A veces las entrevistas terminan convirtiéndose en un confesionario donde el personaje suele decir su verdad, sin temores, sabiendo que todo será tomado en cuenta y se siente bien. Ocurre, en reiteradas ocasiones, que los periodistas solemos ser receptores de diálogos sobre temas cotidianos, pero que no por ello dejan de ser importantes en la vida del ser humano. Marina Mora fue reina de belleza y se mantiene como uno de los rostros más bellos del país. Hoy luce un físico envidiable y la razón pasa por una decisión fundamental y valiente.
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Marina, nos vemos 20 kilos después.
Tengo años trabajando mi nutrición.
¿Qué cambiaste?
De mi alimentación he hecho un estilo de vida saludable.
¿Sufres alguna enfermedad?
Me medico por la tiroides y siempre tomo mis pastillas.
¿Era necesario una operación?
Pasaba por situaciones como subir y bajar de peso.
¿Te tenía en constante presión?
Estaba en obesidad 1 y era fastidioso no poder controlar tu peso.
¿A qué intervención te sometiste?
Me realicé la cirugía bariátrica de la banda gástrica. Que no es una liposucción o tratamiento.
¿Entonces?
Después de evaluaciones, el doctor me indicó que lo haga por salud.
¿Estaba complicada tu situación?
Mi cuerpo tiene la memoria de la obesidad y eso exigía una medida más fuerte.
¿Y ahora comes poco?
Lo hago saludablemente.
¿Ejemplo?
Como pequeñas cantidades, porque así quiera más, el estómago está reducido.
¿Y solo algunos platos?
De todo.
¿Llevas terapia?
Con la psicóloga, de la mano de la nutricionista, tomas conciencia. Es una enfermedad física y mental.
¿Ganaste la batalla a la gordura?
Esto es un trabajo diario, hay que aprender a escuchar a tu cuerpo.
¿Ya ‘te avisa’?
Sé cuando me dice: ‘Ya no más’.
¿Dónde está tu ropa de hace un tiempo?
He regalado muchas prendas.
¿Qué has recuperado?
La ilusión de comprar una talla que hace muchos años no podía usar.
¿Te pasas todo el día en la tienda de vestidos?
No voy a un centro comercial si no tengo claro lo que debo escoger. Voy directo.
¿Las redes te ‘golpeaban’?
La verdad, si recibo mil mensajes, uno es malo.
En la última elección de ‘Miss Perú’, desde internet, le han dado con todo a Alessia Rovegno.
Lo más fácil es hablar mal, insultar, criticar.
¿Lo sentiste?
Me da pena cuando están desinformados.
¿Qué le aconsejas?
Que estudie oratoria, que se prepare en canto, entonación. Si gusta, que venga a mi escuela.
¿Cantas?
Tomé clases, pero tendría que trabajar mucho para mejorar mi voz.
¿Vas al karaoke?
Puedo participar, pero no soy la organizadora.
Entonces bailas.
Soy buena. Creo que tengo ritmo.
¿Te ‘achoras’ con los pasos?
Disfruto y creo que es lo más importante.
Cuando te eligieron la mujer más bella del país, ¿cómo se despierta al día siguiente?
Estaba feliz, agradecida y bien cansada.
Diriges tu empresa, ¿eres jefa de carácter duro?
Soy bastante estricta.
¿Los empleados te temen cuando los miras ‘grueso’?
También tengo mis momentos de relajo con los chicos.
¿Consejo a quienes lideran grupos de trabajo?
No se puede estar bueno todo el tiempo, ni relajado o regañando, sino se malogra el ambiente laboral.
¿Una pena que te cambie el humor?
Hace poco falleció mi padre.
¿Te da miedo la muerte?
La detesto.
¿Y si se te aparece?
Le he peleado muchas veces. ¿Sabes lo que le decía cuando mi padre estaba enfermo?
Dime.
Acá ni se te ocurra. Pero me agarró desprevenida, durmiendo. Mi padre partió de madrugada.
¿Es necesario ser madre para sentirse realizada como mujer?
Cada uno debe tomar la decisión, dentro de su libertad, que la haga feliz.
Un gran abrazo y gracias por tanta sinceridad.
Siempre será un gusto conversar con ustedes.
Directa, con su verdad y sus ganas de seguir de pie. Luchando por ser mejor. Marina Mora parece tener la misma forma de pensar del francés Voltaire: ‘La vida es un naufragio, pero no debemos olvidar cantar en los botes salvavidas’.
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