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Impactaba con su potente voz, encantaba con su sonrisa y emocionaba a quien escuchara sus profundas interpretaciones. Lucha Reyes, conocida como ‘La Morena de Oro’, fue una cantante afroperuana que difundió la música criolla. Nacida en Lima el 19 de julio de 1936, Lucila Justina Sarcines Reyes de Henry, que así se llamaba,hija de Tobías Sarcines y Lucila Reyes, tuvo una vida llena de obstáculos y sinsabores. A sus seis años murió su padre y la nueva pareja de su madre la maltrataba física y psicológicamente. Poco tiempo después un incendio devastó la su vivienda y tuvieron que trasladarse a otra zona de Lima conocida como la Cuna del Criollismo, la que marcó su vida musical.
Lucha Reyes. 22 de agosto de 1972. Foto Archivo Histórico

Impactaba con su potente voz, encantaba con su sonrisa y emocionaba a quien escuchara sus profundas interpretaciones. Lucha Reyes, conocida como ‘La Morena de Oro’, fue una cantante afroperuana que difundió la música criolla. Nacida en Lima el 19 de julio de 1936, Lucila Justina Sarcines Reyes de Henry, que así se llamaba,hija de Tobías Sarcines y Lucila Reyes, tuvo una vida llena de obstáculos y sinsabores. A sus seis años murió su padre y la nueva pareja de su madre la maltrataba física y psicológicamente. Poco tiempo después un incendio devastó la su vivienda y tuvieron que trasladarse a otra zona de Lima conocida como la Cuna del Criollismo, la que marcó su vida musical.

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Con su esposo, con quien contrajo matrimonio a los 16 años y tuvo dos hijos, la realidad no fue distinta. Luego de múltiples acontecimientos de violencia se separó y tuvo una segunda relación de la cual nació una niña. Para mantener a su familia Lucha vendía diarios, lavaba ropa, fregaba platos en restaurantes y, para pasar el rato, cantaba. Su perspicaz voz fue descubierta a los 20 años cuando participó en un programa de radio de cantantes aficionados llamado “El Sentir de los Barrios”. Su vida estaba a punto de dar un giro, en el momento que exámenes médicos diagnosticaron que tenía diabetes emotiva, edema y disnea, por lo que se tuvo que someter a continuas pruebas, pasando largas temporadas internada en un hospital.
Lucha Reyes cantando en La Peña Ferrando. 11 de abril de 1966. Foto Archivo Histórico

Con su esposo, con quien contrajo matrimonio a los 16 años y tuvo dos hijos, la realidad no fue distinta. Luego de múltiples acontecimientos de violencia se separó y tuvo una segunda relación de la cual nació una niña. Para mantener a su familia Lucha vendía diarios, lavaba ropa, fregaba platos en restaurantes y, para pasar el rato, cantaba. Su perspicaz voz fue descubierta a los 20 años cuando participó en un programa de radio de cantantes aficionados llamado “El Sentir de los Barrios”. Su vida estaba a punto de dar un giro, en el momento que exámenes médicos diagnosticaron que tenía diabetes emotiva, edema y disnea, por lo que se tuvo que someter a continuas pruebas, pasando largas temporadas internada en un hospital.

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A Lucha Reyes, se le recuerda también por sus pelucas excéntricas y por interpretar canciones ofrecidas desde un dolor muy hondo hasta hacerlas completamente suyas. A principios de los años sesenta, Augusto Ferrando, con su humor cruel pero gran ojo para el talento, la contrató como imitadora y cantante. A partir de entonces, a pesar de ser negra, mujer y artista en un país donde recién se había aceptado el voto femenino, su carrera fue en ascenso en las peñas criollas de la época, como el famoso Karamanduka, donde Lucha recibía un plato generosamente servido y algunos soles a cambio de cantar toda la noche.
Lucha Reyes internada en el hospital. 22 de diciembre de 1970. Foto Archivo Histórico

A Lucha Reyes, se le recuerda también por sus pelucas excéntricas y por interpretar canciones ofrecidas desde un dolor muy hondo hasta hacerlas completamente suyas. A principios de los años sesenta, Augusto Ferrando, con su humor cruel pero gran ojo para el talento, la contrató como imitadora y cantante. A partir de entonces, a pesar de ser negra, mujer y artista en un país donde recién se había aceptado el voto femenino, su carrera fue en ascenso en las peñas criollas de la época, como el famoso Karamanduka, donde Lucha recibía un plato generosamente servido y algunos soles a cambio de cantar toda la noche.

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En 1960, regresó al canto en el teatro Pizarro. Luego, en 1970, lanzó su primer álbum titulado ‘La morena de oro del Perú’ cautivando al público peruano. Sin embargo, su salud fue empeorando y tuvo que ser nuevamente internada en el hospital por hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca. En 1972 lanzó al mercado su tercer disco y viajó a Estados Unidos, donde brilló en el Waldorf-Astoria de Nueva York. Mas a comienzos de 1973 los médicos le prohibieron definitivamente las actuaciones por su ya deteriorada salud.
Lucha Reyes recibiendo un premio. 22 de agosto de 1972. Foto Archivo Histórico

En 1960, regresó al canto en el teatro Pizarro. Luego, en 1970, lanzó su primer álbum titulado ‘La morena de oro del Perú’ cautivando al público peruano. Sin embargo, su salud fue empeorando y tuvo que ser nuevamente internada en el hospital por hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca. En 1972 lanzó al mercado su tercer disco y viajó a Estados Unidos, donde brilló en el Waldorf-Astoria de Nueva York. Mas a comienzos de 1973 los médicos le prohibieron definitivamente las actuaciones por su ya deteriorada salud.

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Lucha popularizó la música peruana y su estilo único, que mezcla las tradiciones afroperuanas y andinas expresando los sentimientos de la sociedad. Pero su maravillosa voz no duraría mucho tiempo. Lucha Reyes falleció a los 37 años de un infarto, el mismo Día de la Canción Criolla. El día que Lucha Reyes murió, 30,000 personas se congregaron a su alrededor para pedirle que regrese, aunque sea para despedirse. Y así fue. Ella regresa, cada vez que alguien la invoca, y se presenta en las jaranas o en la soledad de un vaso vacío, para recordarnos que sigue siendo la mujer capaz de interpretar las tristezas más grandes de la vida.
Miles de personas acompañando el sepelio de Lucha Reyes. 01 de noviembre de 1973. Foto Archivo Histórico

Lucha popularizó la música peruana y su estilo único, que mezcla las tradiciones afroperuanas y andinas expresando los sentimientos de la sociedad. Pero su maravillosa voz no duraría mucho tiempo. Lucha Reyes falleció a los 37 años de un infarto, el mismo Día de la Canción Criolla. El día que Lucha Reyes murió, 30,000 personas se congregaron a su alrededor para pedirle que regrese, aunque sea para despedirse. Y así fue. Ella regresa, cada vez que alguien la invoca, y se presenta en las jaranas o en la soledad de un vaso vacío, para recordarnos que sigue siendo la mujer capaz de interpretar las tristezas más grandes de la vida.


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