El año que pasó dejó una tremenda duda en los hinchas, algunos incondicionales, de la modelo Kendall Jenner. Y es que la joven, de tan solo 22 años, disparó en las redes rumores de embarazo por una fotografía que difundió en Instagram.
En la imagen, Kendall Jenner está frente a un espejo ubicado en un baño. Su abdomen, que es blanco de envidia por parte de miles de mujeres, luce extrañamente abultado.
Los portales web no tardaron en hacer eco de los chismes y publicaron crónicas basadas en ‘fuentes’ cercanas de Kendall Jenner. Algunos 'culparon' al basquetbolista Blake Griffin, quien ha salido con ella varias veces, de la situación.
Ante la avalancha de habladurías, Kendall Jenner aclaró el tema. A través de su cuenta de Twitter, plataforma que ella ha dejado en segundo plano para darle énfasis a Instagram, la musa explicó el motivo por el que tenía una 'pancita'.
"Es que me gustan las rosquillas", indicó Kendall Jenner, retuiteando un mensaje de MTV Australia. De esta forma, ella se pinta como una persona 'normal' y dispuesta a caer en la tentación de un atracón.
A propósito de este 'pecado' confesado por Kendall Jenner, podemos recordar unas declaraciones dadas a Harper's Bazaar. En estas, la modelo habla de su debilidad por el frozen yogurt.