Por Frank López
Karen Schwarz conduce un magacín por las mañanas en señal abierta y Ezio Oliva vive en México de lunes a jueves para forjarse una carrera musical, pero cuando llega el viernes, ambos dejan de lado su faceta laboral y se entregan a su verdadera pasión: cultivar su relación, que ya lleva siete años.
De ese amor nació Antonia, a quien piensan darle un hermanito -cuando Dios lo decida- y a la vez, seguir compartiendo su felicidad al lado de sus dos mascotas.
Ezio, comentabas que habían remodelado este departamento completamente a su gusto...
Ezio: A Karen y a mí nos gusta hacer nuestra cosas, si es posible, con nuestras propias manos, tanto en nuestra chamba como en la casa.
Karen: Somos tan hogareños, y queremos llegar a la casa y decir: ‘Es justamente como lo pensamos, como lo soñamos’, y ha sido tan bien diseñada que yo amo estar en mi casa todo el día.
¿Quién ha influido más en la remodelación y decoración?
E: Los dos, en realidad, yo propongo y la jefa es la que da el visto bueno.
K: Tanto así no es. Él me pregunta y, luego, accede muchísimo al cambio. Él tiene tan buen gusto que en lo particular a mí me encanta.
Karen, imagino que estás feliz de que Ezio tenga tanta iniciativa, porque algunas mujeres se quejan de eso...
K: Me encanta, justamente eso me enamoró de Ezio, tiene eso que te agarra de la mano y te lleva a donde sea y te hace sentir una mujer única. En la casa es igual, de pronto me sorprende con algún detalle, adorno o escultura. Más que la iniciativa, tiene la personalidad arrolladora.
Con el paso de los años las parejas suelen caer en la rutina...
E: Lo que dices es bien cierto. Tratamos de no entrar en la rutina, sino escaparnos de ella, porque ese es el gran enemigo de cualquier relación. Es un poco difícil que caigamos en esto, teniendo en cuenta que yo vivo, de lunes a jueves, en México y de viernes a domingo acá.
¿Cuál es el secreto?
E: Todos los días tratamos de ‘regar’ la relación, no solo se celebra el amor o se dan regalos en el ‘Día de los enamorados’.
¿Tú eres el que más empeño pone o Karen también hace lo suyo?
E: Una relación es de dos, ni yo más ni menos, y lo mismo ella. Creo que llevamos la relación como cualquier pareja, con altos y bajos, con buenos y malos momentos, pero siempre juntos.
¿Qué tan difícil es la distancia para ambos?
K: Yo tomo las decisiones con base en lo que quiero que pase a futuro. Nuestra palabra siempre ha sido ‘fluir’, soy feliz viéndolo cumplir su sueño...
E: Creo que es duro para ambos, allá no estoy en mi casa, no estoy en mi país, no está mi comida, todo es muy nuevo y estoy empezando de cero.
K: Él está siempre en contacto con su hija, siempre la está llamando por teléfono, sin querer hemos encontrado una dinámica tan linda, tan placentera, que cuando llega el viernes, es amor puro hasta el domingo.
Se te nota una mujer muy enamorada...
K: El secreto es que nunca perdamos eso. A pesar de todo este ‘bolondrón’ que viene, ya queremos tener el siguiente (bebé), pensamos en crecer y en ser la pareja que siempre hemos soñado los dos.
¿Ya saben cuándo llegará el siguiente?
E: El único que lo sabe es Dios. Estamos preparados y con todas las ganas de tener un segundo bebé.
K: Recordemos que (el embarazo) con Antonia fue difícil.
Quizá estás en un tratamiento para que quedes embarazada otra vez, como con Antonia...
K: No. Yo ya aprendí que hay momentos en la vida en que no puedes forzar nada, de repente no era el momento indicado, pasé por bastantes temas personales que no me permitieron ser madre cuando yo quería, y creo que va a llegar cuando tenga que llegar, pero sí queremos tener un segundo hijo.
¿Antonia ya pide el hermanito?
K: Pide la hermanita.
E: Y ahí también ‘cerramos el quiosco’.
¿Cómo manejan la comunicación cuando están lejos?
E: Algo que Karen y yo tratamos es hablar por WhatsApp lo menos posible, nuestra comunicación es o por videollamada o por teléfono.
K: Por WhatsApp cada uno lo interpreta como quiere interpretarlo, y puede generar malentendidos en cosas tan tontas.
E: Las redes sociales son importantes, pero no más importante es la familia y la conexión la haces mirando, escuchando, sintiendo, quien diga que siente por WhatsApp... está en otro nivel (risas).
Cuando están en casa, ¿cómo se engríen mutuamente? ¿Cocinándose, tal vez?
K: Nos engreímos de otra manera, el momento para engreírnos es estar echados en la cama, en el sofá, viendo una película en Netflix. Se me ha dado por preparar tortitas de chocolate y por ahí que lo sorprendo.
No son la típica pareja...
K: No somos de darnos regalos en fechas especiales. Por ejemplo, cualquier día él puede llegar con algo y sorprenderme o decirme ‘vamos a cenar’, y de esa forma nos engreímos.
Ezio, ¿qué te gusta más de Karen?
E: Lo que más me gusta y me tiene enamorado de Karen, es esa honestidad y ese compromiso que yo siento -por parte de ella- conmigo, mi carrera, mis sueños y creo que ella siente lo mismo.
Se respira amor en este hogar...
K: Hay admiración pura. Lo he visto un montón de veces cantar, me sé de principio a fin su show, pero me enamoro de él cada vez que está en el escenario. Cada día volteo y digo: ‘Él es el hombre de mi vida, es mi esposo’.
Los escucho y no los imagino peleando...
K: ¡Intensos!
E: Todos los días y eso es normal, es parte de la convivencia tener diferencias, pero tener diferencias es una cosa y otra es faltarse el respeto. Puedo decir con seguridad que Karen y yo jamás nos hemos faltado el respeto.
K: Lo que sí tenemos como regla es que no podemos irnos a dormir peleados. Las dos o tres veces que nos hemos ido a dormir peleados ha sido horrible, al menos para mí.
¿Quién es el que generalmente cede?
E: Yo, siempre (risas).
K: Antes más Ezio que yo, pero ya aprendí a ceder un poco.