Karen Dejo y Lucas Piro son amor puro. (M. Palomo)
Karen Dejo

Cuando se miran salen chispas, cuando se tocan son puro fuego. y se abrazan y besan, porque el amor no se esconde. . La pareja nos cuenta detalles de la relación que tienen y que nació en los ensayos de baile, cámaras y reflectores.

“Estar en ‘El gran show’ me dio la oportunidad de conocer a una persona que al principio no me caía muy bien, pero cuando conversé con él, descubrí el gran ser humano que es. Mira, no soy una niña de 15 años que se ilusiona, tengo experiencia y por eso permití que él se me acerque y estoy viviendo un momento muy bonito a su lado. Me siento feliz de verdad”, cuenta Karen Dejo.

¿Eres un poco desconfiada en el amor?
Soy de las personas que por las experiencias que tuvieron, ya no quieren sufrir. Las cosas no me las tomo muy a la ligera, me gusta respetar a la gente cuando me involucro con alguien sentimentalmente. Obviamente con Lucas estamos paso por paso.

Deseas ‘vivir el presente’.
Pero eso no significa que me deje de importar el futuro. Lucas no es una persona del momento, es una persona que me está llenando bastante, estoy entregando mis sentimientos. Me siento cómoda y me da tranquilidad. Nos elegimos, cuidamos y protegemos.

Los dos bailan muy bonito...
Cuando esos cuerpos se encuentran hay fuego ja, ja, ja... Tenemos mucha ‘química’.

¿Estás apostando por la relación?
No sé, no quiero pensar mucho. Uno también tiene sus miedos, pero no quiero pensar mal, quiero cancelar todo tipo de pensamientos negativos. Yo le dije a él que no hay nada mejor que el respeto, somos amigos, conversamos demasiado, nos matamos de risa, somos dos locos y también serios cuando debemos serlo.

Los argentinos tiene fama de ‘floreros’. ¿Así te conquistó?
No. Me gusta porque es auténtico, dice las cosas igual que yo. Es transparente, es un chico bueno, espero que el entorno no lo cambie.

Hablando de eso, mucha gente dudaba de la relación...
Eso no importa. Nunca me he guiado de la gente, he vivido en mi burbuja toda la vida. Gracias a Dios siempre tuve mi cable a tierra, no me deslumbro por el ambiente artístico, sé que es mi trabajo, pero mi vida personal la cuido y, si él está en mi vida, pues lo voy a cuidar.

¿Entonces no te molesta que ‘Coto’ haga comentarios y ponga en duda su relación?
Yo soy feliz... Deseo que le vaya bien.

Estuviste en Argentina hace poco, ya tienes la ‘bendición’ de la familia
Ja, ja, ja... Me gusta su familia, ver de dónde viene, quiénes son sus amigos, porque dice mucho de la persona, ver cómo se comporta con su familia, mamá, hermana. Lucas adora a su familia y tiene un excelente ejemplo de su papá, que hasta el día de hoy se dan cariño y respeto con su mamá. Admiro a las personas que transmiten valores, alegría, respeto y ellos me transmiten eso.

LUCAS PIRO
Karen contó que tú le caías mal. ¿Cómo hiciste para romper esa barrera?

Nada, me conoció ja, ja, ja... Ella pensó que era agrandado y nada que ver, quien me conoce sabe que lo más lindo de un artista es la humildad y yo soy así. Cuando conoció al verdadero Lucas Piro, a mi familia, quien me rodea, se dio cuenta que estaba equivocada.

¿Y así fue naciendo al amor?
Compartimos un tiempo juntos, nos hicimos amigos de salidas, la pasábamos bien, pero no había nada entre nosotros. Por supuesto que nos atraemos, pero era todo un juego hasta que un día esa atracción pasó a ser piel, encontrarnos, gustarnos. Soy una persona que cuando siente algo, lo dice, no me guardo las cosas, por ello dijimos ‘probemos y dejemos que fluya’. Gracias a Dios, estamos formando algo relindo.

¿Es una relación importante?
Somos dos personas adultas, de 32 años... Uno decide compartir su vida, no somos ‘media naranja’ del otro, somos dos personas que decidieron compartir sus cosas y Karen es mi compañera hoy en día.

¿Sabes que eres uno de los hombres más envidiados porque Karen es el sueño de muchos varones?
Bueno, qué lindo que me haya elegido para compartir esta vida nueva, este camino conmigo, y yo la elegí a ella. Algo que tenemos claro es que yo la apoyo en todo lo que quiera hacer y me siento acompañado porque ella me incentiva en todas las ideas. Es muy compañera, no es egoísta.

¿Qué es lo más te gustó de Karen aparte del físico?
La vi y me encantó, dije: ‘¡Uf! qué mujer, qué morochón, pero lo que más me gusta es que posee valores como persona.

Ella dice que le gustan tus detalles.
No sé, soy un bicho raro.

¿No eres el típico romántico?
Sí, soy chapado a la antigua. A mí me gusta llevarla a la playa, pasear por el malecón, regalarle una simple rosa en vez de unas 50. Hoy, muchas parejas se caracterizan por lo material. Ella es Karen y yo no dejo de ser un bailarín... De mí solo se va a llevar las pelusas de los bolsillos... Es la verdad, pero eso pasa porque nos queremos y estamos sintiendo algo muy lindo. En realidad, eso es lo que te mueve, tu motor es el amor.

¿Estás ‘templado’?
Cuando llegas a cierta edad, te das cuenta que las cosas materiales van y vienen, pero es más lindo tener una compañera con la que puedes charlar, debatir, que te escuche. Yo elijo eso.

Y se nota la ‘química’ que hay entre ustedes.
Somos muy sensuales los dos. Ella es una bomba sensual, me encanta que sea así. Con Karen tenemos una piel, una química bárbara. Parece que nos conocemos de hace tiempo y, en realidad, hace tres meses que estamos. Eso lo dan los años, la madurez.

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