Juliana Oxenford reveló haber padecido anorexia hace casi dos décadas en un extenso mensaje en su cuenta de Facebook. La conductora de '90 Matinal' sostuvo que esa enfermedad le dejó huellas que jamás podrá borrar. Así, la periodista recibió apoyo de sus seguidores en la red social.
Juliana Oxenford admitió que tuvo "obsesión por la balanza" siendo una huella imborrable hasta ahora pues derivó en la anorexia que la atormentó durante quince años.
"La anorexia ha dejado huellas que por más que quiero, nunca podré borrarlas: la obsesión por la balanza, el conocimiento exacto de la cantidad de azúcar en un vaso de Coca Cola, el exhaustivo estudio del nivel de grasa de tres papas fritas, hasta el récord de lograr sobrevivir a punta de medio paquete de galletas de soda “light” y un cuarto de papaya al día", escribió Juliana Oxenford.
Para Juliana Oxenford fue difícil contar sobre la anorexia que sufrió, sobre todo, porque "es esta maldita enfermedad de la que tantos se burlan y tan pocos conocen".
"Nadie deja de comer por vanidad ni para emular a la modelo de moda. Quienes hemos sobrevivido a esta pesadilla, sabemos que la anorexia es un llanto de urgencia , un grito de desamor, una súplica para que nos abracen, un miedo incontrolable a crecer, un mecanismo para llamar la atención de ese novio o papá que a penas sabe que todavía existimos. Hoy, después de quince años de haber tocado fondo con treinta y cinco kilos a cuestas, creo que la anorexia es la obsesión por vaciar tu cuerpo de comida. No dejar nada. Quedar tan nula de alimento como esa alma con la que se carga pese a sentir que también la hemos perdido", agregó Juliana Oxenford.
Juliana Oxenford consideró que existe un riesgo que pueda volver a caer en las manos de la anorexia, "en el hoyo negro donde la tristeza se curaba con hambre y flagelos".
"Nunca antes había escrito con tanto miedo, con tanto dolor. Nunca antes había llorado tanto al leerme. Nunca antes me había visto tan fuerte como esta noche. Nunca antes me había sentido orgullosa de haber podido arrastrarme hasta encontrar esa puerta de emergencia que me trajo de vuelta a la vida. Nunca antes, hoy si", indicó Juliana Oxenford.
Finalmente, Juliana Oxenford agradeció a su madre por ayudarla en esos momentos que muy pocos conocían.
"Gracias mamá por acompañarme, por tu silencio cómplice, por invadirme con tu sutileza cuando me negaba a abrirte la puerta, por darme la mano sin saber a donde íbamos, por salvarme. Me vas a matar por esto, lo sé. Pero también sé que hace rato necesitaba hacerlo. Quien sabe, quizás ahora- desde este lugar- pueda ser yo quien le abra la puerta a alguien más", concluyó Juliana Oxenford.