Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

Y de pronto ‘Pichicho’ creció y sorprendió. El ‘chato’ del salón, de ahí la razón de su apelativo, dio el estirón en altura y también como profesional. Se instaló en los hogares peruanos y sus compañeros de colegio, orgullosos, exclaman cada vez que aparece en televisión: ‘Yo estudié con él’. , el dueño del ‘apodo’ en sus tiempos de escolar, ha cambiado de ‘casa’. Hoy es de ATV y sigue manteniendo las mismas costumbres. Callado, de hablar lo necesario y con esas ropas de colores que son su sello.

Jorge, ¿te molesta cuando te ‘vacilan’ de gordo?

Más que nada me preocupa por la salud.

¿Cómo es tu desayuno?

Café, dos panes con palta y cuando hay algo de angustia, uno más.

¿Almuerzo?

Tallarín rojo y papa a la huancaína.

¿Cena?

Algo ligero: sopa y un plato de arroz con huevo.

¿Te animas por una dieta?

Lo he analizado y voy a hacerme la banda gástrica.

¿Cuándo la has programado?

Una vez que me estabilice en mi nuevo canal.

¿Por qué usas tanto las camisas al estilo Augusto Ferrando?

Es parte de mi imagen como artista, trato de usar algo llamativo.

Jorge Benavides en entrevista con Trome
Jorge Benavides en entrevista con Trome

Pensé que era un homenaje a tu descubridor.

Podría ser porque verdaderamente me dio un trampolín a la fama.

¿Un logro personal?

He constituido una familia que protejo.

¿Por eso nunca sales en escándalos?

Respeto mi trabajo.

¿Fumas?

Me acuerdo que en la universidad prendí un cigarrillo y después me di cuenta de que no servía para nada.

¿Es verdad que no has salido a la calle de jovencito.

He jugado trompo, pero en mi sala.

¡Es para no creerlo!

Igual con las bolitas. Los chicos se ensuciaban las rodillas, pero yo no.

Jorge Benavides en entrevista con Trome
Jorge Benavides en entrevista con Trome

Nadie cree que fuiste a tu fiesta de promoción con un familiar.

Pensaba invitar una amiga que me gustaba, pero mi hermana, que era bien chinchosa y la complacían en todo, quería ir conmigo.

¿Qué dijo tu papá?

¡Carajo, vas con ella! y tuve que hacer caso.

¿Te ‘mechaste’ en el colegio?

Jamás.

¿Ni estuviste cerca?

Una vez un compañero de aula, que me ‘vacilaba’ todos los días, se burlaba, volteé y le metí un cachetadón.

¿Se te vino encima?

No. Creo que vio que con mi cabeza podía hacerle algo.

Jorge Benavides en entrevista con Trome
Jorge Benavides en entrevista con Trome

¿Te sientes muy ‘mitrón’?

Mi papá y primos son iguales, pero me veo al espejo y soy normal.

¿Fulbitero?

Nunca olvidaré que jugué para el equipo de mi salón.

Entonces sí la ‘conoces’.

Me pusieron porque tenían que presentar el equipo completo y faltaba uno.

¿Recuerdas el uniforme?

La camiseta de Peñarol.

¿Nota?

Malísimo.

¿Haces 3 pataditas?

Probablemente sí, pero no me llama la atención.

Definen la Champions Real Madrid vs Barcelona, ¿cambias el horario de grabación?

No.

¿Por la selección?

Solo si es instancia final o definición.

¿Te sorprendió la muerte de Diego Maradona?

No, por la vida que llevaba no podía tener otro final.

¿Cuál es la moraleja?

Que la juventud entienda que ese no es el camino.

¿Tres frases que has instalado en el ingenio popular?

Gracias a Dios hay varias y te diría: ‘Es verdura’, ‘tampoco, tampoco’ y la de ahora ‘Buenaaaaa’.

¿Te has emborrachado?

Hace tiempo y escuché un gran consejo: ‘No hagas eso, a ti la gente te admira’.

¿Cómo te corregían?

Me daban con ese látigo de 3 puntas llamado ‘Sanmartincito’.

¿Romántico?

Lo expreso cocinando.

Jorge Benavides en entrevista con Trome
Jorge Benavides en entrevista con Trome

¿Una salsa?

Las de Frankie Ruiz.

¿Bailas?

Tengo ritmo y canto bien.

¿Envías audios dedicando una canción?

No, soy muy tímido.

Sabes que eres mentiroso...

¿Por qué?

Nos haces creer que ‘Arturito’ es un niño de verdad, que a ‘Rambo’ todo le molesta y así con varios personajes.

Lo soy, pero en el buen sentido. Disfrazo a mis creaciones.

¿Te sientes exitoso?

Al final de mis días, recién podré decir si lo fui.

Un gran abrazo.

A ustedes, a los lectores y pronto estaremos por las pantallas de ATV.

Se fue con ese caminar del ‘chancón’ del salón, que el tiempo ni la fama le han quitado. Emprende una nueva historia, un camino por construir. Como diría el estadounidense John D. Rockefeller: ‘No tengas miedo de renunciar a lo bueno para ir por lo grandioso’.

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