
Directa, ocurrente y sin miedo a decir lo que piensa, Johanna San Miguel nos abre su corazón para hablar de todo: amores, desamores, maternidad y el significado que tiene ‘Queca’ en su historia.
Con la picardía que la hace única, la actriz confiesa qué la enamora de un hombre y por qué su vida podría titularse: ‘Una gordita muy feliz’.
¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje sobre el amor?
El amor cambia, se transforma, evoluciona.
¿Crees en el amor a primera vista?
Claro que sí. Así me enamoré de Pelo Madueño: fue un flechazo. Estuvimos juntos casi cinco años y seguimos siendo amigos hasta hoy.

¿Qué es lo primero que te conquista de un hombre, a nivel físico y de personalidad?
Me enamoran con su sentido del humor; reírme con esa persona es clave. A nivel físico, no lo sé, porque ninguna de mis exparejas se parece entre sí.
¿Qué tan celosa eres?
Soy una persona bastante segura de mí misma, pero también tengo olfato e intuición… ja, ja, ja.
¿Qué opinas de la infidelidad? ¿Se puede perdonar?
Te juro que no tengo idea. Creo que intervienen muchas cosas en esa decisión. Somos seres humanos y cometemos errores. Pero también dicen que ‘si lo hacen una vez, lo hacen siempre’... así que no lo sé, realmente.

¿Prefieres jovencitos o mayores?
Hace tiempo estuve con alguien mucho menor que yo (Stefano Salvini) y quizás por eso creen que solo he salido con chicos menores. Pero fue una sola vez; mis demás exparejas han sido contemporáneas a mí.
¿Te fijas en la edad?
No me fijo en la edad, me fijo en la persona, en lo que me hace sentir. La gente habla como si me conociera, pero solo sabe de mi lado mediático. Soy de relaciones largas: me han pedido la mano tres veces.
¿Cómo te cambió la maternidad?
Descubrí que puedes amar a una persona cada día más. Mi hijo tiene 22 años y estudia Medicina. Es el regalo que le pedí a Dios y mi maestro de vida.

¿Cuál crees que es tu superpoder?
Reinventarme. O te reinventas o mueres.
¿Cómo se llamaría la película de tu vida?
‘Una gordita muy feliz’.
Si fueras una comida o postre peruano, ¿cuál serías y por qué?
Pan con chicharrón, por supuesto. Así, bien frito y con harta grasa… riquísimo.

Un sueño que te falta cumplir…
Viajar en submarino a las profundidades del mar para ver esos seres rarísimos.
¿Cuál es tu mala palabra favorita?
‘Vete a la recon...’ y ‘calla m...’.
¿Qué papel no aceptarías por nada del mundo?
Nada que tenga que ver con demonios, el diablo o exorcismos, porque así sea ficción abres puertas que no deberías abrir.
Ahora estás en la obra ‘Corazón de loba’…
Es una obra maravillosa: van a reírse y cantar con el pulmón. Nos quedan cinco funciones. Estamos en el Teatro Peruano Japonés.‘








