Jerry Rivas.
Jerry Rivas.

El cantante , quien acaba de cumplir 47 años en ‘El Gran Combo’, revela que antes ingresar a la salsa era rockero y que su ídolo es Cheo Feliciano. Además, que el éxito de la ‘Universidad de la salsa’ radica en la buena dirección del maestro Rafael Ithier y se alistan para regresar a Lima en agosto para presentarse en el Chim Pum Callao y el Gran Teatro Nacional.

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¿Qué emociones tiene al saber que llega nuevamente al Perú con ‘El Gran Combo’?

Siempre como si fuera la primera vez, con muchas ilusiones, así como cuando estuvimos la primera vez en los años 80 y no nos fue muy bien. Luego, ya en la Feria del Hogar se hizo historia. Siempre que llegamos por el Perú hay mucho cariño, ustedes nos reciben con mucho entusiasmo y pasión a cada uno de nosotros. Han hecho de la música de El Gran Combo su favorita, es una gran bendición.

¿Por qué menciona que no les fue tan bien?¿Qué sucedió?

Eso fue en el año 80, 81 y estuvimos en el Club de Tiro (Rímac) y en la explanada de un estadio, y bueno, la gente no llegó, nos fue muy bien. Pero con el paso de unos años, tres o cuatro, fuimos a la Feria del Hogar y ese evento fue increíble, de ahí en adelante todo cambió... hasta el día de hoy volvemos siempre para el Festival Chim Pum Callao y en el estadio Nacional para Una noche de Salsa.

El Gran Combo acaba de cumplir 62 años y usted 47 como cantante de la orquesta...

Sí, empecé un 19 de abril de 1977, tenía 21 añitos, recuerdo que Rafael Ithier decía ‘ahora viene el nene’, y ya del nene no queda nada, ja, ja... pero aquí estamos todavía.

Con tanta experiencia, ¿aún hay nervios antes de subir a un escenario?

Más bien, ya duele un poco, de verdad. Hace poco fui a ver a un amigo que es doctor para decirle ‘mira, me está pasando esto y aquello’, y me dice ‘es la Sefuela’. Me quedé frío pensando que la pandemia nos había dejado alguna nueva enfermedad y me dice ‘Se fue la juventud, ja, ja’. Yo me cuido bastante, no soy una persona que hace desarreglos, pero cuando subes al escenario y escuchas los aplausos, a la gente bailando, cantando y gritando, pues es lo mejor que uno puede sentir para seguir adelante, es una inyección de energía y está comprobado que la música es medicinal.

Entonces, no tiene en mente retirarse ni dejar ‘El Gran Combo’...

Hasta que Papá Dios y la salud, que es lo más importante que uno puede tener. Siendo honesto, el día que eso pase tengo que alzar la manos y enganchar los guantes, y reconocerlo, pues cuando no se puede, no se puede, es ley de vida y por el momento hasta que Dios diga.

¿Cuál ha sido la clave de El Gran Combo para mantenerse vigente por tantos años?

Hay varios factores. Primero siempre el respeto que le tenemos al público, eso es muy importante. Lo principal es la dirección del maestro Rafael Ithier por tantos años, el conoce cómo mover las fichas, saber llevar ese timón con su propia música, aparte de ser el visionario, tiene la experiencia, hasta psicólogo es porque tiene que bregar con tantas personas, y sabe del negocio... Él ha sido el arquitecto de su propia música.

¿Cuáles han sido sus ídolos musicales antes de entrar al Gran Combo?

Te confieso que de jovencito yo era rockero, pero un rockero medio raro... entre a la salsa directo por mi hermano mayor que era salsero y ahí me hago fánatico de Cheo Feliciano, el ídolo de todos. Luego, fui conociendo a otros cantantes que me llamaban la atención como Ismael Rivera... y también escuchaba y admiraba a Pellín Rodríguez y Andy Montáñez, los cantante originales de El Gran Combo; así como la Fania.

Por otro lado, Jerry Rivas comentó que llega con El Gran Combo para presentarse el próximo 17 de agosto en el Chim Pum Callao, y el 18 de agosto en el Gran Teatro Nacional.

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