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A mitad de los años 80 se produjo en el Perú un ‘fenómeno’ llamado Indochina. El grupo francés de los hermanos Sirkis comenzó a escucharse en todas las emisoras radiales del país desde 1986 para asombro incluso de los propios integrantes de la banda new wave. En ningún otro país de Sudamérica acontecía lo mismo, por lo que los empresarios que quisieron traerlos debieron asociarse para hacerlo directamente desde París a Lima. Recordemos que, en el Perú, Indochina se hizo popular con canciones como ‘Canary Bay’ y ‘Tercer sexo’, del disco ‘Au Zenith’, por lo que vinieron para dar dos conciertos que luego se extendieron a cuatro exitosas presentaciones reuniendo a más de 50 mil personas, en el gran coliseo Amauta entre abril y mayo de 1988, batiendo así mismo todos los récords en ventas de sus discos.
En el Perú, ninguna otra banda francesa ha dejado una huella tan profunda en el corazón de los peruanos. Foto GEC Archivo Histórico

A mitad de los años 80 se produjo en el Perú un ‘fenómeno’ llamado Indochina. El grupo francés de los hermanos Sirkis comenzó a escucharse en todas las emisoras radiales del país desde 1986 para asombro incluso de los propios integrantes de la banda new wave. En ningún otro país de Sudamérica acontecía lo mismo, por lo que los empresarios que quisieron traerlos debieron asociarse para hacerlo directamente desde París a Lima. Recordemos que, en el Perú, Indochina se hizo popular con canciones como ‘Canary Bay’ y ‘Tercer sexo’, del disco ‘Au Zenith’, por lo que vinieron para dar dos conciertos que luego se extendieron a cuatro exitosas presentaciones reuniendo a más de 50 mil personas, en el gran coliseo Amauta entre abril y mayo de 1988, batiendo así mismo todos los récords en ventas de sus discos.

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Para los fanáticos peruanos debió haberles parecido un sueño la llegada de Indochina a Lima, el grupo rockero de aquellas canciones de letras inexplicables pero con buena música que aparecían de forma recurrente en las radios locales, llegaba al Perú. El Coliseo Amauta se llenó durante las  cuatro presentaciones que el grupo francés dio. Desde la llegada de los franceses al aeropuerto Jorge Chávez, pasando por la espera en el hotel y hasta la llegada al coliseo, los fans siempre acompañaron a la banda. Todo esto marcó un recuerdo muy grande entre los simpatizantes nacionales no sólo del grupo francés sino del rock en general.
Cuando Indochina llegó a Lima en mayo de 1988, el furor se desató en Lima, el idioma de esta banda formada en 1981 no fue una barrera para sus miles de fanáticos. Foto GEC Archivo Histórico

Para los fanáticos peruanos debió haberles parecido un sueño la llegada de Indochina a Lima, el grupo rockero de aquellas canciones de letras inexplicables pero con buena música que aparecían de forma recurrente en las radios locales, llegaba al Perú. El Coliseo Amauta se llenó durante las cuatro presentaciones que el grupo francés dio. Desde la llegada de los franceses al aeropuerto Jorge Chávez, pasando por la espera en el hotel y hasta la llegada al coliseo, los fans siempre acompañaron a la banda. Todo esto marcó un recuerdo muy grande entre los simpatizantes nacionales no sólo del grupo francés sino del rock en general.

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Aquella primera vez de Indochina en el Amauta fue una noche sin duda inolvidable. El hecho ha quedado registrado en los anales de la historia del pop rock en el Perú. Ninguna otra banda francesa ha dejado una huella tan profunda en el corazón de los peruanos. Hoy a poco más de 33 años de su mítico paso por el país, el grupo Indochina, fue uno de los únicos que desafió los momentos más difíciles de nuestra historia para recordarnos como el arte y la cultura también pueden salvar nuestras vidas. Desde entonces sus miles de seguidores en todo el país claman por su retorno. “La relación que tenemos con Perú es surreal. No pasa un día en que no recuerde lo que vivimos allá en 1988. Todos los días recuerdo. Está en mi mente. Hemos vivido muchas aventuras no solo en Lima. Porque pudimos viajar a Cusco y también a Iquitos. Allí pudimos compartir a su hermosa gente y también su música”, recordó Nicola Sirkis, su vocalista a un medio de prensa.
Indochina conoció una historia única con el Perú, mezcla de amor, de escándalo y de exotismo en el ambiente apocalíptico de un país en crisis. Foto GEC Archivo Histórico

Aquella primera vez de Indochina en el Amauta fue una noche sin duda inolvidable. El hecho ha quedado registrado en los anales de la historia del pop rock en el Perú. Ninguna otra banda francesa ha dejado una huella tan profunda en el corazón de los peruanos. Hoy a poco más de 33 años de su mítico paso por el país, el grupo Indochina, fue uno de los únicos que desafió los momentos más difíciles de nuestra historia para recordarnos como el arte y la cultura también pueden salvar nuestras vidas. Desde entonces sus miles de seguidores en todo el país claman por su retorno. “La relación que tenemos con Perú es surreal. No pasa un día en que no recuerde lo que vivimos allá en 1988. Todos los días recuerdo. Está en mi mente. Hemos vivido muchas aventuras no solo en Lima. Porque pudimos viajar a Cusco y también a Iquitos. Allí pudimos compartir a su hermosa gente y también su música”, recordó Nicola Sirkis, su vocalista a un medio de prensa.

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Indochina, ahora un grupo formado por cinco integrantes, continúa en actividad y se autodefine un grupo de pop rock. El año pasado, en plena pandemia global por el Coronavirus, el grupo mostró en todas las plataformas el sencillo “Nos célébrations” y en agosto lanzó el compilatorio Indochine. Single Collection (2001-2021); el cual trata del primer volumen de sencillos. En mayo de este año Indochina ofreció un concierto-test en París ante cinco mil personas; el experimento se celebró en un momento en que la situación sanitaria mejoraba en Francia y la vacunación ya estaba en una etapa avanzada. Los seguidores se dieron cita a este concierto en París para bailar al ritmo de Indochina durante un estudio científico muy esperado en un sector especialmente castigado por la pandemia. Con este concierto, se pretendía demostrar que, si los espectadores se someten a un test de diagnóstico y dan negativo, no tienen riesgo de contaminarse.
El conjunto de Nicola Sirkis llenó el coliseo Amauta de Lima durante cuatro fechas en 1988. Foto GEC Archivo Histórico

Indochina, ahora un grupo formado por cinco integrantes, continúa en actividad y se autodefine un grupo de pop rock. El año pasado, en plena pandemia global por el Coronavirus, el grupo mostró en todas las plataformas el sencillo “Nos célébrations” y en agosto lanzó el compilatorio Indochine. Single Collection (2001-2021); el cual trata del primer volumen de sencillos. En mayo de este año Indochina ofreció un concierto-test en París ante cinco mil personas; el experimento se celebró en un momento en que la situación sanitaria mejoraba en Francia y la vacunación ya estaba en una etapa avanzada. Los seguidores se dieron cita a este concierto en París para bailar al ritmo de Indochina durante un estudio científico muy esperado en un sector especialmente castigado por la pandemia. Con este concierto, se pretendía demostrar que, si los espectadores se someten a un test de diagnóstico y dan negativo, no tienen riesgo de contaminarse.