Hace veinticinco años ambos se miraron, se gustaron y decidieron juntar sus manos y caminar hasta que el sol duerma y vuelva a despertar una y otra vez. La chica ya era una ‘estrella’ de la televisión y el galán iba ganándose un espacio entre el público. Fue en un famoso talk show donde la audacia de él se cruzó con la sonrisa de ella. Laura Reyes, en realidad es Laurita para todo el Perú, es esposa de Homero Cristalli, han construido una familia y, a diferencia de muchas otras parejas, están juntos con sus sonrisas, pero también con sus discrepancias.
Con risas y seriedad, van por este mundo y son un equipo. Su historia puede ser resumida en esa maravillosa frase del cantautor Edson Lara, el ‘No Recomendable’: “Luego conspiró el amor, luego la vida, luego llegaron las ganas de robarse el corazón y juntos por siempre los dos”.
Laura, ¿amar es soportarse?
La convivencia es complicada, hay que tener tolerancia. Son tiempos que se separan con facilidad.
¿Eso crees?
Hace poco leí que en Argentina se prepara una ley para que te divorcies sin necesidad de verse o juntarte con la que es tu pareja.
¿Cuánto les dura una discusión?
Parece alucinante, pero no pasamos un día peleados.
¿O sea?
No tenemos discusiones que duran una semana.
Cuando empezó todo hace un cuarto de siglo, ¿qué te decía tu entorno?
Imagínate: seis años mayor, ya era papá. Había vivido fuera del país y estaba solo en su departamento. Mis amigas sorprendidas me llamaban a preguntarme si era verdad.
¿Tus padres?
Estaban nerviosos, pero confiaban en mí y me aconsejaban que me cuide.
¿Y cómo tomaste el hecho de que tenía un hijo?
No sabía, me enteré después.
¿En serio?
Estábamos saliendo y le pregunté.
Tu mamita, la gran Noemí del Castillo, ¿lo quiso de entrada?
Fue difícil, pero estoy seguro de que se hubieran llevado muy bien.
¿Por qué?
Ella muere cuando recién estábamos seis a siete meses juntos.
¿Qué otra fama tenía?
De ser figureti, ja, ja.
¿Es cierto que la responsable fue Mónica Zevallos?
Me llevó a su programa y lo encontré.
¿A dónde fue la primera invitación?
Al cine, un martes de dos por uno.
¿Y pasó algo?
Le dije que también iría una amiga y me pidió que mejor vayamos al día siguiente.
¿Un detalle de esa época?
Empezamos a salir y justo le había regalado un perrito.
Continúa...
Íbamos a una reunión y me decía para ir a su ‘depa’ y enseñarme al cachorrito. Íbamos a tomar un café y otra vez la misma sugerencia. No le hacía caso.
¿Un gesto inolvidable?
Me pidieron en la universidad leer ‘Un mundo para Julius’, me lo compró y le puso dedicatoria.
¿Celoso?
Antes era y mucho, pero ya cambió.
¿Desordenado?
Yo soy más, pero no es un ejemplo en ese sentido.
¿El de mejor memoria?
Ambos nos acordamos de las fechas importantes.
¿Quién es más ‘apañadora’ con los hijos?
Soy la que defiendo, oculto, apaciguo y le cuento con filtro a él.
¿Defínelo?
Es increíble y se muere por mí.
¿Conclusión?
Al final de todo siempre nos vamos a elegir.
Gracias.
A ustedes por acordarse de nosotros.
El TikTok los ha hecho, otra vez, dos personajes virales. Cada publicación genera reproducciones que alcanzan los millones de vistas. Es el momento de Homero, el ‘loco’ del equipo.
Homero, ¿amas a tu esposa como el primer día?
Lo que siento es diferente como aquella vez. Era mirarnos a los ojos, sentir su aroma, y hoy valoro los silencios que nos damos.
¿Qué cosas cambiaron?
Antes conversábamos más y si no estábamos de acuerdo discutíamos, pero ahora esas diferencias no hacen que cambie mi amor por ella.
¿Callejero?
Quería estudiar periodismo, pero también iba a tener un hijo. Me fui a Argentina y mi padre, que vivía allá, me dijo que trabaje por ese niño y fui obrero metalúrgico en una fábrica. Ahí está la respuesta.
Al comienzo de la relación, ¿nadie apostaba por ti?
Era la niña mimada del Perú y de mí decían que me ‘levantaba viejas’, que me agarraba productores de teatro.
¿Te gustó a primera vista?
Cuando supe que iba a ir de invitada, no. Pero llegó con un pantalón negro apretadito y me ‘mató’, ja, ja.
¿Una torpeza de esos momentos?
Fuimos al cine, le dije que iba al baño y al pasar por su delante le di un beso, pero en el ‘cachete’ y pensó que me estaba despidiendo.
¿Cocinas?
Me encanta, es que vivir solo muchos años hace que seas creativo y utilices todo lo que está a la mano.
¿Qué ‘no soportas’?
Odio que vayamos al Caribe y no quiera entrar a la piscina, ja, ja. Tiene cosas guardadas desde hace quince años que no le quedan. Cada vez que viajamos mira carteras, pide que le regale una y tiene muchísimas en casa.
¿Algo que ya sepas de ella?
Cuando me dice que nos alistemos para salir va a la ducha y sale en una hora.
¿Tanto así?
Sí, y cuando sale tengo 30 minutos para seguir haciendo algo, porque demora un montón.
¿Un ‘reclamo’?
Es injusto que las productoras nacionales de televisión no llamen a mi Laura.
¿Una frase final?
No imagino despertar y no verla a mi lado.
Muchas gracias.
A ustedes, fue un gusto compartir esta entrevista.
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