Por: Milagros Casas
Giuliana Rengifo, a sus 37 años, camina por la vida poniendo en práctica el lema ‘no hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo’. Por ese motivo ha rechazado, en el pasado, propuestas indecentes de conocidos productores, porque es una mujer con valores que respeta a su esposo Fernando Calderón, quien le hizo el ‘corralito’ para conquistarla. También confiesa que ha llorado por amor, que es muy celosa y que su ‘sexto sentido’ le permite detectar a las ‘resbalosas’
Ahora que estás ‘figurita’ te están ‘tirando maicito’…
Ja, ja, ja. Mis redes sociales son libres y me escriben: ‘Mi amor, qué guapa’, ‘qué linda’… mi esposo tiene ‘correa ancha’, todos mis amigos, sus amigos lo molestan y le dicen ‘ahora vas a ser el ganadazo’.
¿No se molesta?
No, es más, sus amigos me dicen: ‘Giuliana, qué linda que estás’, ‘qué hermosa’ y mi marido mira, se ríe, él sabe que soy una mujer con valores y que lo respeto mucho.
¿Cuánto tiempo tienen juntos?
Vamos a cumplir cinco años en abril y con una hija de cuatro años.
¿Fue un ‘flechazo’?
En tres meses me llegué a comprometer y, la verdad, estoy feliz porque con altibajos y todo nos amamos. Imagínate aceptarme con dos hijas (de su anterior compromiso).
Bueno, dicen que el que ‘quiere a la gallina, quiere a los pollitos’.
Sí y él las respeta. Las trata como sus propias hijas, las cuida y les da todo, me quito el sombrero. Mi familia adora a Fernando.
¿No es celoso?
Es mi fan número uno, era un fan enamorado y yo ni sabía, ja, ja, ja. Antes de ser mi pareja quería conocerme y se confabuló con otro amigo para que nos presentaran.
¿Cómo fue eso?
Un amigo me dijo “Giuliana, vamos al karaoke, tengo mi ‘pata’ que es abogado y va a llegar otra pareja más”, ahí fue donde lo conocí. Después él me contó que tramó todo para conocerme.
¿Te hicieron el ‘corralito’?
Sí, es más, solo estuve una hora. Llegué solita y me fui solita, luego él me escribió por Facebook y comenzamos a conocernos.
¿Y cómo maneja el tema de los fans?
No se mete con ellos, pero creo que si yo estuviera en su lugar hace rato lo hubiera dejado. Soy muy celosa, terrible... el pobre ya se acostumbró.
¿Eres de las que hacen escenas de celos?, ¿le revisas sus cosas?, ¿el celular?...
No. Mira, las mujeres ‘olemos’, tenemos un sexto sentido y sabemos quién por ahí quiere ‘resbalarse’. Entonces, al toque le pongo el ‘pare’ o si veo que alguien le escribe en sus redes sociales le digo: ‘Me la bloqueas en one’.
Hay que estar ‘mosca’...
Claro. Mi marido es muy buenito, caballero, y lo admiro mucho como profesional y creo que eso es, a veces, lo que las chicas buscan. Lo bueno es que yo no lo busqué, a mí me encontraron (risas).
¿En algún momento has llorado por amor?
Sí, a todas nos toca. He llorado, me han utilizado y engañado.
¿Eres de las que creen que ‘billetera mata galán’?
No me gusta que me regalen cosas caras, no soy una mujer interesada. Fácil podría haberme enamorado de una persona que hace limpieza en las calles. No me gusta que me mantengan, desde los 14 años ‘chambeo’. Lo mejor es trabajar, comprarte tus cosas, dormir tranquila para que nadie te saque en cara que te hizo ‘el favorcito’.
¿Propuestas indecentes?
Hace muchos años y de productores conocidos que ya murieron, pero siempre me mantuve en mi línea. Para mí es básico el respeto, más si son casados. No hay forma que esté con alguien comprometido, porque ‘no hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo’.
Entonces, ¿no perdonarías una infidelidad?
Sí he perdonado una infidelidad, fue con el papá de mis hijas mayores, pero a estas alturas de mi vida, a mis 37 años, no.
Mucha agua pasó bajo ese puente...
Sí, porque si te ‘saca la vuelta’ es porque no te quiere, no te valora ni respeta.
¿Cómo va el proceso de la manga gástrica?
Me encantaría decir que he bajado los 28 kilos que tenía de sobrepeso, pero es un proceso lento. El primer mes bajé 15, ahora es de 2 a 1 kilo, quiero llegar a los 67 o 68 y ahí me quedo.
Pero ya se ven los cambios...
Claro, en mi carita ya tengo cuello (risas). La ropa que me compré talla ‘L’ ya no la puedo usar, voy a hacer mi venta de garaje, ja, ja, ja.
¿Hacerte la operación fue una decisión por salud o porque te sentías incómoda con tu peso?
Llegué a pesar 90 kilos y el doctor Raúl Layme dijo que los artistas que se hacen este cambio tan drástico lo hacen, más que por salud, por un tema estético debido al rubro en que trabajamos, pero aquí voy poniéndole todo el ‘punche’.