Genaro Delgado Parker falleció esta tarde a los 87 años de edad y rodeado de su familia. El popular 'Papa Upa' era un polémico personaje que trajo la televisión al Perú y fue el gran descubridor de personajes como Gisela Valcárcel, Humberto Martínez Morosini, Augusto Ferrando, Adolfo Chuiman, entre otros muchos. También es el que acuñó la frase "las deudas viejas no se pagan y las nuevas se dejan envejecer".
Pero antes de quedar postrado en una silla de ruedas debido a un accidente que sufrió, Genaro Delgado Parker conversó con nuestro periodista Oscar Torres y en una amena entrevista reveló cómo descubrió a Gisela Valcárcel.
Genaro Delgado Parker fue el pionero de la televisión en el Perú. Una leyenda en el mundo de las comunicaciones.Y tiene muchas cosas que decir.
Señor Delgado Parker, ¿le gusta nuestra actual televisión?
La veo. Veo 24 Horas y Panorama, dos creaciones mías. A veces el show de Gisela, pero, en general, la televisión ha perdido un poco. Lo que faltan son libretistas, en los programas de humor se deja a los cómicos que hagan lo que quieran y los cómicos no son los que hacen los chistes, sino los libretistas.
En los años 80, Panamericana era criticada por los contenidos de ‘Risas y salsa’, ahora ¿se sorprende con las cosas salen ahora?
No. La verdad que el mundo cambia todos los días y la televisión tiene que cambiar, pero hay una falta de buenos contenidos, son flojos, light, y muy mal hechos todavía.
¿De qué se arrepiente?
No me arrepiento, sino me duele que Panamericana haya caído en una actitud vergonzosa, cuando pactó con el régimen de Fujimori la línea editorial.
A usted lo acusaban de no pagarle a los trabajadores, ¿qué tiene que decir?
He tenido dos sindicatos en la época que trabajé en Panamericana. Me acusaron de eso cuando estaba en líos con Schütz y él, estando fuera del canal, pagaba a los periodistas para que me acusen de ese tipo de cosas y, a veces, salía alguno diciendo ‘no me han pagado’.
¿Usted fundó Radioprogramas del Perú (RPP)?
Sí, fue en el año 63. Junto con mi hermano Héctor y Johnny Lindley acordamos instalar la primera cadena nacional de radio, cuando no había en el Perú conexiones de microondas ni satelitales.
Descubrió a muchos talentos del periodismo, ¿quién considera que fue el más brillante?
Alfonso Tealdo, sin ninguna duda. Fue el maestro todavía inigualado. La escuela de él nutrió a Hildebrandt y a los últimos periodistas más brillantes de la televisión. Todos siguen ese estilo, pero ninguno lo ha superado en inteligencia, capacidad y conocimiento.
Vargas Llosa lo describe como el empresario progresista de los años 50, en ‘La Tía Julia y el escribidor’. ¿Qué recuerdos de esa Lima que ya no existe?
Podría describir la hermosa Plaza San Martín. Yo empecé a los 18 años fracasando al no ingresar a San Marcos, donde se presentaban 11 mil y entraban mil. Iba a intentar por segunda vez, pero antes fui a la radio de mi padre, Radio Central, y vi a un señor hablando de que le apasionaba el cine, pero había cosas que le quitaban tiempo, entre ellas, una radio que quedaba en el Callao y le pregunté: ‘¿Usted sería capaz de alquilar su radio?’ Alquilé Radio Callao, y la trabajamos con mi hermano Héctor.
¿Su papá sabía de esa decisión?
No, mi padre creía que yo estaba estudiando. Todas esas vacaciones trabajé con Héctor, que había salido del colegio, hasta que llegó abril y tuve que confesarle. Ahí fue cuando me dijo: ‘Yo estaba dispuesto a pagarte los estudios, pero si has decidido meterte a la radio, voy a hacer un cambio. Desde hoy te llamarás Genaro Delgado Parker, porque yo me llamo Genaro Delgado Brandt y no quiero que haya dos Genaro Delgado en el negocio…”. Él me volvió a bautizar.
CLICK CON GISELA VALCÁRCEL
¿Cómo se dio cuenta que Gisela Valcárcel iba a ser la gran estrella que hoy es?
La verdad, no era como ahora que comprabas el formato. Los formatos se miraban de otros lados y se copiaban, entonces había un gran programa que lo había hecho Raffaella Carrá (‘Pronto Raffaella’) y después Susana Giménez (‘Hola, Susana’). Dije, esto hay que hacerlo. Me trajeron a tres chicas, una de ellas era Cecilia Bracamonte, Gisela Valcárcel, quien era una chiquita nueva, y otra que era una actriz con prestigio, que ya no me acuerdo quién era…
¿En qué consistió el casting?
Bueno, entonces, dije: ‘Quiero verlas hablar’. Hablaron todas. Cuando vi y escuché hablar a Gisela Valcárcel, comenté: ‘Esta es…’. ‘Pero, si es nueva’, me dijeron. ‘No importa’, respondí. Gisela hablaba muy bien. Tenía mucha labia. Una chica de 18 años que hable bien es mucho pedir, ya que generalmente una muchacha
de esa edad no tiene letra y ella la tenía.
¿Tuvo un romance rápido o ‘affaire’ con Gisela?
No, nunca. Hubo un pasquín que me acusaba de eso. Yo tuve una magnífica relación amistosa con Gisela, pero no cercana. Te voy a contar una anécdota: ‘Un día ella llegó a pedirme un aumento y yo estaba entusiasmado con otras cosas. Había comprado un proyector y podía ver la televisión en una pantalla. Era algo nuevo en ese momento. Fíjate en esto, le digo a Gisela, porque tenía otras citas en ese momento, y la siento ahí para que se entretenga. Había puesto una cinta de Pavarotti que cantaba: ‘Celeste, Aida’ y ahí decía ‘del mio pensiero tu sei regina’ (tú eres la reina de mi pensamiento) y, entonces, ella dijo ‘esta es una cosa que Genaro me la está dedicando a mí’ (risas).
¿Y qué pasó después?
Cuando Gisela fue a buscarme, yo ya no estaba. Me había ido. Se quedó desconcertada. Al día siguiente nos vimos y, entonces, tuve que arreglarle el aumento que pedía (sonríe).
AUGUSTO FERRANDO Y SU TRAMPOLÍN A LA FAMA
¿Augusto Ferrando fue el gran fenómeno de la televisión?
Sí, Augusto Ferrando tenía la capacidad de emocionar. Hay un gran partido de fútbol que tiene una importancia enorme en el recuerdo del pueblo, en ‘La Bombonera’. Ese encuentro tuvo tres particularidades: por primera vez veíamos un partido por satélite, segundo que Perú tenía una gran chance de clasificar al Mundial y la tercera fue que Martínez Morosini, que narraba, lo hizo muy resfriado y se quedó sin voz. Y, en los últimos minutos, Ferrando tuvo que quitarle el micrófono y comenzó a hablar y lo que dijo ‘El negro’ emocionó al país: ‘No nos ganan, se los juro por la madre de mis hijos’. Y los argentinos atacaban y atacaban. Y seguía gritando ‘No nos ganan’ e hizo que la gente vibrara.
NO SE NECESITA DINERO PARA HACER NEGOCIOS
En serio, ¿cree que ‘no se necesita dinero para hacer negocios’?
Bueno, lo he demostrado dos veces. Uno, en Panamericana Televisión y dos, en la telefonía celular. Es, absolutamente, cierto. El dinero es una cuestión mental. No se necesita dinero. Para hacer un negocio, se necesita una buena idea. Tener una buena oportunidad. Tener la manera de llevarla adelante y una vez que juntas todo eso, el dinero viene solo.
No sé por qué esa frase me ha hecho acordar a un expresidente, ¿de verdad lo cree?
(sonríe) ¿Sabes por qué? Porque el dinero siempre está buscando eso. El dinero está buscando dónde me meto, dónde hay una oportunidad buena para salir. El dinero se consigue fácilmente, pero tú tienes que tener eso en la mano.
Hay una leyenda que decía que Genaro ‘arrasaba con todo lo que tenía falda’, ¿fue verdad?
Es una leyenda que a mí me encanta, me da mucho prestigio, pero no es cierta. Lo que pasa es que una casa televisora está rodeada de mujeres bonitas y eso trae siempre un rumor: ¿Quién es el jefe? Si este es el jefe, tiene que estar acostándose con todas, lo cual es falso. Es al revés, yo siempre me cuidé de no meterme con la gente.
¿Qué hizo para que su actual mujer, menor que usted, Marcela Vanini, le haga caso?
Eso fue una hazaña. Yo me enamoré de ella en un avión. Era una mujer casada y yo también, y fue un flechazo para mí. Entonces, la seguí y la estuve enamorando varios meses hasta que por fin. Ella parece que también tenía problemas, nos juntamos y somos una pareja feliz.
¿El dinero es la felicidad?
No, pero sin dinero, no se pueden comprar pastillas tranquilizantes (risas).
¿Qué le falta por hacer?
Esto es lo último que quiero hacer. No tengo nada más qué hacer en comunicaciones. Ya no estoy para hacer, estoy simplemente vigilando que esto funcione, porque me entretiene.
Va a cumplir 88 años, antes sus fiestas estaban llenas de famosos, ahora no tanto. ¿Con quién festejará?
Antes los famosos me buscaban. Yo no los buscaba a ellos, pero mis reuniones son familiares. Yo tengo seis hijos, 24 nietos y un bisnieto, así que tengo suficiente gente en la fiesta.
¿Duerme tranquilo?
Muy tranquilo. Duermo muy bien y sin tomar pastillas.