De la muchacha que provoca sonrisas cada fin de semana o suspiros desde el programa de televisión, va quedando solo eso, la figura. Gabriela Serpa es una caja de sorpresas dentro de su curvilínea anatomía. Pese a sus 28 años, la actriz cómica de ‘El Wasap de JB’ piensa de una manera diferente. Es una ‘millennial’, pero con su propia visión de la vida. Allí está su gran atractivo.
No tengo enamorado.
Estoy pensando en progresar.
Casi todo el día.
Mi felicidad no tiene que depender de otra persona.
Estoy en este ambiente de la televisión. Lo tomas o lo dejas.
Eso no va conmigo.
En ese tipo de relaciones, uno siempre sale dañado.
Una parte se termina enamorando.
Arma de doble filo.
No voy a discotecas,
Lo que más odio de estar con alguien es que hay que estar avisando si vas al gimnasio, a almorzar con una amiga o hacerte las uñas.
No soy romántica, me considero práctica.
Creo que busco un robot ja, ja, ja.
Alguna vez me interesó alguien y se asustó.
Me dijo que me veía inalcanzable.
Que en realidad era un cobarde.
El hombre debe ser atrevido y, si no se arriesgó, no valía la pena.
Que use tatuajes, bien agarrado, pero el problema es que de ese tipo son mujeriegos.
El problema de estar con un misio es que no va a tu ritmo.
Sí, encima recontra conchudo.
Me engañó y me dejó.
No hablo con mis ex.
Termino y los bloqueo.
Decidimos alejarnos por mutuo acuerdo, si lo veo lo saludo, pero no lo tengo en mis redes ni conversamos por teléfono.
Tengo códigos.
Si acepto salir, desde que estaba con ella, ya lo miraba.
Voy al baño, eructo, duermo como todos. Pisar huevos no va conmigo.
Siempre empiezo aclarando: Si vas a estar conmigo, soy así y asá.
Fidelidad al cien por ciento. Nunca engañé a nadie.
No reviso Instagram, porque me enferma.
Me aburre ser celosa.
No soy mamá de nadie.
Si me quiere, tiene que estar allí.
De repente dos veces.
Me da roche. Cuchichean atrás de mí y me pongo nerviosa. Por eso evito ir a lugares públicos.
A veces me da ansiedad y me siento mal.
Me voy del lugar.
Cuando me piden una foto, muestro mi mejor sonrisa y la doy con cariño.
Eso sí. Voy al mercado, tengo mi casera que me vende pollo y pescado.
Cuando paso por una construcción, de arriba me gritan, pero solitos todos son cobardes.
En Gamarra. Bueno y barato.
Eso dicen, pero soy ahorrativa. Hoy me privo de unos gustos, para poder darme unos mejores.
Escribo en un papel lo que debo pagar a fin de mes y cumplir con mis deudas.
Vivo en casa de mis padres y he empezado a construir el segundo piso para tener mi comodidad y privacidad.
Si me compro para mí y me voy, lo que he levantado quedará para ellos, quizá lo alquilen y tengan más ingresos cuando se jubilen.
Veinte y casi todos canje.
Danza en la Universidad de San Marcos.
Sí, aunque no me gusta exponer.
Soy tímida.
En serio. Solo que amo la actuación y me transformo cuando tengo al frente una cámara.
Me levanto, voy al gym, dicto clases de ballet a niñas y estudio en la universidad.
Mi papá siempre tiene un Trome en mi hogar. Por eso, muchas gracias por entrevistarme.
Contenido GEC