El ‘chico reality’ Eyal Berkover y la exconductora de ‘Gol Perú’, Nair Bravo, llegaron a nuestro país de ‘pasadita’, sin imaginar que a miles de kilómetros de su tierra natal harían ‘clic’ y se enamorarían. Cuentan que su relación se basa en la confianza, que, incluso, no hay problema en revisarse el celular y convivir ha sido un importante paso en sus vidas, pues han reconfirmado que son el uno para el otro.
¿Qué les animó a quedarse en el Perú?
Eyal: Estar acá es increíble. En un primer momento pensé en quedarme tres meses, pero ya han pasado cuatro años. Me encanta Perú, en Israel la gente no sabe cómo es tu país, a veces me peleo defendiéndolo como si fuera mío. Para mí este país es increíble, tienen tantas cosas como la costa, sierra, selva, su comida...
Nair: Ya tengo cinco años aquí, también vine a trabajar por dos meses y me quedé enamorada del Perú. Un día estuve paradita en un parque en Barranco, miré el mar y me dije: ‘Quiero vivir acá’, la verdad es mágico tener el mar tan cerquita, es increíble las cosas que te da la vida.
¿Cómo llegaron?
E: Había decidido viajar con mis amigos y me ofrecieron entrar a la tele. Pensé: ‘Ya, chévere, entro dos o tres meses, me divierto y chau’. Lo tomaría como una experiencia, no imaginé quedarme tanto tiempo. Estoy tan acostumbrado que, cuando me voy a Israel, quiero regresar rápido.
Y en nuestro país encontraste el amor de Nair...
E: Sí, nunca he estado tan enamorado, nunca lo estuve creo. No puedo pedir otra cosa, con ella lo tengo todo.
N: Nos conocíamos hace mucho tiempo por amigos en común. Cada uno tenía su camino. Un día nos reencontramos en una discoteca e hicimos ‘clic’, ese día hablamos mucho y te confieso que tenía grandes prejuicios por los ‘chicos reality’, por los modelos, pero él es muy diferente, no solo de los chicos que trabajan en la televisión, sino de todos los hombres que he conocido. Lo de nosotros no es que hubo un plan maquiavélico para conquistarse, simplemente fluyó, pues nos dimos cuenta de que no había malas intenciones de ninguno de los dos lados.
Se nota que desbordan amor
E: Desde el día que nos conocimos, no nos hemos separado.
N: Nos veíamos todos los días.
¿Han pensado en la convivencia?
E: Yo quería estar soltero por muchos años, no quería tener pareja, menos vivir con alguien, pero en menos de seis meses ella me conquistó y ahora vivimos juntos, muchos dicen que es muy rápido, pero para mí no lo es, estoy feliz.
N: Uno propone, Dios dispone.
¿Cómo se definen?
N: Él es muy cariñoso, detallista, protector, muy buena persona, trabajador. Puedo hablar hasta mañana de él (ríe), es muy churro. ¿Si tengo celos de él? No, mientras miren y no toquen todo bien, ya cuando pasan del límite ahí me sale lo argentina, ja, ja.
E: Además, hay mucha confianza, ella me conoce y sabe cómo es este trabajo. Por mi parte, no tengo que estar celoso porque confío al cien por ciento en ella y no me da razones. Me gusta cuidarla, somos transparentes, incluso no hay ese problema de que no podemos ver el celular del otro.
Cuando hay diferencias entre ustedes, ¿quién cede primero?
N: Eyal era muy orgulloso y para que diera el brazo a torcer, ¡uf! Pero luego solito aflojó. Aunque confieso que también soy orgullosa.
E: Sí, era orgulloso y para dejar de serlo tenía que llegar la persona que realmente amo. Estoy muy contento con ella y ella conmigo.
¿Hay planes de matrimonio?
N: Mira, el único problema que tenemos es que tendríamos que hacer tres bodas, una en Israel para su familia, otra en Argentina para la mía y la última en el Perú para nuestros amigos, entonces tenemos que trabajar bastante para llegar económicamente al objetivo (ríe).
¿Podrían sonar las campanas para este año?
N: Estamos ahorrando para las tres bodas.
E: Sí, la superboda.
Dicen que se tienen confianza, entonces no hay problema con que cada uno tenga su espacio...
E: Claro, pero me gusta estar con ella, no lo vemos como carga.
¿Se podría decir que su relación es ‘cero celos’?
E: Cero.
N: Los naturales... eso sí, si viene alguien y lo toca le corto la mano. Ni siquiera le pregunto qué está haciendo.
E: Habla así de broma, pero sí es brava.
¿Se quedarán a vivir en Perú?
E: Me encanta Perú, pero no sé qué pueda pasar. Ella es de Argentina, yo de Israel. Tal vez nos quedamos acá.
N: Estamos tan adaptados aquí, pero obviamente también quiero que mis hijos conozcan a mis papás.
¿Ya están pensando en tener bebés?
N: Ya tenemos una bebé de nueve meses, pero es una bebé peluda que se llama ‘Martina’, mi perrita. Por ahora estamos cumpliendo el rol ahí y es suficiente.
Eyal, se comenta que podrías ser deportado del país.
Eso es mentira, todo está en regla con mis papeles. No sabía nada de la citación de Migraciones (el último jueves), estaba en la playa, pero yo estoy tranquilo porque no he faltado a la ley.
André Castañeda dijo que iba a tomar medidas legales contra ti por decir que era un tipo violento y deslizó la posibilidad de una deportación.
N: Qué gracioso, él agrede físicamente y quiere demandar, deportar, ¡por favor! Los extranjeros que estamos aquí trabajamos legalmente como lo hacen ustedes cuando van a otro país a trabajar, estudiar... Si quiere, que me demande. Pregunto, qué hubiera pasado si yo le respondía, lo escupía como él a mí, pero no lo hice porque no soy ese tipo de persona, no bajo a su nivel. Lo denuncié porque quiero que me deje en paz y reitero que nunca tuve algo con Paula Ávila.
(Bety Pashanasi)
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