Erick Elera acaba de cumplir un año de casado con su esposa Allison Pastor, su amiga y compañera. Desde el día uno que iniciaron su relación ella se ganó su respeto y amor por querer a su hija Flavia. Además, la madre de su pequeño Lucas le ha permitido ser como es con la ‘simpatía y carisma’ de un chico de barrio.
Erick, feliz aniversario para ambos...
Gracias, acabamos de cumplir un año de casados, pero tenemos cuatro años juntos, el tiempo pasa rápido. Nos íbamos a casar en febrero de este año, pero lo adelantamos para que mi hijita Flavia esté presente. Además, era la primera en decir: ¿Papá, cuándo te casas? Ahora está viviendo con su mamá y hermanita, porque ella se ha casado en Estados Unidos.
Qué bonito que Allison tenga una relación armoniosa con tu hijita.
Sí, Allison se lleva bien con mi hija desde el principio, y eso para mí fue básico y me tiene tranquilo y contento. Se ha ganado mi respeto no solo como esposa y madre, también como persona. Creo que todo lo que me ha tocado vivir hizo que valore más esos detalles, pues es muy responsable.
¿Allison te motiva?
De eso se trata, de complementarnos, motivarnos el uno al otro. Desde que estamos juntos aprendí muchas cosas de ella, como la disciplina. También estoy entrenando a su lado y no crean que se la pasa sin hacer nada. En casa no tenemos nana y se dedica 100% a Lucas, a la casa y sus cosas. No sé cómo hace para multiplicarse, la verdad, me quito el sombrero por eso.
Con esta cuarentena, algunas parejas se han separado, les han puesto GPS, han discutido, se chequean el celular. ¿Con ustedes pasa eso?
Nos tenemos mucha confianza, acá no hay obligación de que sepa la clave de mi celular o yo la de ella. Mi celular está abierto y, si estoy ocupado, le digo que responda o chequee, no estamos como locos revisando.
¿Discutir o pelear?
Hace mucho tiempo que no lo hacemos, quizás al principio de la relación, pero supimos manejarlo y si por ahí hay algo que se quiere ‘encender’ guardo silencio, porque cuando estás ofuscado dices cosas que pueden herir mucho. Así que prefiero tomarme unos minutos y dar una vuelta por el parque.
¿Cómo la enamoras?, ¿tienes detalles?
Sí, claro. Siempre están las palabras bonitas, todos los días hay un ‘te amo’ entre nosotros, un ‘mi amor’. Si salgo un rato de la casa para grabar o ir al canal y me demoro un poco, está su mensajito diciendo: te extraño, que ella me manda o yo, porque a mí ahora me cuesta separarme de mi hijo y ‘Alli’. Con esta cuarentena nos hemos acostumbrado a estar juntos para arriba y para abajo, aunque siempre he sido hogareño y ya antes del confinamiento me acompañaban a mis giras dentro y fuera del país, porque quiero que mi familia disfrute y comparta mi trabajo.
También haces gala de tu ‘carisma y simpatía’...
(Ríe) Claro, básico. Creo que las parejas debemos mostrarnos como somos siempre, nada de cambiar cuando estás casado porque eso significa que te estás cohibiendo, o tu pareja no te está dejando ser como eres, porque las cosas no van a funcionar. Allison y yo somos muy joviales, bromistas…
¿También le dices ‘riquichichi’?
Sí, es que está ‘riquichichi’, ja, ja, ja.
¿Con su ‘chiquitingo’?
¡Siempre! (suelta una carcajada)
¿Qué te dice ella?
Se ríe o me da un ‘lapo’… aunque ella también me lo dice.
¿Son hinchas del mismo equipo?
Allison no es tanto de fútbol, pero creo que ya se está volviendo hincha del Cristal.
‘LA CANCIÓN DEL ENCUENTRO’ Y ‘PAPÁ EN CUARENTENA’
¿Y también actuó en tu serie ‘Papá en cuarentena’?
Sí, el último capítulo lo grabamos con mis hijos y el apoyo de mis compañeros artistas. La serie ha sido bien recibida en las redes sociales y espero que pueda llegar a la televisión o algunas marcas se interesen. La grabamos con nuestros celulares y nuestra casa se convirtió en un set de TV.
Continuaste trabajando, reinventándote y justo lanzaste ‘La canción del encuentro’, que tiene un mensaje positivo.
Sí, la canción la grabé a fines de año del pasado, el videoclip se hizo en Plaza del Sol de Ica, quisimos hacer algo simpático para apoyar a los sordomudos de nuestro país. En el Perú hay 700 mil personas sordomudas y solo 70 intérpretes, y hoy, con la pandemia, la situación se complica más para ellos, pues se comunican por el lenguaje de señas y gestos, y con las mascarillas es más difícil que puedan hacerlo. Cuando lanzamos el videoclip, hace unas semanas, muchos al verlo pensaban que estaba haciendo una coreografía complicada, pero no era así, estaba comunicándome y creo que se alcanzó el objetivo de concientizar sobre el tema. A mí me tocó muchísimo y quiero seguir aprendiendo sobre este lenguaje y apoyar.