A veces la belleza y la maldad se encuentran en un punto en común y ninguna de ambas pierde sus mejores atributos. La chica de rostro y figura bonita, dulce en muchas apariciones televisivas, es una sonrisa enfrascada en una dama talentosa. Daniela Feijoó debe ser, en estos últimos días, la villana más famosa del Perú. Su interpretación de ‘Mabel’, en la telenovela ‘Luz de Luna’, no pasa desapercibida. Y aunque tenga esa especial y singular virtud de hacernos creer que es muy mala, no deja de ser sencilla, y en su vida cotidiana le ocurren cosas como a todos.
No está por mi ruta, pero sí utilizo el transporte público.
Me pasó una vez porque me quedé sin dinero.
Claro, había hecho mi aparición.
Estaba por La Marina y no tenía ni un sol, ni tarjeta.
Paré un microbús, subí y le dije al cobrador: ‘Oye, de verdad, solo tengo 30 centavos y voy acá nomás’.
Me contestó que no podía y me bajó.
Busqué otro y el cobrador me miró un rato, no sé si me reconoció, solo me comentó: ‘Está bien, te jalo’.
Lo segundo.
Por los recuerdos que uno tiene allí: Fotos, videos, por las redes sociales, que ahora también son un trabajo.
He tenido adicción a mi teléfono.
He creado una rutina para que ni bien abra los ojos, no lo busque.
Una lista, para que las primeras cosas que haga del día no sea prenderlo.
La luz me quita sueño y no puedo dormir.
No lo llamaría así, pero en cuanto a confianza, no tendría ningún problema si me la da.
Podría ser un bonito gesto.
Fui recontra.
He bajado muchísimo.
Ya pides mucha información, ja, ja.
En mi caso mi primera respuesta es no.
Habría que preguntarles a ellos.
Todavía no me he cruzado con uno.
Es un plus.
Sí, malísimos.
Pongo buena onda, intento enseñarles, encontrarles el ritmo.
Si ya no hay de donde jalarle la pitita, al menos ponerle actitud.
Sí me he desanimado.
Pero no los tipos que tengan humor negro. Por ahí no avanzo.
Me encanta la salsa.
Todos los de ‘Los Cuatro’ y de la ‘Charanga Habanera’.
Esa la idea.
Me gusta y ahora donde vaya lo escucho, porque tiene mucha sensualidad y me suma para mi personaje.
No le entro.
El ‘Sargento Pimienta’ de Barranco, aunque no conozco muchos lugares.
No soy mucho de ir a discotecas o bares.
Me escribieron una vez: ‘Oye, te odio, me caes muy mal’.
Que eso es bacán, porque estoy logrando el objetivo.
Muchas gracias a ustedes y los televidentes que nos siguen todas las noches.
La señorita tiene la alegría a flor de piel. Parece coincidir con la filosofía de Charles Chaplin, que afirmó: ‘Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo, pero su recuerdo, a veces, nunca se borra’.
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