¿Te imaginas que un trastorno mental pueda ser el inicio de la evolución moderna del hombre? Ese es el tema de la última película protagonizada por James McAvoy, el recordado Profesor X de la más reciente saga de los X Men.
Pero ahora, lejos de su heroico personaje, McAvoy interpreta a un antagonista muy particular. Y es que aunque muchos podrían pensar que a simple vista es ‘el malo’ del cuento, con el paso de los minutos nos daremos cuenta que más bien es una víctima o quizá, al final de la película, el más aventajado de todos los hombres sobre el planeta.
Fragmentado, como se le ha llamado a la cinta en América Latina, es un film de terror psicológico y suspenso dirigido por M. Night Shyamalan, director de clásicos como El Sexto Sentido, Señales y La Aldea. Y aunque este trabajo no será su más exitosa obra, lo cierto es que aborda un tema de salud bastante interesante: El trastorno de identidad disociada.
Esta afección médica no es nada menos que la existencia de dos o más personalidades en una sola persona. Y aunque nos pueda parecer sacado de la ficción, lo cierto es que es una enfermedad real.
Este trastorno mental es el que padece Kevin Wendell Crumb (McAvoy), quien dominado por una de sus 23 personalidades, Dennis, secuestra a tres jovencitas para lograr su último propósito: darle vida a La Bestia, su personalidad número 24 y la más peligrosa. Es así que pasa de ser víctima a victimario y viceversa durante todo el film.
La trama se desarrolla con la destacable actuación de Anya Taylor-Joy, quien se hizo conocida por interpretar a Thomasin en fantástica película del 2015 La Bruja, la misma que fue considerada de lo mejor del terror en los últimos años por el gran Stephen King. En definitiva la encarnación de Anya en el personaje de Casey (una de las chicas secuestradas) es uno de los más importantes logros de Fragmentado. Y es que su carácter ecuánime ante la adversidad supo brillar incluso sobre la trama y los efectos especiales.
Volviendo al nudo de la historia, se podría hacer una comparación con Lucy (2014), protagonizada por Scarlett Johansson. Y es que el tema de fondo hace referencia a una supuesta evolución por medio de la activación de partes del cerebro que normalmente no usamos. Ese es el mismo conflicto de Fragmentado, cuyo protagonista logra fuerza y resistencia sobrehumana gracias a sus múltiples personalidades.
Al margen de la austera realización, quizá lo mejor de la película sea la actuación de Taylor – Joy y de McAvoy, quien pudo interpretar a la perfección a cuatro de las extrañas personalidades del personaje principal.
¿Qué esperas para ir al cine a ver Fragmentado?
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