La viuda del ícono del rock grunge Chris Cornell insistió el viernes en que su esposo no se mató intencionalmente y sugirió que el juicio del músico, un exadicto, podría haberse visto afectado por medicamentos.
Cornell, una de las voces más reconocibles de la escena del grunge de Seattle, fue hallado ahorcado en su cuarto de hotel en Detroit poco después de terminar un show con su banda Soundgarden el miércoles.
El médico forense del condado de Wayne catalogó la muerte como suicidio. Pero su viuda, Vicky Karayiannis Cornell, dijo que el cantante de 52 años no había dado ninguna muestra de querer morir.
Según la esposa, Cornell, que luchó con la depresión y el abuso de sustancias durante la mayor parte de su vida pero que permanecía sobrio desde hacía una década, había estado tomando Ativan (lorazepam), un medicamento recetado para tratar la ansiedad.
"La muerte de Chris es una pérdida que escapa a las palabras y ha dejado un vacío en mi corazón que nunca se llenará", dijo la viuda en un comunicado. "Lo que sucedió es inexplicable y tengo la esperanza de que los próximos informes médicos proporcionen más detalles. Sé que él amaba a nuestros hijos y que no les haría daño quitándose intencionalmente la vida", agregó.
La segunda esposa de Cornell, con quien tiene dos hijos, contó que el rockero tomó su vuelo de retorno de su visita por el Día de la Madre el domingo y que había regresado sólo horas antes del show para poder aprovechar al máximo el tiempo en familia.
"Cuando hablamos después del show, me di cuenta de que estaba articulando mal las palabras, estaba diferente. Cuando me dijo que tal vez había tomado uno o dos Ativan extras, me puse en contacto con la seguridad y le pedí que lo controlaran", añadió.