El cantante español Raphael nos muestra el lado más íntimo de su carrera y de su vida en su documental ‘Raphaelismo’, que cuenta con cuatro capítulos que se podrán ver desde el 13 de enero por Movistar+.
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Se trata de un retrato íntimo que ahonda en los éxitos, secretos, miedos y sueños de Raphael. La producción cuenta con material audiovisual inédito, que lo convierten en el primer y único documental con la implicación directa del propio Raphael y de su familia.
En el documental, que hace un recorrido por sus 60 años de trayectoria musical, Raphael se ha confesado con su público y reflexionó sobre la época en la que sufrió alcoholismo, que llegó a afectar su salud a tal punto que fue necesario un trasplante de hígado.
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RAPHAEL Y EL ORIGEN DE SU ALCOHOLISMO
En el marco del estreno de su documental ‘Raphaelismo’, el cantante español con 60 años de trayectoria artística habló sobre un capítulo difícil de su vida: el alcoholismo. Raphael admite que cayó en esta adicción por “gilipollas”.
Como se recuerda, la salud de Raphael se vio afectada con una hepatitis, aparentemente ocasionada por un consumo elevado de alcohol. Es por ello que a principios del 2000 comenzó a deteriorarse rápidamente, hasta que en abril de 2003 fue necesario un trasplante de hígado.
Esto convirtió al cantante español en un activo impulsor de la donación de órganos. Tras su recuperación, Raphael anunció que empezaba “una segunda vida”.
En una entrevista con el diario español “El Mundo”, el intérprete de “Como yo te amo” recordó este pasaje de su vida y reveló cómo fue que cayó en el alcoholismo.
“Por gilipollas. Hay que decirlo: me metí en el alcohol por gilipollas”, afirmó el famoso cantante cuando se le cuestionó sobre cómo empezó su adicción al alcohol.
Luego, Raphael explicó que empezó a beber alcohol en los aviones porque ya no le hacían efecto sus pastillas para dormir. Además, afirmó que nunca lo hizo por placer.
“Esto empezó en los aviones, que me pasaba media vida en ellos, y cuando me sentaba, pedía las botellitas estas de alcohol que ponen, me las bebía de un trago y dormía. Claro, que me dormía. Me iba a América y volvía sin enterarme”, empezó a contar el cantante.
“Y luego empecé a hacerlo también con los dichosos minibares de las suites. Yo tomaba primero mi pastillita y llegó un momento que no funcionaba. Estaba en pleno Jekyll y Hyde, necesitaba dormir cómo fuera y como la pastilla no funcionaba, vaciaba el minibar hasta que caía. Pero jamás lo he hecho con la idea de disfrutar el alcohol, nunca me ha gustado”, afirmó.
Cuando su hígado empezó a fallar, Raphael confesó que pudo morir. Su estado de salud era muy crítico, pero un trasplante le salvó la vida: “Sí, para qué te voy a decir que no. He visto a la muerte muy cerca, pero me va a tener que esperar”, agregó.