TAMBIÉN VINO A COMER. Con varios días de anticipación, el cantante español Alejandro Sanz aterrizó en Lima tras su concierto en Bogotá con la intención de disfrutar la reconocida gastronomía de la ciudad. El famoso compositor, que recorrió algunos de los mejores restaurantes de la capital, aludió a su experiencia culinaria hacia el final de su concierto en el Estadio Nacional.
Cuando las luces comenzaron a apagarse y tras el anunció del fin del recital, una frase explicó esos rollitos de más que demostró en el escenario. “Es un milagro no haber salido rodando de aquí”, expresó desde el estrado del coloso deportivo, desatando risas de las decenas de miles de asistentes que agotaron las entradas para volver a ver al intérprete de “Viviendo de prisa”, “Looking for Paradise”, entre otros hits.
Sanz se alojó en el Marriot de Miraflores y desde lo alto de su habitación se maravilló con los atardeceres con vistas al mar que ofrece el lujoso hotel, pero la debilidad del español es la comida, por lo que no dudó de probar la variada carta del local. Además, visitó Maido, del chef Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura, ubicado en el puesto 11 de los mejores restaurantes del planeta; y el conocido “Astrid & Gastón”, de Acurio Restaurantes, (puesto 30 en el ránking).
En redes sociales, Alejandro Sanz dejó constancia de los platillos que probó en ambos restaurantes. Mientras que Maido compartió una imagen en la que ‘Micha’ le agradece por su visita: “Siempre es un placer recibirte”, escribió. En tanto, Astrid Gutsche también compartió una foto de la visita del cantante con un mensaje. “Equipo feliz con la visita del queridísimo Alejandro Sanz”.
El concierto de Alejandro Sanz
Alejandro Sanz deleitó a su público la noche del jueves con un setlists que incluyó temas contemporáneos del álbum “Sanz” así como los clásicos de “Viviendo de prisa”, “Más” y “No es lo mismo”, con los cuales el estadio estalló en júbilo.
La iluminación del escenario y la calidad de sonido complementaron la enérgica performance del cantante de 54 años, quien cerró el recital con dos temas a capela, que acompañó con guitarra y piano.
El final llegó con mi “Soledad y Yo”, un tema que, a punto de cumplir 30 años, sigue conmoviendo a las masas y es un emblema en la dilatada trayectoria del compositor madrileño. Para cerrar, sonaron las notas de “¿Y si fuera ella?”. Con pica pica y emotividad, se bajó el telón.