“Mujer”: esto es lo que pasará en lo que resta del último capítulo de la telenovela turca

La primera parte del último capítulo de la telenovela turca “Mujer” (“Kadın” en su idioma original) se emitió el martes 20 de julio por la señal de Antena3. Con la división que hace la cadena, todo apunta a que el desenlace de la historia podría llegar el martes 27 de este mes.

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El episodio 81 de “Mujer” se desarrolla tres meses después desde que Enver entregó a su propia hija, Sirin, a la policía. La hermana de Bahar se encuentra en un centro psiquiátrico. En tanto, la protagonista reaparece convertida en una mujer de éxito gracias al libro que narra su vida.

Durante una presentación Bahar recuerda sus errores, sus tropiezos, pero también cómo superó cada derrota gracias al amor. Su discurso es escuchado con atención por todos: “Ahora llegamos al final de mi historia”, agrega.

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Su vida personal también pasa por el mejor momento, pues Arif ha decidido dar el gran paso. En medio del campo, el hombre decide sorprenderla. Se arrodilla y le pide matrimonio. Bahar no puede creerlo. Está muy feliz. Así concluye la primera parte del último capítulo de “Mujer”, a continuación entérate qué pasará en lo que resta del episodio.

¿QUÉ PASARÁ EN LO QUE RESTA DEL ÚLTIMO CAPÍTULO DE “MUJER?

A pocos días de la boda, Bahar y Ceyda van a elegir su vestido de novia. Nunca se habían visto tan bellas y radiantes. Mientras tanto, Enver le toma las medidas a Arif para diseñarle el traje. Los niños, que les acompañan, no tardan en decidir de qué color serán los suyos: Doruk, rojo; Saltimis, morado y Arda, naranja.

De regreso a casa, Bahar le pide Enver que viva con ella y sus hijos después de la boda. Sin embargo, no acepta la invitación ya que confía en que Sirin mejorará y pues quiere tener un hogar donde cuidarla. “Bien, entonces tendremos que conformarnos con que nos visites todos días”, le responde comprensiva.

Arif recibe un sobre sin remitente. Al abrirlo ve que hay unas llaves de un carro y un departamento. Además, hay una nota. “Nosotros no volveremos a la ciudad, es nuestro regalo de boda. Todo está ya a tu nombre. Sé muy feliz, te quiere, tu hermana”, se lee en la carta que escribió Kismet, quien huyó de Estambul con Cem.

Por otro lado, Bahar va con Enver a ver a Sirin, pero en el último momento no se atreve a entrar y se queda en la puerta. El señor escucha con lástima las súplicas de su hija para que la saque de allí. “Debes tener paciencia, los médicos dicen que mejoras pero que aún no estás recuperada”.

Sirin parece aceptar lo que le dice su padre; sin embargo, cuando ve a Bahar a lo lejos comienza a gritar y corre hacia ella para atacarla. Los enfermeros acuden enseguida y logran reducirla. Enver se marcha desolado.

Por fin llegó el gran día de la boda. Arif y Enver van a una barbería para que los pongan guapos. Doruk, que va con ellos, se empeña en que lo traten como a los mayores y el barbero, entre risas, no duda en seguirle la corriente.

En el salón de belleza del lujoso hotel donde se realizará la ceremonia, las mujeres se arreglan sin poder evitar ponerse nostálgicas. Recuerdan cuánto han vivido juntas y a quienes ya no están, como Hatice y Yeliz.

Minutos antes de la boda, Emre llega con su madre, dispuesta a hacer las paces con Ceyda. Arda se emociona al verla y pronuncia sus primeras palabras: “Mamá y abuela”. La alegría, que ha invadido la habitación, se traslada a la sala en la que los novios deben responder “sí” a la pregunta del juez.

Arif, quien es el último en responder, se queda en silencio, le entrega el micrófono a Bahar, se levanta de la silla y grita la esperada afirmación. Todos lo aplauden muy emocionados. Enseguida llegan los abrazos, las felicitaciones y la música.

Raif recoge en su silla de ruedas a su flamante esposa y ambos se ponen a bailar. Todos les siguen: Arda con su hermano Saltimis, Nisan con Doruk, incluso Fazilet con Enver, que cada vez están más unidos.

Bahar se detiene un momento para apreciar como todos son felices y mira con amor a su marido, se le acerca y le susurra al oído: “Gracias, Arif “. Abrazados y rozándose las mejillas, observan a los suyos divirtiéndose y sienten que no pueden ser más afortunados. Por fin, luego de tantos obstáculos la vida les sonríe.