Este sábado 18 de mayo se llevará a cabo la boda más esperada del 2018: el matrimonio de la bella actriz Meghan Markle y el Príncipe Harry. Según Bridebook, la aplicación de bodas número 1 en Reino Unido, la ceremonia, que recibirá a 2000 invitados, costará unos 40 millones de dólares.
Pero al margen de los las joyas de la corona, los invitados de la realeza y toda la pompa por el matrimonio de Meghan Markle y el Príncipe Harry, el inicio de esta aparentemente sólida relación no tuvo que ver con lujos, si no con una práctica muy utilizada en el mundo pero que muchas veces termina en desastre. ¡Ojo! ¡Este no fue el caso!
Meghan Markle conoció al Príncipe Harry por medio de una amiga en común que los juntó en una cita a ciegas. Tras este primer encuentro, él quedó prendado de la actriz de la serie 'Suits' a tal punto que empezó a mensajearla religiosamente.
A finales de julio de 2016, el Príncipe Harry invitó a Meghan Markle a pasar cinco días a Botsuana. La relación se fue consolidando desde esa visita que hicieron al país africano. Se convertirían en inseparables.
El momento en que el Príncipe Harry le pidió la mano a Meghan Markle es recordado con mucha emoción por la pareja en una entrevista a la BBC. "Fue una sorpresa increíble. Fue muy dulce, natural y romántico", contó la actriz.
"Ni siquiera me dejó terminar. Ella me dijo '¿Puedo decir que sí'?", agregó Harry a lo que dijo su futura esposa en la entrevista de la BBC. Meghan Markle está feliz porque su labor se centrará en causas humanitarias.
La boda de la pareja real será celebrada en 2018 y vivirán en Nottingham Cottage, dentro del Palacio de Kensington. Según el documental de Channel 4, el Príncipe Harry insistió en conocer a Meghan Markle desde que la vio en la serie Suits.
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